domingo, 26 de mayo de 2019

Presunción de inocencia

Harvey Weinstein es, o era, un afamado productor de cine estadounidense. Ganó varios premios a lo largo de su dilatada carrera, incluido el Óscar a la mejor película en 1999. Como dato curioso, en la ceremonia de entrega de los premios, entre 1993 y 2016 ha sido nombrado o elogiado 34 veces. Las mismas que Dios. Era uno de los reyes de Hollywood. Pero todo eso cambió en octubre de 2017. Decenas de mujeres lo denunciaron por acoso y violación, lo que provocó que fuera expulsado de su propia compañía y de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas. Fueron tantas las acusaciones que se popularizó el movimiento #MeToo en las redes sociales. En mayo de 2018 fue detenido, acusado de violación y puesto en libertad bajo fianza. La caída de un gigante.
Hace pocas fechas, hemos conocido que en el inminente juicio, que se celebrará en junio, su abogado defensor será Ronald Sullivan, decano de una residencia de pregrado de Harvard. Desde que se conoció la noticia, la presión estudiantil ha sido muy intensa. Aseguran que el ambiente era insostenible. Se produjeron pintadas, sentadas, multitud de enfrentamientos... hasta que finalmente, Rakesh Khurana, decano del Harvard College decidiera enviar un correo electrónico al señor Sullivan indicándole que cesan sus servicios. Es decir, estaba despedido. Lo que subyace es que nadie de Harvard debe defender a un monstruo como Weinstein.

No seré yo quien defienda al señor Weinstein. Y mucho menos voy a justificar delitos tan despreciables. Si es culpable que caiga sobre él todo el peso de la ley. Pero no olvide que cualquier persona puede ser un violador salvaje y, por horribles que sean sus delitos, tiene derecho a un juicio justo y a ser defendido lo mejor posible. ¿O solo pueden optar a un buen abogado quienes nosotros consideremos dignos de tal privilegio? Recuerden que ha habido denuncias de abusos sexuales, también en Hollywood, demostrándose al final que eran inocentes. Que le pregunten a Morgan Freeman. Lo que llama la atención es la necedad de la sociedad actual. En una sociedad repleta de paparruchas —fake news las llaman los posmodernos trasnochados— nos consideramos capacitados para juzgar por las informaciones de la prensa. No esperamos la sentencia del juez. Cualquiera está juzgado y sentenciado por la masa. Quizá lo más grave es el poder que tiene la opinión pública y el sometimiento de la universidad. Lugar donde debería imperar la sabiduría y el sentido común. Pero ya saben, quien paga, manda. Rezaré para no tener nunca que ser objeto de esta opinión pública.

Piensen.
Sean buenos.

Hoy plantee un reto a @BeatrizBagetela. Consistía en elegir canción sin conocer el tema. Le prometí que pondría lo que me dijera. Me ha respondido esto. Acepten un consejo. Nunca le prometan nada. Gracias querida amiga. 

Hoy me tocaba sorprender a mi amigo. Porque la elección musical era ciega. Sin saber tema de artículo. Un reto de él hacia mí. Me conoce. Le conozco. Reto aceptado.
Pues el caso es que hoy... no voy a hablar de lo que escribe, hoy voy a hablar de él.
Mi elección para ello es Mystery of love, de Sufjan Stevens para la película Call me by your name
Es una delicia que suena y habla de la potencia del amor, de la fuerza que da la capacidad de querer, habla del valor, de la sensibilidad y de la honestidad... Bueno, pues todo eso es mi amigo, bendecido por el misterio del amor. 
Gracias, DIEGVS.
https://www.youtube.com/watch?v=4WTt69YO2VI

domingo, 19 de mayo de 2019

Democracia, ¡qué falacia!

