domingo, 25 de junio de 2017

Implicación laboral

Permítanme compartir una nueva experiencia que me ha ocurrido en el albergue de personas sin hogar donde trabajo. Hace un mes aproximadamente llegó un chico a nuestro centro. Era evidente que, además de tener un problema de adicciones, padecía una enfermedad mental. Estaba en pleno brote y no tenía medicación. Era incapaz de mantener horarios, normas, higiene... No pudimos trabajar con él y decidió irse sin que pudiéramos hacer mucho más. Pasados unos días, nos llamó una persona que se lo había encontrado durmiendo en la calle. Le expusimos la situación y le redirigimos a la Unidad de Salud Mental para que lo estabilizaran. Yo mismo lo acompañé al centro sanitario.
Heroína comercializada por la empresa alemana Bayer a finales del siglo XIX.

Allí comenzó un auténtico via crucis. La persona que nos recibió tras el mostrador, y a quien expusimos la situación, le preguntó por su dirección. Al decirle que vivía bajo una escalera en la calle, esbozó una sonrisa burlona y le preguntó con sorna qué tal se vivía allí. Indignado ante el comentario le espeté que si ya de por sí era duro dormir en la calle, lo mínimo sería no recibir mofas de un profesional sanitario. Luego llegó la psiquiatra, antes de verlo siquiera, nos dijo que padecía un problema de consumo y no tenía enfermedad mental, por tanto, no valoraba su ingreso. Le expliqué su comportamiento en el albergue haciéndole ver un punto de vista diferente al suyo, estrictamente médico, dando una visión social. Aún así, ella insistía en que acudiera a la Unidad de Conductas Adicticas (UCA). Dado que ya denuncié el funcionamiento de la UCA en este mismo foro hace escasas fechas, no me voy a extender (enlace aquí). Ya que no era posible su ingreso, finalmente accedió a derivarlo en un ¡centro terapéutico de la iglesia evangélica pentecostal! ¿El recurso que el servicio público de salud considera más adecuado para este usuario es este tipo de centros, donde se explota laboralmente a las personas y no se les administra medicación? Debe tratarse de una broma. Y de mal gusto. Afortunadamente, y tras mucho batallar, conseguimos su ingreso.

Tras una semana, estabilizado médicamente, ha vuelto al albergue. Lleva una vida más sosegada. Toma su medicación, e incluso ha encontrado un pequeño empleo, que le permitirá alquilar una habitación y tener una vida autónoma... y digna. Y ¿por qué les he contado todo este rollo? Aparte de para denunciar la actuación de algunos de los profesionales sanitarios con los que me toca bregar con más frecuencia de la deseada, para decirles que la reinserción es posible y es real. No es nada fácil. Pero es posible si todas los agentes sociales ponemos de nuestra parte. Si actuamos como la psiquiatra de turno, cuyo único empeño era quitarse el marrón de encima, les aseguro que nadie logrará salir de la calle. Le diría a estos profesionales que prueben a implicarse en su trabajo. A lo mejor se les hace más ameno y consiguen sus objetivos. Si todos realizáramos nuestro trabajo como Rafa Nadal el suyo, seríamos una superpotencia mundial.

Piensen.
Sean buenos.

Permítanme también que la canción regalo de hoy sea Bad. Es una canción acerca de un amigo de Bono al que dieron en su vigésimo primer cumpleaños suficiente heroína para matarlo. Una de las mejores canciones de los irlandeses. Esta representación en directo es sencillamente maravillosa. Fue escuchándola cuando declaré mi amor incondicional a este grupo. Siempre que la escucho, y les aseguro que supera el millar de ocasiones, me sigue emocionando. Con todos ustedes: ¡U2!
https://www.youtube.com/watch?v=3YusuxRqg5w



