domingo, 29 de julio de 2018

Selección natural

Aseguraba Charles Darwin en su célebre El origen de las especies que existen miembros de la población menos adaptados a su medio ambiente que otros mejor adaptados, por lo que morirán con mayor probabilidad. Es decir, los individuos más adaptados desplazan a los menos adaptados. El ejemplo que puede ilustrar esto es el albinismo en las zonas glaciares. Fue una mutación inesperada, pero los individuos albinos lograron adaptarse mejor al medio en el que vivían, provocando el desplazamiento de la raza autóctona.
Pasan los años, incluso los siglos, y observamos cómo se cumple la teoría darwiniana. Tenemos los conocimientos y la tecnología, pero aún hay individuos que consideran que es sano beber leche cruda, o prefieren no vacunar a sus hijos, o pretenden curar enfermedades a través de la homeopatía. Hay quienes piensan que la tierra es plana. Otros, con millones de seguidores en las redes sociales opinan que el hombre no ha llegado a la Luna y que todo ha sido una farsa orquestada por la NASA. Y en colmo de la estupidez nos encontramos quienes saltan desde el balcón del tercer piso de un hotel a la piscina, con las consecuencias esperadas por todos. Podríamos seguir poniendo ejemplos ad nauseam.

Esta es la sociedad que hemos creado. Una sociedad de memos, de ignorantes y de soberbios que se niegan a reconocer sus errores. Mucha culpa es de esta modernidad aplastante que asegura que nuestra opinión es tan respetable como la de los demás. Cualquiera puede decir una sandez de dimensiones colosales, pero siempre defenderá que es SU verdad. Como si LA verdad pudiera modificarse al gusto del cliente. Cuenta lo mismo la opinión del necio que  la del sabio. Una sociedad abocada al fracaso, en el que las idioteces tienen millones de seguidores, mientras que los conocimientos de los expertos son despreciados. Quizá porque no pierden el tiempo buscando el aplauso de la red. Ante este panorama, es evidente que tendrá que ser la Naturaleza quien decida qué individuos son los mejores adaptado y así realizar la selección natural. Que tengan suertecita.

Piensen.
Sean buenos.

Y ya que les deseo Que tengan suertecita, la incluiremos como canción regalo. Permítanme tomarme un tiempo de vacaciones. Nos vemos a la vuelta. No me fallen. Disfruten mucho. Con todos ustedes: ¡Bunbury! https://www.youtube.com/watch?v=7FmRj-7-sMc

domingo, 22 de julio de 2018

Objetivo: Esconder a los pobres

Esta semana me ha llamado una colega, una trabajadora social de un pueblo de Toledo. Quería saber si teníamos plaza en el albergue de personas sin hogar donde trabajo para un hombre que deambula por su pueblo desde hace unos tres meses. Le pregunté qué plan de actuación tenía pensado. ¿Había tramitado algún tipo de ayuda económica? ¿Qué intervención estaba haciendo con él? Su respuesta fue contundente. Ni habían tramitado nada ni habían intervenido con él en ningún aspecto. Simplemente querían que viniera al albergue porque si no salían en los periódicos. No podía consentir que un pobre estuviera en su pueblo. ¿La solución? Sencilla. Hacer desaparecer el problema. Y la forma más sencilla es enviarlo al albergue.
Esta compañera —hoy me siento generoso y así la llamaré, es una sinvergüenza sin escrúpulos. Es conocedora del centro y sabe que es un recurso de urgencia. No es un recurso residencial, y mucho menos, una alfombra donde esconder la basura, a las personas sin hogar. Lo más peligroso es que esta trabajadora social, es una funcionaria pública. No había hecho nada por intentar mejorar la situación de este hombre. Ni siquiera se ha preocupado por saber su nombre. Su único interés —imagino que presionada por sus superiores— era que los habitantes del pueblo no vieran que hay pobres por sus calles. Tenía que hacer lo que fuera menester para echar a este hombre de su municipio. Su trabajo no puede ser ocultar la pobreza. No puede ser negar la realidad. Es pueril. Si no lo veo, no existe.

