domingo, 21 de octubre de 2018

No lloren por las mujeres asesinadas

Permítanme presentarles a Toñi. Es una chica gitana de apenas 19 años que llegó el otro día al centro de personas sin hogar donde trabajo. Está completamente indocumentada; pues no tiene ni partida de nacimiento, ni libro de familia, ni siquiera DNI, y está embarazada de 21 semanas. Venía del hospital, pues su marido le había golpeado. Llevan casados seis meses, y apenas se habían conocido antes. Fue un matrimonio pactado. Ya en alguna ocasión, el malnacido le había impedido el acceso a casa, pero hasta esta semana, no le había agredido. En el informe de urgencias leímos que presentaba un golpe en la cara y otro en el vientre aunque, afortunadamente, el bebé no ha sufrido ningún daño. El médico responsable del servicio de urgencias no denunció de oficio la agresión. Ignoro porqué. Aunque mi opinión es porque es un maldito sinvergüenza. Ella se niega a presentar denuncia, puesto que aseguraba que en caso de hacerlo, se produciría un enfrentamiento entre las dos familias que acabaría con algún muerto, y no quería provocar una guerra.
Mujer maltratada con un bastón (Goya)
Durante nuestra intervención, convenimos con ella llamar al Centro de la Mujer para que la apoyaran, tanto legalmente, como en la búsqueda de un recurso de alojamiento. Lo primero que nos preguntaron fue dónde estaba empadronada. Les explicamos que, puesto que no tenía documentación, no estaba empadronada en ningún lugar, y que había estado viviendo un tiempo en un pequeño pueblo cerca de Toledo. Su respuesta fue que debía ir al Centro de la Mujer del área que incluye ese pueblo. Les explicamos nuevamente la situación y les recordamos que estaba en nuestro centro y que era imposible que acudiera a otro centro a más de 50 kilómetros, sin vehículo y sin dinero. Tras mucho negociar, conseguimos que nos dieran cita para mañana, lunes. Resumiendo: Ante una situación de extrema gravedad, de fragilidad, de vulnerabilidad, y a pesar de alarma social por las decenas de mujeres asesinadas por sus parejas, los responsables del Centro de la Mujer pretenden eludir su responsabilidad. ¡Excelente decisión!

Luego nos lamentaremos cuando veamos en los noticieros una nueva víctima. Y los responsables dirán que se hizo todo lo posible por evitarlo. Y lloraremos. Y haremos minutos de silencio indignados y compungidos. Entonaremos el mea culpa, y nos preguntaremos qué ha podido fallar. Pues es muy sencillo. ¡Todo es mentira! ¡Una farsa! Podemos poner los medios que consideremos, los centros de la mujer, los teléfonos contra el maltrato, incluso, en el summum de la intervención, crearemos un sello conmemorativo para luchar contra la violencia hacia las mujeres... pero si los trabajadores son unos gandules cuyo único fin sea percibir su nómina a final de mes, todo será un fracaso. Es necesario. Es obligatorio que todos nos esforcemos, que luchemos para acabar con esta lacra. Es terrible. Ojalá no ocurra, pero si le pasa algo a esta chica, no quiero ver luego a los políticos hacer de plañideras baratas.

Piensen.
Sean buenos.

Como esta semana es mi cumple, me apetece elegir la canción. Hold me, thrill me, kiss me, kill me. Magnífica canción y divertido vídeo. Apasionante la pelea entre Bono y sus dos alter egos: MacPhisto y The Fly, parodiando el conflicto entre Batman y Bruce Wayne. No se lo pierdan. Con todos ustedes: ¡U2!
https://www.youtube.com/watch?v=jBj8eCubfJ0

1 comentario:

  1. Olé por esos valientes que llaman al pan pan y al vino vino. Hablando de casos concretos, de centros concretos, calificando sin miedo a denuncias, a reacciones perjudiciales, a despidos, a represalias.
    Vamos, casi casi como si estuviéramos en un país de otras latitudes.
    El rubio ya lo tienes.Ya me parecía a mí...😉

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