domingo, 26 de febrero de 2017

Sin bragas y a lo loco


Desde hace años, las discotecas permiten la entrada gratuita a las mujeres. Lo justifican como un gesto de elegancia y caballerosidad para con las dulces y frágiles damiselas. No creo que haya nadie que se deje engañar por este burdo truco. Con esta sencilla maniobra los hombres —o australopithecus, aunque ellos se empeñen en pensar que son homo erectus— llenan el local pensando que podrán aparearse con una hembra con prontitud. Es el viejo truco del palo y la zanahoria para engañar a los sandios. Al final, como era de esperar, la discoteca se convierte en una plantación de nabos que terminan embriagándose cual lémures, ahogando sus calenturas en alcohol. Es decir, el negocio perfecto para la sala.

Pero eso era antaño. Una discoteca de Barcelona en un cartel dirigido a mujeres sin marido, ofrece entrada gratis, una copa y ¡100 euros! a las mujeres que acudan sin bragas. Como siempre, hay algún descerebrado que está a favor de estas iniciativas ya que las mujeres no están obligadas a ir al local. Pobrecillos. No dan más de sí. Otros opinan que habría que darle un escarmiento a estos facinerosos y llenarle la sala de mujeres sin bragas, que cobren sus 100 euros, se tomen su copa gratis y abandonen el garito como almas que lleva el diablo. Ya no es cuestión de buen o mal gusto. Ni siquiera de que la propuesta sea legal o no. Es gravísimo que a un imbécil se le ocurra semejante disparate y que lo lleve adelante. ¿En qué nos estamos convirtiendo?
Esta generación no conoce el significado de la palabra respeto, ni es consciente de que la mujer tiene un valor infinito. Siguen mercadeando con ella. Luego nos sorprendemos de que en España hayan matado a 15 mujeres en lo que llevamos de año. A este ritmo, en diciembre, superaremos las 90 asesinadas. Es solo una consecuencia. Aunque nos cueste asimilarlo, seguimos tratando a las mujeres como meros objetos, por tanto, cuando me canso del juguete, lo tiro... o lo mato. Los sesudos planes contra la violencia contra las mujeres no serán efectivos, porque los eslóganes, los teléfonos contra el maltrato, las oficinas, los miles de trabajadores y cualesquiera herramientas que usemos no pueden sustituir a la educaciónLa solución no es de las administraciones. No se engañe. Usted tiene la obligación de trasmitir valores sinceros a sus hijos. Edúquelos desde el respeto y no los convierta en imbéciles como los del anuncio, en maltratadores, o en  asesinos. La solución está en su mano.

Piensen.
Sean buenos.

En esta ocasión ha sido Mrs. Scatafalco quien se ha aventurado a incluir la canción regalo. It's a man's a man's man's world. Es un mundo de hombres. Estupendo aporte. Con todos ustedes: ¡James Brown!
https://www.youtube.com/watch?v=H77fRz1rybs




domingo, 19 de febrero de 2017

Gestación subrogada

Hay quien no puede tener hijos y decide alquilar un vientre. Se llama gestación subrogada. El nombre es difícil, pero el proceso es sencillo. Una mujer acepta gestar en su vientre al hijo de otra persona o pareja, comprometiéndose a entregar al niño cuando nazca, renunciando a su filiación. El embrión puede ser resultado de una inseminación artificial o de una fecundación in vitro y los gametos pueden proceder de ambos progenitores; de un progenitor y de una donación; o de donaciones. Como ven un abanico muy amplio. Legalmente, también hay variaciones entre los diferentes países. En la mayoría de los países europeos está prohibido. En otros, es legal únicamente de manera altruista. Sólo en unos pocos es legal y está retribuido. Como es lógico, el coste varía. En Estados Unidos los precios oscilan entre 120 000 y 150 000 euros, mientras que en Rusia o Ucrania, se conforman con unos módicos 50 000 euros.
Quienes están a favor, arguyen que la gestación subrogada es una técnica de reproducción asistida más, y que la adopción es un proceso lento —y costoso—, por lo que ayudaría a quienes quieren ser padres. También lo consideran una opción libre y voluntaria de tener hijos. En contra están quienes opinan que las mujeres no pueden ser consideradas meras incubadoras. Sería convertir a la mujer en pura mercancía. La cosificación más repugnante. Han sido varios famosos quienes han optado por esta forma de ser padres: La baronesa Thyssen, Miguel Bosé, Ricky Martin, Cristiano Ronaldo... Por supuesto, si ellos pueden, nosotros, el populacho infecto, también. ¿Quién dice que usted no puede ser padre o madre?

