lunes, 27 de febrero de 2012

Seguridad al volante

Recuerdo con especial cariño cuando me saqué el carné de conducir que mi abuela, colocándose el dedo índice en la nariz, me decía con todo el amor de una abuela que tuviera mucho cuidado porque "el volante es un arma de doble filo". Cuando eres joven no haces caso a las personas mayores, pero según vas creciendo, te vas dando cuenta de lo sabios que eran. Afortunadamente, yo no he tenido ningún accidente de tráfico, pero podía haberme pasado, como a cualquiera que conduce con frecuencia.

Según la Dirección General de Tráfico (DGT), en el año 2010 —en su web no aparecen los datos de 2011— fallecieron en España 2478 personas en en 85503 accidentes. Esto significa que en un año en la carretera han fallecido más del doble de personas que las asesinadas por ETA en más de 50 años (839 asesinados). Asombroso. Según las propias estadísticas de la DGT las causas de estas muertes son, como bien suponen, las distracciones, las infracciones, la velocidad y el alcohol y drogas.

He observado, igual que lo habrá hecho usted, que una inmensa mayoría de conductores usa el teléfono móvil mientras conduce. Pues bien, voy a aportar mi pequeño granito de arena para intentar mejorar la seguridad en la conducción. Les propongo dos vías: Por un lado, que en  todos los coches nuevos que se vendan en España tengan instalado el sistema de manos libres Bluetooth. Instalarlo de fábrica es barato. Por otra parte, obligar a todos los conductores que tengan una línea móvil a instalar este sistema de manos libres. Seguramente así, se reducirían las distracciones y se mejoraría la seguridad en la carretera. Es solo una idea, pero poco a poco, podremos aumentar la seguridad.

Piensen.
Sean buenos.

lunes, 20 de febrero de 2012

Aprobar exámenes es fácil

Les aseguro que este caso es absolutamente cierto. En 2º de Bachillerato durante un examen, la profesora advierte que cierta alumna está bastante nerviosa, vigilando constantemente sus movimientos y mirando a todas partes, especialmente hacia abajo. La profesora, ante esta actitud decide acercarse a la alumna y observa que escondido entre sus piernas se encuentra un móvil. Inmediatamente le pide el móvil. La alumna se excusa explicando que únicamente estaba mirando la hora, pero al darle el teléfono a la profesora se lo entrega apagado. La alumna hace ademán de seguir el examen, pero la profesora le dice que no se moleste en continuar puesto que está suspensa por copiar. La alumna jura y perjura que no estaba copiando, y que no puede suspender, ya que le hace falta sacar muy buena nota para acceder a la carrera que el gusta. La profesora, impasible, le explica que al copiar está automáticamente suspendida.

Hasta aquí sería una historia normal de un alumno copiando en un examen. Lamentablemente un hecho que se repite más a menudo de lo que todos queremos. Lo realmente impactante fue que la alumna en su desesperación le preguntó a la profesora qué cuánto dinero debía pagarle para que le aprobara el examen, o en su defecto que le repitiera el examen en otra fecha. Pueden imaginar la cara de estupefacción de la profesora ante semejante propuesta.

Este ejemplo tan ridículo es solo uno más para preguntarme qué les pasa a nuestros jóvenes que lo quieren todo, lo quieren ya y lo quieren sin esfuerzo. Su baja tolerancia al fracaso los hace intentar sobornar a un profesor para lograr sus metas. Pregúntense ustedes qué habría pasado si cuando tenían 17 años, desde el instituto llaman a su casa para decirles que su hijo ha intentado comprar un aprobado. ¿La reacción de sus padres cuál habría sido? Esta es la sociedad que estamos generando y sinceramente me parece muy preocupante.