¡Qué tragedia de sociedad! Los responsables de, al menos, aliviar el dolor y el sufrimiento de los más desfavorecidos, no solo no llevan a cabo su cometido; sino que engañan a la sociedad para que piense que el problema no existe. Estamos anestesiados, drogados, y no vemos, o lo que es más dramático, no queremos ver, a los pobres. Nos molestan. Los eliminamos de nuestras calles y de nuestras vidas, con el anhelo infantil de hacerlo desaparecer. Puedo estar equivocado, es lo más probable, pero a lo mejor, si somos conscientes de que existe la pobreza, podremos erradicarla. De esta sencilla forma, utilizaremos las herramientas necesarias para evitar que cualquier persona duerma en la calle. Ya les digo yo, que nadie quiere ni le agrada. Es hora de hacer políticas inclusivas para que no haya nadie sin hogar. Poner parches chapuceros escondiendo a los pobres, lo único que hace es estigmatizarlos sin solucionar nada. 

Piensen.
Sean buenos.

Me apetecía incluir la canción It's the end of the world as we know it (and I feel fine). Una de mis canciones favoritas de siempre. Con todos ustedes: ¡R.E.M.!
https://www.youtube.com/watch?v=OA_CndlBu0g

domingo, 15 de julio de 2018

El fraude de Messi

Se apagan las luces del Mundial. Esta tarde tendremos un nuevo campeón del mundo. Francia y Croacia competirán por alcanzar el cetro del fútbol mundial. ¡Suerte a ambas selecciones! Y cuando termina un evento de esta envergadura toca analizar y evaluar a las grandes estrellas del balompié. Aparte de las finalistas, merecen el aplauso unánime del público, Bélgica e Inglaterra que han llegado a semifinales. Y, entre las grandes decepciones, están Alemania, España, Portugal, Brasil y Argentina. Firmes candidatas a alzarse con la Copa del Mundo y que hicieron las maletas precipitadamente. Calamitoso el papel de España que solo ganó un partido frente a Irán con un gol de rebote.
Aunque uno de los más damnificados tras el Mundial ha sido Messi. Hay quien considera al argentino, no como el mejor jugador del mundo, sino de la historia. Craso error. Todos sabemos que es un gran jugador, quizá de los mejores, pero no es el mejor de la historia, ni de lejos. El mejor jugador del mundo debe hacer campeón a su equipo, como hicieron Pelé, Di Stéfano, Cruyff, Maradona, Zidane... Ningún jugador puede ser considerado el mejor de la historia sin haber ganado un Mundial o la Copa América en caso de Messi. Y me temo que ya es tarde para ver a Leo levantando una Copa del Mundo. No dudo de la calidad de Messi, ni de sus registros. Pero estos, simplemente, le califican como un gran jugador. No como el mejor.

La realidad de Messi es que ha jugado en el FC Barcelona, arropado por grandísimos jugadores. De hecho aquellos jugadores sí ganaron la Eurocopa y el Mundial. Hablo de Puyol, Xavi, Iniesta, Valdés... Con ellos, su equipo fue invencible, pero cuando se retiraron, los títulos del argentino han quedado muy atrás. De hecho, durante los mejores años como futbolista, solo ha ganado una Champions League, por cuatro de su rival, el Real Madrid. Sus defensores argumentarán que ha ganado muchas ligas y Copas del Rey. Torneos menores a día de hoy. Lo que da prestigio internacional es el Mundial, la Copa Continental —Europa o América— y, a nivel de clubes, la Copa de Europa. Lo siento por Messi, pero es un fraude.

Piensen.
Sean buenos

Hoy, mi hija me ha pedido que la canción regalo sea Desde Rusia con amor. YA saben, cuando su hija les pide algo así, no vale para nada las musas musicales. Con todos ustedes: ¡Taburete!

domingo, 8 de julio de 2018

Bajada del IVA del cine

Esta semana, el Gobierno ha rebajado el IVA cultural del 21 al 10%. Una reivindicación del mundo de la cultura desde que en 2012 el gobierno del Partido Popular, subiera el IVA del 8 al 21%. De todos es sabido que el número de espectadores a las salas decaía año tras año. El cine se desangraba clamaban los creadores. Así que esperan, a través de estas medidas, volver a llenar las salas. La Federación de Cines de España (FEDE) ya ha anunciado su satisfacción y las principales cadenas cinematográficas han comunicado a bombo y platillo que aplicarán esa bajada en el precio de las entradas. En cualquier caso, el precio de la entrada se reduciría menos de un euro. Aproximadamente 66 céntimos de euro.
Aunque no es oro todo lo que reluce. La asociación de defensa de los consumidores FACUA ha denunciado subidas encubiertas y solo un 30% de los cines han aplicado la bajada de precios. Incluso, en este primer fin de semana, la afluencia de público ha sido semejante a las anteriores. Parece, como todos esperábamos, que serán las salas quienes se embolsen el dinero. ¿Casualidad? No lo creo. Es la clásica medida populista para que en las galas del cine —tan mediáticas— el ministro de turno no sea abucheado o abochornado. Al final, las personas a quienes les gusta el cine seguirán acudiendo cueste lo que cueste. Que no le cuenten milongas de piratas. Quien ve una película pirateada de internet no va a pisar una sala de cine. 