domingo, 18 de junio de 2017

Despedido por abusón

El pasado 3 de junio el equipo de categoría alevín, es decir de 10 y 11 años, CD Serranos derrotó al Benicalap C por un contundente 25-0. Ha sido tal el revuelo formado tras la soberana paliza que los directivos del equipo vencedor han tomado la decisión de despedir al entrenador. Consideran que humilló al rival, y que no supo gestionar la situación. Aseguran que la principal misión del club es educar en valores y, por tanto, el respeto al equipo contrario es fundamental y no pueden aceptar esa actitud. El entrenador se defiende aduciendo que incluso mandó a su equipo que no presionara, pero que el equipo rival carecía de cambios, lo que propició que dejara muchos espacios, facilitando la goleada final.
Como es lógico, a estas edades, siempre hay goleadas escandalosas. Desde las diferentes federaciones de fútbol se plantean varias soluciones. Detener el marcador cuando alguno de los dos equipos llegue a diez goles de diferencia. Así los niños siguen jugando por el mero placer de realizar su deporte favorito, despreocupados del marcador. Otros proponen no publicar los goleadores... Aunque no todos están de acuerdo. Hay padres que quieren que sus hijos sigan figurando como los pichichis de sus respectivas ligas. Ya sabe que hay mucho padre infeliz que desahoga su frustración proyectándose en su hijo. A lo mejor si él hubiera entrenado duro en su niñez, hoy sería ese campeón que anhela en casa. No es problema sencillo como ve.

De cualquier forma. ¿Humilló el vencedor al vencido? ¿Por qué? ¿Por realizar su trabajo bien? A lo mejor es más humillante para el rival que el otro equipo juegue a medio gas para no golear. Lo digno del deporte es dar el máximo. Claro que hay que enseñar a ganar y a perder. Se puede enseñar respeto al rival goleando. Y también se puede humillar al rival con un irrisorio 1-0. Los que están a favor de despedir al entrenador, ¿qué mensaje están transmitiendo a sus hijos? ¿Que no se esfuercen? ¿Que el día de mañana no estudien mucho en el cole, o en la universidad, o incluso en la oposición para no humillar a sus compañeros? ¿Quieren que en sus trabajos no se esfuercen? ¿Alguien en su sano juicio piensa que Steve Jobs fue un abusón? ¿Rafa Nadal no debería ganar más torneos? Es una nueva ridiculez de los posmodernos trasnochados por pretender una igualdad ficticia. Empieza a causar hartazgo que se siga premiando la mediocridad en lugar de la excelencia. 

Piensen.
Sean buenos.

La canción regalo de hoy es Happy, y viene de la mano de doña @RaquelMtnez_tve. A lo mejor todos seríamos más felices si hiciéramos bien lo que se supone que tenemos que hacer. Con todos ustedes: ¡Pharrel Williams!
https://www.youtube.com/watch?v=y6Sxv-sUYtM

domingo, 11 de junio de 2017

Amancio Ortega... Otra vez

Amancio Ortega, a través de la fundación que lleva su nombre, ha donado 320 millones de euros para la renovación de los equipos de diagnóstico y tratamiento del cáncer en los hospitales públicos españoles. Con este dinero se podrán adquirir más de 290 equipos de última generación. Ya lo advirtió la SEOR, Sociedad Española de Oncología Radioterápica. España necesita 70 nuevos equipos y el 42% de los equipos actuales están obsoletos. No es la primera vez que el señor Ortega hace donaciones millonarias. Hay quien le acusa de dar migajas, puesto que esa cantidad equivale al 0,5% de su patrimonio. Me gustaría saber quiénes de los que lo critican aportan el 0,5% de sus ingresos a los demás.
Amancio Ortega Portrait Painting Collage By Danor Shtruzman Using Old Bookpapers, Permanent Marker, Acrylic, Graphite - Size (18) x (11) CM , (7) x (4.5) IN
Pero no siempre llueve a gusto de todos. Algunas asociaciones para la defensa de la sanidad pública aducen, y con buen criterio, que la sanidad pública debe financiarse con fondos públicos y vía impuestos y no con la caridad de alguien. Algunos expertos sanitarios aseguran que la mayor carestía en el ámbito sanitario no es el material, sino el personal, ya que los recortes han arrasado la salud pública. Tienen toda la razón, aunque no creo que el señor Ortega haya sido el responsable directo de estas decisiones políticas. También acusan al señor Ortega de explotación laboral y de que la donación no es sino una maniobra de lavado de imagen para evitar pagar más impuestos. No niego que hay muchos puntos oscuros en el perfil de don Amancio, y habrá momentos para atizarle, pero no dejemos que los árboles nos impidan ver el bosque. Y reconozcamos que asépticamente, la donación es beneficiosa para todos. Sobre todo si tenemos algún familiar con cáncer.