El problema radica en que nuestra sociedad no acepta el no por respuesta. Es imposible que uno no alcance sus metas. Hoy, usted puede comprar lo que le plazca. Legal, alegal o ilegalmente. Vivimos en un mundo saciado de derechos. Tenemos derecho a todo. Si no alcanzamos aquello que deseamos, y lo consideramos un derecho, nos frustramos.  Y por si queremos tener un hijo y no es posible, tenemos derecho a comprarlo. Solo necesitamos dinero. Y de esta forma convertimos a la mujer en una paridora. En una coneja para satisfacer nuestros derechos. Para humillar aún más a la mujer, son las personas sin recursos las que aceptan estos tratos. Lógico. Cuando una mujer de clase acomodada alquile su vientre para concebir el hijo de otros creeré que la maternidad subrogada no es una nueva forma de explotación de las mujeres. Es una nueva forma de esclavitud del siglo XXI. Hoy nos escandalizamos con los barcos negreros, pero los vientres de alquiler se consideran una bendición. ¿Vamos a seguir consintiendo esto?

Piensen.
Sean buenos.

Quiero agradecer de nuevo a doña @BeatrizBagatela sus aportes musicales. Estoy planteándome incluso cambiar el nombre del blog e incluir sus créditos. Gracias Beatrix. Hoy nos regala Bang Bang. El clásico que en su día grabaron Cher y Nancy Sinatra, interpretado por una increíble voz y un ukelele. Con todos ustedes: ¡Imelda May!
https://www.youtube.com/watch?v=YktYioFl5D4

domingo, 12 de febrero de 2017

Tetaurantes

La historia es bien sencilla. Seis tiparracos sin experiencia previa en hostelería, e imagino bastante garrulos, cansados de que los echaran de los restaurantes, decidieron crear un local a su imagen y semejanza. Al ser más primitivos que un neandertal, no se les ocurrió otra cosa más que abrir un restaurante basado en grandes jarras de cerveza, comer con las manos y en tías buenas. Como no podía ser de otra forma, decidieron bautizar a su engendro como Hooters. Es decir, Tetazas. En la cima de su ingenio, en el logo incluyeron unos ojos de búho asemejando unos pechos. Imagino sus risas simiescas. Seguro que ahora comprenden porqué los echaban de los restaurantes ¿verdad?
Por supuesto, las trabajadoras que atienden al público son todas mujeres. El uniforme de trabajo es una minicamiseta en la que se lee el nombre del restaurante y unos pantaloncitos cortos, que no dejan nada a la imaginación. Por supuesto, las chicas deben hacer bailecitos provocativos y calentar al personal. Imagino que para que los orangutanes que visitan el antro beban más. Como ven, todo muy digno. Los responsables de la cadena aseguran —sin sonrojo— que su filosofía es la deportividad, un espíritu sano y agradable. No piensen que el negocio se ha ido al garete como cabría esperar. Al contrario. Actualmente cuenta con más de 425 restaurantes, tanto en Estados Unidos como en otros 19 países. Y ahora quieren desembarcar en España. Primero en Barcelona, pero con intención de abrir otros 15 en siete años. Como era de esperar, aquí hemos bautizado a estos tugurios como Tetaurantes. ¡Qué gracejo tenemos!
Lo más triste, quizá, es que el motivo de la apertura de estos antros es que ¡hay competencia! Están abriendo otros locales con la misma filosofía y los están robando nicho de mercado. Siempre habrá quien vea estos locales como un movimiento de liberación femenina, o como una oportunidad, ya que nadie está obligado a trabajar aquí. Evidentemente, opinan que los que estamos en contra es porque estamos cargados de prejuicios... Otros, entre los que me incluyo, pensamos que si no podemos imaginarlo al revés, es decir, un restaurante donde todos los camareros fueran en tanga marcando paquete, es que es sexista. Y lo es por la sencilla razón que utiliza el cuerpo de la mujer como mero objeto. Entiendo a los paletos macacos que crearon el producto, pero que haya gente interesada en acudir a estos lugares es aberrante. ¿Habrá alguien —que tenga aprobada la ESO— que se le ocurra celebrar San Valentín junto a su novia en este garito? ¿O realice una comida familiar inculcando estos valores a sus hijos? No olvide una máxima: Si una marca debe emplear un reclamo externo a su producto es que el producto es una basura. En una sociedad opulenta, donde tenemos cualquier cosa a nuestro alcance, todavía hay algunos que acuden a tugurios para ver mujeres semidesnudas. Lo dicho, somos unos gañanes.