Definir a la clase política española como decepcionante es ser infinitamente generoso. No hace falta más que leer los diarios para observar, atónito, que nuestros políticos son unos sinvergüenzas sin remedio. Según el CIS, un 60% de los españoles consideramos que el mayor problema que tenemos es el paro. No obstante, hay más de tres millones de desempleados en nuestro país. Tras este problema, los dos siguientes son la corrupción y el fraude (33,3%) y los políticos (29,1%). Es decir, más de la mitad de los españoles considera un problema la clase política y sus golferías. Quizá es tiempo de cambiar esto. Evidentemente, si uno no es parte de la solución, es parte del problema. Y esta clase política merece ser cambiada completamente.
Andrea Levy y Daniel Lacalle, diputados electos por el Partido Popular en las pasadas elecciones generales, han renunciado a sus escaños en el Congreso. Marimar Blanco e Ignacio Echániz ocuparán sus puestos. No son los únicos casos. El PSOE ha estado negociando hasta con los bedeles para intentar colocar a Miquel Iceta como presidente del Senado... cuando se había presentado a diputado. Finalmente, el veto de los independentistas ha impedido que ocupe tan ansiado sillón. Se puede justificar de mil formas. Se puede repetir en los medios que Madrid es su prioridad, o que ese paso al lado es por generosidad. Incluso se puede recurrir al Tribunal Constitucional lo que asume como afrenta. Y al final, como gesto de buena voluntad habrá dos catalanes como presidentes de ambas cámaras.

Es evidente, pues, que sus respectivas inclusiones en las listas electorales es pura mercadotecnia. Utilizan la cara de un conocido para tratar de arrancar votos a los indecisos. Sus grandes pensadores prefieren estas estratagemas sinsentido a plantear propuestas serias que beneficien a todos. Ellos sabrán. Prefiero pensar eso a creer que renuncian a sus sillones por no haber alcanzado sus metas, como por ejemplo, una cartera ministerial. O la obligación de pagar unos sueldos a quienes se han quedado fuera de juego. Quizá es un poco todo. Es la confirmación de que nuestros representantes públicos se ríen de nosotros. Lo que es indiscutible es que el único interés de esta gentuza es perpetuarse en el poder. Jamás se han preocupado por la educación, ni la sanidad, ni por las mujeres asesinadas... Su único fin es colocar a sus amiguetes —y amigotes— en chiringuitos públicos para seguir desangrando el país. Hace tiempo nuestros políticos se dieron cuenta de que no los votamos a ellos, sino que votamos para que no ganen los otros. Esa es su arma. Y la emplean sin piedad. Y, lo que es más grave. Mientras, nosotros les seguimos el juego. La triste conclusión es que tenemos lo que nos merecemos.

Piensen.
Sean buenos.

La canción regalo de hoy es Nueva sensación. Es la propuesta de doña @BeatrizBagatela. Hablando del enganche y la atracción que puede suponer una nueva sensación. Pero, ¿y si esta es el ansia de buscarlo y querer perpetuarse en él? Con todos ustedes: ¡Second!
https://www.youtube.com/watch?v=z1QV7jqiXKA


domingo, 12 de mayo de 2019

Trabajo basura

Aprovechando la inminente celebración en Madrid el 1 de junio de la final de la Champions League —o lo que los nostálgicos seguimos llamando Copa de Europa— la UEFA ha publicado un anuncio en la página www.danza.es, dependiente del Instituto Nacional de Artes Escénicas y de la Música, buscando 200 bailarines para la ceremonia inaugural del partido. La noticia quedaría aquí si no fuera porque la UEFA quiere que estos bailarines lo hagan de manera voluntaria. Gratis. Por supuesto deben ensayar durante dos semanas. Eso sí. La UEFA, cuyos ingresos son multimillonarios, en un alarde de generosidad sin límites, asegura que ofrece la oportunidad de ser parte de la final de la Champions League, vivir una experiencia única, y recompensará con un sentimiento de alegría inolvidable y con el orgullo de ser parte de un evento importante y global.
No es algo que ocurra solo en el fútbol. Como soy trabajador social lo he vivido muy de cerca. Recuerdo que hace muchos años trabajaba para una asociación cuyos salarios eran irrisorios. Un día propusimos un aumento de sueldo, y los responsables alegaron ¡que teníamos que sentir los colores! Es decir, estar en concordancia con los valores de la ONG imposibilita cobrar retribuciones justas. Imagino a los presidentes de los equipos de fútbol negociando el sueldo de sus superestrellas a la baja porque sienten los colores. Incomprensible. Desgraciadamente, pasa en todos los ámbitos. O trabajo voluntario o mal remunerado. Seguro que usted conoce algún caso de primera mano. Por último están las afirmaciones de la candidata del Partido Popular a la Presidencia de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. Asegura que hablar de empleo basura es ofensivo para el que está deseando tener uno, ya que el trabajo basura da oportunidades. Esa es la realidad. Hemos conseguido normalizar el trabajo basura.