Estoy seguro de que si la donación hubiera llegado de cualquier otra persona, como Bill Gates, Mark Zuckerberg, e incluso de la asociación de amigos de los sobaos pasiegos y las anchoas, sería vista como un hecho filantrópico sin precedentes. Pero en un país cuyo deporte nacional es la envidia solo sabemos criticar, y lo más grave, renunciar a la ayuda. Lo cual implica una soberbia sin límites. El señor Ortega podría no hacer esas donaciones o hacerlas a entidades discutibles. ¿Se imaginan que donara ese dinero a un partido político? También podría cerrar sus empresas y vivir de las rentas. Es posible que mañana sus herederos lo hagan. ¿Nos acordaremos entonces de sus donaciones? No me corresponde a mí juzgar al personaje, pero en nombre de las personas que puedan ser salvadas por la donación del magnate, sí podemos, al menos agradecérselo. Sigamos trabajando para construir un país mejor en el que no haga falta la caridad de los millonarios, pero hasta entonces, seamos sensatos.

Piensen.
Sean buenos.

La canción regalo de hoy es todo un himno: Nothing else matters. Ya lo dice la canción: La mente abierta para un punto de vista diferente, y nada más importa... Con todos ustedes: ¡Metallica!
https://www.youtube.com/watch?v=tAGnKpE4NCI

domingo, 4 de junio de 2017

Comuniones civiles

Antiguamente, la mayoria de los niños, por supuesto no todos, de ocho o nueve años hacíamos la Primera Comunión. Tras la celebración del sacramento, se invitaba a la familia más cercana a una comida o un piscolabis: Padres, abuelos, algún tío, primo. Es cierto que después venían los regalos: Una cámara de fotos, un balón, la ansiada muñeca... Los más afortunados se encontraban con una videoconsola portátil. Aunque el summum de la felicidad era la ansiada bicicleta. Pero aquello eran tiempos pretéritos. En el anquilosado siglo XX. Ahora las comuniones se han convertido en fastuosas fiestas. Hay que realizar una inversión notable. Incluso hay familias que se endeudan con préstamos a empresas usureras que aplican intereses ¡superiores al 26%! Pero claro, hay que dar imagen. No somos unos muertos de hambre. Las comuniones se han convertido en macrofiestas. Casi podríamos decir que son minibodas.
Y, como es evidente, hay muchos padres —y madres siguen insistiéndome los posmodernos trasnochados— no creyentes, que no pueden consentir que su tierno retoño se quede sin su superfiesta como otros muchos niños de su cole. No deben sentirse marginados. Ya está bien de depender de la Iglesia para hacer la comunión asevera algún papi dolido. La solución es bien sencilla. Realizar comuniones civiles. ¿Qué emplearán para la comunión? ¿Golosinas? Así, han transformado un sacramento en un rito de transición de la infancia a la preadolescencia. El procedimiento es sencillo. Basta acudir al ayuntamiento correspondiente, abonar las tasas, y celebrar la fiesta. En realidad, es una actitud bastante coherente con su falta de fe. Otra cosa sería sacrílega. Aunque tampoco es una novedad. Desde 2007 ya existen bautizos civiles, que consiste en entregar a los neonatos una carta de ciudadanía, donde los padres se comprometen a defender los derechos de los niños. Se podría haber elegido otro nombre sin relación con el sacramento, pero ¿para qué innovar si de esta forma se puede zaherir los sentimientos religiosos? Ardo en deseos de presenciar una extremaunción civil donde el concejal de turno perdone todas las multas de aparcamiento.

En el fondo es una mamarrachada. Otra más. Casi obligada por la sociedad laica que nos obliga a admitir como verdad absoluta. A nadie importa que la identidad de occidente tenga tanta influencia judeocristiana. Se pretende hacer borrón y cuenta nueva, eliminando de un plumazo todo lo que recuerde a Dios. Por supuesto que todo el mundo es libre de celebrar la primera comunión o no; de hacer una fiesta o no; de vestir al niño de marinerito, o la niña de princesita. Pero hay que ser adulto y dejarse de memeces. Basta de darle al niño todos los caprichitos. Si quiere buscar una excusa para regalarle una tableta de última generación al niño, hágalo. Sin ningún remordimiento. Pero no emplee ritos cristianos para celebrar una fiesta, que puede ofender a millones de católicos. Usted puede celebrar las fiestas que quiera con sus hijos, pero no trate de hacernos comulgar a los demás con ruedas de molino. Son cosas diametralmente opuestas. Un sacramento es algo serio  y profundo para los cristianos, no una payasada. 

Piensen.
Sean buenos.

Hoy la canción regalo es Contracorriente. Como esta sociedad. Espero que la disfruten. Con todos ustedes, el aragonés errante: ¡Bunbury!
https://www.youtube.com/watch?v=kFMJ6z99u2o