Piensen.
Sean buenos.

Hacía tiempo que doña @BeatrizBagatela no nos agasajaba con su canción regalo. Hoy, su elección es Fahrenheit 451. Casi todas las personas buenas que me rodeaban eran la peor basura que puedas tirar, cerdos ignorantes, sois unos hijos de puta... lo siento. No puedo evitarlo, de verdad que no puedo evitarlo. Con todos ustedes: ¡Iván Ferreiro!


domingo, 5 de febrero de 2017

Impunidad de los funcionarios

Esta semana se ha descubierto el caso de Carles Recio. Un funcionario que acudía todos los días puntual, tanto por la mañana como por la tarde, a fichar —mediante su huella dactilar— a su oficina. Lo curioso del caso es que no pisó su puesto de trabajo durante ¡diez años! De hecho, no tiene despacho ni ordenador. Sus propios compañeros aseguran que solo acudía al centro de trabajo para negociar sus vacaciones. Era jefe de la Unidad de Actuación Bibliográfica con dependencia de la directora del Archivo General de la Diputación de Valencia. Su sueldo era cercano a los 50 000 euros anuales. En su defensa, el señor Recio asegura que su presencia en la oficina no era necesaria y que trabajaba como un negro. Tras el escándalo, esta semana se le ha reubicado en un despacho. No entiendo nada. Si lo que hacía era correcto, ¿por qué se corrige? Algún día hablaremos sobre las diputaciones provinciales, su más que demostrada inutilidad y sobre la colocación a dedo de amiguetes en puestos públicos. Luego nos extrañamos de que España ocupe el lugar que ocupa en cuanto a corrupción. Dentro de nada, nos batiremos el cobre con superpotencias de la talla de Afganistán o Somalia.
Permítanme incluir esta escena del gran Forges
No es el primer caso. Ni será el último. Famoso fue el caso de otro funcionario de Cádiz que estuvo cobrando más de seis años sin siquiera ir a fichar. O la de los encargados de atención telefónica al ciudadano cuyo horario es de 9 a 14 y que hacen horas extra hasta las 17. ¿Qué hacen esas tres horas aparte del gandul? Hay algún funcionario que reconoce abiertamente que no hace absolutamente nada en su jornada laboral aparte de jugar al Buscaminas y leer la prensa deportiva. Por no hablar del espinoso asunto de los liberados sindicales. Yo mismo he presenciado cómo una jefa de sección se fue a las 12 del mediodía porque tenía resaca y en la firma indicó que había salido a las 16. No solo elude su trabajo sin motivo sino que encima incluye más horas de las realizadas para poder escaquearse otro día. Indignante. Como ven, ejemplos hay a miríadas. Pregunte a cualquier amigo o familiar. Todos tienen la percepción de que los trabajadores públicos holgazanean en su jornada laboral. Cuyos desayunos son eternos. Por no hablar de bajas médicas prolongadas ad nauseam. ¿Nunca se han planteado el porqué de tan mala fama? ¿Casualidad? No lo creo.

No me malinterpreten. No es un ataque al empleo público. Todo lo contrario. He trabajado para la Administración y mi experiencia me dice que la mayoría de los empleados son más que eficientes. Aunque siempre hay sinvergüenzas. Como en todos los ámbitos. En la empresa privada y en la pública. La enorme diferencia es que si un trabajador de una empresa privada no acude a su puesto de trabajo, no ya diez años, sino diez días, se va a la calle. Con toda justicia. El gran escándalo es la ausencia de consecuencias del empleado público ante posibles tropelías. La culpa no es del funcionario, que puede ser un golfo o un canalla, sino de un sistema corrupto, que consiente, y casi alienta, este tipo de conductas. ¿Hay todavía algún ingenuo que piense que a nuestro protagonista de hoy lo van a echar o, al menos, devolverá lo cobrado indebidamente? La impunidad es repugnante. Y no me digan que han aprobado una oposición y que cualesquiera nos podemos presentar. Los demás hemos pasado otros procesos de selección para tener nuestros trabajos, y eso no nos da carta blanca. ¿Por qué ningún gobierno se atreve a plantear la reestructuración del empleado público? 

Piensen.
Sean buenos.

La canción regalo de hoy es Non, je ne regrette rien. No me arrepiento de nada. Como esta gentuza que sigue viviendo sin ningún pudor. Con todos ustedes: ¡Edith Piaf!
https://www.youtube.com/watch?v=7I7u_XLtFa0