Lo realmente importante es que la rueda del consumismo siga rodando. Hemos logrado hacer más ricos a los ricos, mientras nosotros nos creemos unos privilegiados porque un chaval en bicicleta nos lleva la comida a casa. Eso sí, su sueldo es un insulto. Pero ¿qué más da? Hemos conseguido lo que tanto ansiábamos: Empleos precarios, viviendas indignas, pobreza energética, educación paupérrima, derechos olvidados... Aunque eso sí. Tenemos empleo. No podemos quejarnos. Dentro de unos años nos felicitaremos porque nuestro jefe solo nos ha flagelado una vez. Habría que explicar a los mandamases que el trabajo es un derecho. No es una forma de hacer papilla a los más necesitados. Es muy cómodo hablar de trabajos basura desde el poder. Estoy convencido de que la señora Díaz Ayuso no quiere esos trabajos para ella ni para sus hijos. El populacho lo acepta porque si no, no tiene qué comer. Es así de sencillo. Y hay empresarios desalmados que se aprovechan de la situación de necesidad. Desgarrando a los trabajadores, exprimiéndolos como limones. Y cuando no sirven... que pase el siguiente. Si esto es lo que queremos, adelante. Pero si a usted, estas situaciones de injusticia le provocan malestar, ha llegado el momento de cambiar. No es momento ya de quejarse. Es momento de actuar.

Piensen.
Sean buenos.

La canción regalo de hoy viene de la mano de doña @BeatrizBagatela. RebellionNo uses tu sentido común, ellos quieren que juegues, vacío, una idiotez, es lo que ellos cultivan. Será mejor que corras el camino, pero no lo haré. Creo que queda poco que añadir... Con todos ustedes: ¡Oso Leone!
https://www.youtube.com/watch?v=ypOwTZs7ag4

miércoles, 8 de mayo de 2019

Desastre del Barcelona

Debacle azulgrana. Otro año más el Fútbol Club Barcelona vuelve a quedar eliminado de la final de la Copa de Europa. Ya ocurrió el año pasado cuando, tras ganar en el Camp Nou 4-1 a la Roma, fue goleado por el conjunto italiano 3-0. Este año, cuando parecía que se presentaba en Anfield con la lección aprendida y, con la clara ventaja que le otorgaba el 3-0 del partido de ida disputado en Barcelona, cayó derrotado, por un contundente 4-0 en Liverpool. Adiós al sueño europeo. Otro año más, y van... Es hora de buscar responsables. El primer señalado siempre es el mismo, el entrenador. Mucho me temo que el puesto del txingurri Valverde está en entredicho.
REUTERS
El ridículo fue mayúsculo. Sin comentar el último gol recibido, propio de benjamines. Es inadmisible que un equipo que aspira al trono europeo encaje ese gol. Pero no fue solo ese gol lo que eliminó al Barcelona. El Liverpool fue mejor en el partido de ida, aunque encajara una derrota dolorosísima, e infinitamente superior en Anfield. Y sin contar con tres de sus mejores jugadores: Salah, Firmino y Keïta que se encontraban lesionados. No hay que olvidar que los jugadores del Barça pudieron descansar la anterior jornada liguera, mientras que el equipo inglés llegaba al partido decisivo más cansado, puesto que aún  está disputando la Premier League en dura pugna con el Manchester City. Conclusión: El Barcelona hizo el ridículo y fue humillado en la Copa de Europa.