Piensen.
Sean buenos.

lunes, 13 de febrero de 2012

Sentencias y separación de poderes

Esta semana pasada hemos sido testigos de varias sentencias que han impactado mucho en la sociedad en general. Por empezar por orden cronológico hablaré de la sanción que el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) ha impuesto al ciclista Alberto Contador. retirándole el Tour de 2010 y sancionándolo a dos años de inhabilitación, lo que le impidirá competir en los Juegos Olímpicos de Londres 2012. A esto hay que añadir que desde Canal+ France se han mofado de los éxitos deportivos españoles, insinuando que nuestros grandes deportistas ganan gracias al dopaje, encendiendo aún más la polémica. Evidentemente, las redes sociales ardieron en apoyo del bravo ciclista de Pinto y descargando su ira contra el país vecino.

Por otra parte, el jueves se conoció que el Tribunal Supremo ha condenado al juez Baltasar Garzón a 11 años de inhabilitación por prevaricación, al ordenar las escuchas de las conversaciones entre los cabecillas de la trama Gürtel que por cierto significa Correa en alemán, como el mayor implicado y sus abogados. Esto supone la pérdida definitiva de la condición de juez. Las reacciones, como es lógico, tampoco se han hecho esperar por todos los medios, tanto escritos, como radiofónicos como televisivos, y por supuesto, en Internet. He observado una relación muy directa entre afinidad política y aprobación o desaprobación de la sentencia. Las personas más afines a la izquierda han mostrado su rechazo absoluto y las personas más afines a la derecha su satisfacción.

Recuerdo que cuando estaba en 5º de E.G.B. mi maestro don Jacinto me enseñó una cosa que todavía no he olvidado: La separación de poderes. Me explicó con el cariño con el que acostumbraba que había tres poderes en un Estado. El Legislativo, el Ejecutivo y el Judicial y que cada uno era absolutamente independiente del otro. De esto han pasado unos 27 años. Mal, muy mal vamos si en este periodo de tiempo tan escaso se nos olvida esto y formamos una amalgama de poderes en beneficio de la clase política. Corrijamos esto inmediatamente si no queremos perder el Estado de Derecho.

Piensen.
Sean buenos.

lunes, 6 de febrero de 2012

El protagonista es usted

Recuerdo que en mi infancia, aparecer en la tele era algo insólito. Se veía a la gente en televisión con un cierto halo de admiración, incluso de misterio. Era algo digno de contar a los amigos, familiares e incluso a desconocidos que tuvieran vídeo para inmortalizar semejante hazaña. ¿Qué decir de los concursos? Ganar una cantidad de dinero considerable estaba al alcance de muy pocos elegidos. Lo mismo ocurría con la prensa rosa. Antaño salir en las revistas de papel cuché (couché dirían los posmodernos) era algo solo imaginable por la nobleza y los artistas. ¿Y el cine? Más de lo mismo. Las películas inmortalizaban a reyes, princesas, hazañas épicas...

Hoy, aparecer en televisión es lo más sencillo. Hay infinidad de programas que buscan entre la audiencia a sus estrellas: Gran Hermano, Callejeros, Españoles por el mundo, Princesas de barrio... La lista es casi infinita. A esto se añade la cantidad de series en la que los protagonistas son maestros, médicos, taberneros... es decir, gente como usted o como yo. Los concursos dan muchísimo dinero por saber que el caballo blanco de Santiago es, efectivamente, blanco. En el cine el protagonista ahora es Torrente. Y en las revistas del corazón, la lista de las personas más influyentes del año son las amigas de un hermano del cuñado de un cantante de segunda fila...

Conclusión: El protagonista es usted. ¿Por qué ocurre esto? ¿Se ha acabado la imaginación? ¿Es más económico? ¿Más cercano? Sinceramente, no lo sé. Aunque pienso que puede ser un poco de todo, pero añadiendo un matiz importante. La democratización de la sociedad. Todos somos iguales: ¡Nada es mejor! ¡Lo mismo un burro que un gran profesor! como decía el gran Enrique Santos Discépolo en el inolvidable tango "Cambalache". . Por supuesto que todos tenemos la misma dignidad por ser personas, pero créanme, deberíamos saber distinguir entre burros y profesores...

Les dejo el enlace de la canción por si les interesa:



Piensen.
Sean buenos.