domingo, 15 de diciembre de 2019

Cumbre del Clima

Finalizó la Cumbre Mundial del Clima, COP25 que bajo el lema Tiempo para cambiar ha reunido a representantes de casi doscientos países, además de diferentes grupos de interés, asociaciones, periodistas, empresas, organizaciones, curiosos... Aproximadamente, unas 20 000 personas se han dado cita en Madrid. Durante estas casi dos semanas, los únicos acuerdos alcanzados han sido los hoteles, restaurantes de lujo y servicios de prostitutas repletos. Por supuesto, el despilfarro ha sido enorme. Lo importante es la imagen, por encima de la conservación del planeta. Interesante forma de cuidar el medio ambiente. 
La Cumbre ha sido un éxito organizativamente hablando... y un fracaso en cuanto a los acuerdos. Como era de esperar no se ha llegado a ningún pacto importante. Todo gestos de cara a posibles electores o clientes, pero ningún avance. ¿Quién esperaba algo de una cumbre por el clima en la que los países más contaminantes —China, Estados Unidos, India...— no participan? Es evidente que las emisiones de gases que provocan el efecto invernadero son sinónimo de crecimiento económico, y los países no están dispuestos a sacrificar ni un ápice su economía por el medio ambiente. Por tanto, todas estas cumbres son una farsa. De nada vale que reciclemos las botellas de cristal en España si países como China, Estados Unidos o la India con casi 3 000 millones de habitantes y responsables de la mayor parte de la contaminación mundial siguen tirando al mar toneladas de plástico. Esto debe ser un movimiento global. No valen las medias tintas. No sirven para nada los deberíamos. O es sí, o es no. Lo demás es pura charlatanería.

Es evidente que las únicas conclusiones de esta cumbre han sido aumentar los impuestos a los ciudadanos, es decir, a usted y a mí, con la justificación de que quien contamina, paga. Pero es una falacia más de las elites. Mientras los tontos útiles pagamos por un consumo sostenible, alguien, los de siempre, están llenándose los bolsillos. No creo que haya aún algún iluso que crea que todas estas cumbres sirven para algo. Estamos dominados por el capitalismo atroz. Y en aras de ese dios sacrificamos lo que sea oportuno. En este caso, algo tan insignificante cómo nuestro planeta. Hoy, todas las empresas y los famosos, presumen de su compromiso con el medio ambiente. Es lo que exige el manual de la buena imagen, pero a la hora de la verdad, todo ha quedado en mero postureo. Es la paradoja de los coches eléctricos. Hay quien todavía cree que son más ecológicos que los coches de motor de combustión. ¿De dónde creen que se obtiene la electricidad? ¿Del sol? ¿Del aire? ¿No será de los combustibles fósiles, esos tan denostados? Pero eso sí. Quién tiene un coche eléctrico presume de compromiso.

Piensen.
Sean buenos.

Sugiere doña @BeatrizBagatela que la canción regalo de hoy sea Como yo te amo, porque va de amor... de ese amor salvaje, natural y animal. Es una canción que la Tierra podría cantárnosla a nosotros, pero ¿y nosotros a ella? Aunque me ha exigido que no sea la versión original. A mí personalmente, me gustaba más, pero hay que darle algún capricho. Con todos ustedes: ¡Niños mutantes!
https://youtu.be/3CLyxDsOUsU

domingo, 1 de diciembre de 2019

El tesoro y el corazón

Cuentan que durante los funerales de un hombre muy rico, san Antonio de Padua se negó a que lo enterraran en un lugar consagrado. La razón que esgrimía el santo para afirmar semejante sentencia era que el rico carecía de corazón. Tras el estupor inicial de los presentes, fueron llamados unos médicos que, cuando abrieron el tórax del finado, encontraron, efectivamente, que el rico no tenía corazón. Finalmente, apareció el corazón. Estaba en su caja fuerte. Era evidente. Donde tenía su tesoro, tenía el corazón. Quizá deberíamos preguntarnos todos si tenemos el corazón en el pecho, o lo guardamos con nuestro particular tesoro
El problema no es que por dinero haya quien mate o muera. Lo realmente dramático es que incluso se pierden los principios y valores. Si no, que se lo digan a los responsables de Tele5, que consintieron durante la emisión de su famoso programa Gran Hermano una violación. No contentos con su hazaña, mostraron las imágenes a la víctima. Repugnante. Luego se les llena la boca con campañas del No es No y contra el abuso hacia las mujeres. Pero, como al acaudalado del principio de este artículo, lo más importante para ellos es el vil metal. Poco les importa las consecuencias puesto que su único interés es llenarse los bolsillos. Luego mandan un carta pidiendo disculpas y asunto arreglado. Pero más ricos. 

Algunas marcas, en un alarde de falsa dignidad, han decidido retirar su publicidad del programa. Con la desfachatez que los caracteriza, se han hecho los indignados ante semejante espectáculo. No creo que haya ningún iluso que piense que haya sido por dignidad. Todo es por salvaguardar su imagen, o lo que es lo mismo, su dinero. Si hubieran tenido un ápice de honorabilidad ni siquiera habrían aparecido en programas nauseabundos. Pero es evidente que lo único que les interesa es el dinero. Pero no se alarme. Todo es una pantomima. Ya vivimos algo parecido cuando este mismo canal de televisión entrevistó a la madre de uno de  los acusados del horrendo crimen de Marta del Castillo. Las marcas retiraron la publicidad del canal, pero poco a poco volvieron, porque solo buscan su interés. Ocurrirá lo mismo con estas marcas. Harán cualquier cosa para aparecer en uno de los programas más vistos de la tele. Y aquí está el grave problema. Miles de personas ven bazofia diariamente y no nos alarmamos. Hay quien dice que hay oferta porque hay demanda. Falso. La gente ve cualquier cosa por la tele sin ningún sentido crítico. Da igual lo que sea. Hoy es Gran Hermano, pero si mañana emiten pornografía infantil, habrá quien lo vea. Por tanto, ese argumento no es cierto. Hay demanda porque hay oferta. Quizá lo que habría que hacer es dotar a la población de esos valores y esos principios de los que hablábamos antes... pero me temo que es una batalla perdida.

Piensen.
Sean buenos.

Ya que hablamos de dinero, de anuncios y demás, creo que la mejor canción regalo es Zooropa, del disco homónimo de 1993. La primera parte de la canción son los eslóganes de varias anuncios. Magistrales, como siempre. Con todos ustedes: ¡U2!
https://www.youtube.com/watch?v=r5-pMWtz_mc