Quizá al equipo le ha faltado humildad. Daban por hecho, no solo el pase a la final, sino incluso la victoria del torneo y ya se hablaba de Triplete, e incluso Sextete. Faltaron al respeto al Liverpool y han salido escaldados. Esperemos que las próximas temporadas aprendan la lección. Recuerden: La Copa de Europa no es un torneo sencillo. Llama la atención que ayer el capitán no diera la cara. Es lo habitual. Quien acapara las cámaras en la victoria las rehuye en la derrota. Quizá el Barcelona debería preguntarse si ha dilapidado a Messi. Hay quien dice que es el mejor de la historia —yo discrepo—. Desde que debutara en 2004 con el Barcelona ha ganado solo cuatro Copas de Europa. Un gran palmarés, sin duda, pero no excelente. Y es la realidad de Messi. Un gran jugador, pero no el mejor. El mejor jugador del mundo hace campeón a su equipo. Ocurrió con Pelé, Di Stéfano, Cruijff, Maradona... Pero Messi no. Messi ha ganado tanto por haber estado acompañado de unos jugadores maravillosos: Valdés, Puyol, Xavi, Iniesta... que hicieron campeonar a España en el Mundial de 2010 de Sudáfrica. Pero sin ellos, es un gran jugador, pero muy lejos de ser el mejor. 

Piensen.
Sean buenos.

La canción regalo de hoy solo puede ser You'll never walk alone. No hay que explicar motivos. Con todos ustedes: ¡Gerry & The Pacemakers!

domingo, 5 de mayo de 2019

Linchamiento a periodistas

Durante la retransmisión televisada de los actos conmemorativos del 2 de mayo, la veterana periodista María Rey, con más de 30 años de televisión a sus espaldas, cometió un error. Un lapsus linguæ.  Aseguró que las fiestas eran un homenaje a las víctimas de los caídos en aquel levantamiento contra las tropas de Franco. Confundió Franco con Francia o Napoleón. Nada grave. Cuando le advirtieron del desliz, rectificó. Parecía que todo iba a quedarse en una simple anécdota de un programa en directo de cuatro horas. Pero no. Esto es España. Hay veces que pienso que el nombre de España procede del latín vulgar, país lleno de hiel.
Las reacciones en las redes sociales no se hicieron esperar. Un ejército de odiadores profesionales, capitaneados por un ilustre académico —quizá con afán de notoriedad—, y diferentes periodistas repletos de ira, han atacado con una agresividad desmedida a María Rey. Le achacan ser una ignorante y una sectaria. Por supuesto, también se le acusa de estar casada con su marido y de tener este trabajo gracias a la influencia de él. Afortunadamente, la señora Rey tuvo el valor que no han tenido otros, y ha asumido su error y ha contestado a aquellos que le han achacado su falta de preparación que fue un error del directo. Sin más.

No estoy aquí para defender a nadie. Y menos a una profesional con una carrera dilatada. Puede gustar o no, pero no me presento como abogado de nadie. Quiero centrarme en el hecho en sí. Da igual. No importa quién cometa el error. Lo preocupante es que vivimos en un país en permanente estado de excitación. Con una piel muy fina. Predispuestos a la ofensa. No se perdona nada. Preparados como un felino para saltar a la yugular del otro. ¿Es usted consciente de que cada día evitamos hablar de determinados temas para no ofender al otro? ¿En qué nos estamos convirtiendo? Somos un país de idiotas. Empeñados en autodestruirnos. Maldito país cainita. Ojalá 2019 sea el año de la reconciliación entre las dos Españas, o las tres, o las que sean. Pero esto es insufrible. Por favor, dejemos de hacer el imbécil y preocupémonos por las cosas realmente importantes. Vivimos en un gran país. Construyamos uno excelente. Entre todos. Dejando a un lado las disputas pueriles.

Piensen.
Sean buenos.

No puedo elegir otra canción regalo para hoy. The fly. En esta ocasión, la versión en directo durante el Zoo TV Tour. La canción está repleta de aforismos. El vídeo, repleto de mensajes subliminales es sencillamente apoteósico. Siempre recomiendo escucharla a un volumen elevado. Por cierto, no se pierdan las gafas de Bono. Solo algunos elegidos pueden tener unas iguales. Con todos ustedes: ¡U2!
https://www.youtube.com/watch?v=p-XgdWdbvRs