Es un problema, no de precio, sino de calidad. La gente no va al cine, sencillamente, porque la calidad ha caído significativamente. Estamos hartos de ver secuelas y precuelas de exitosas cintas de nuestra juventud. ¿Seguiremos estirando el chicle de Star Wars hasta el infinito? Por supuesto que hay auténticas obras de arte. Negarlo sería estúpido, pero es evidente que vivimos una etapa de decadencia cinematográfica donde un elevadísimo número de cintas son, sencillamente, basura. No sé quién fue el iluminado que llamó cultura a cualquier cosa que sea proyectado en un cine. Se puede afirmar que el cine ha muerto de éxito. El público ha descubierto que hay más calidad en las series que en los largometrajes. Y por eso, la mayoría paga encantado las plataformas de series online tipo Netflix o HBO... donde el IVA sigue siendo del 21%.

Piensen.
Sean buenos.

Ya que hablamos de cine, pongamos una canción que fue compuesta para la película ¡Tan lejos, tan cerca! de Wim Wenders. Stay (faraway, so close!). Bono llegó a asegurar en 2005 que era la mejor canción de su discografía. Con todos ustedes:¡U2!

domingo, 1 de julio de 2018

Padres sin autoridad

El Reino Unido ocupa el tercer lugar en el mundo en relación con la obesidad infantil. Para tratar de combatirla proponen, entre otras medidas, prohibir la venta de dulces en la zona de cajas de los supermercados. También se va a regular la publicidad de alimentos poco saludables, la obligatoriedad en los restaurantes y comida preparada de informar de las calorías, la prohibición de vender bebidas azucaradas a menores de 18 años y obligar a hacer ejercicio a los niños. Ya saben, el gran enemigo hoy es el azúcar. El ministro de sanidad, Jeremy Hunt, aseguró que estas medidas darán a los padres más poder para que tomen decisiones más saludables para sus hijos.
Nada que objetar el Plan Infantil contra la Obesidad del gobierno británico. Lo que me indigna es esa absurda idea de dar más poder a los padres. Que el gobierno de una nación se plantee siquiera dar autoridad a unos padres para poder educar a sus propios hijos, demuestra que estamos viviendo una crisis de dimensiones bíblicas. Es tan absurdo como la idea de esconder las chuches. De esta forma, los niños no las verán. Asunto resuelto para los abnegados papis. Escondamos el problema antes de buscar soluciones. Se sigue implantando esta moda estúpida de prohibir decir NO a los niños, porque un iluminado aseguró que se trauman. Lo más sencillo para un padre es, precisamente, darle todos los caprichos a los niños. De esta forma, evitan berrinches y sus hijos los adorarán. Al menos esa es la visión hollywoodiense de la paternidad. Pero educar a los niños es precisamente enseñarles lo que está bien y lo que está mal. Enseñarles a discernir con sensatez.

Quizá la mejor solución para acabar con la obesidad infantil —o cualesquiera otros problemas que nos atañen— es ir a las causas. No se resuelve con planes nacionales. Necesitamos saber qué ha provocado que nuestros hijos coman tan mal, por qué tiramos toneladas de comida a la basura, o por qué se pasan horas jugando con las videoconsolas o los teléfonos inteligentes. Traten de saber si sus hijos comen sano y hacen ejercicio, y encontrará las soluciones mucho antes que acatando estos estúpidos planes nacionales, cuya efectividad está por demostrar. Aunque quizá la clave es que hemos convertido a nuestros hijos en los dioses de la creación. Y nosotros, los padres, en sus ridículos siervos. Y evidentemente, así, es imposible educar y tendremos que seguir escondiéndoles las golosinas para que no tener que soportar el bochorno de acatar sus órdenes.

Piensen.
Sean buenos.

La canción regalo de hoy viene nuevamente de la mano de doña @BeatrizBagatela. Unobstructed views. Es posible que tengamos tantas cosas delante que nos lían no nos dejan ver que la educación de los niños es más simple. Con todos ustedes: ¡Death Cab for Cutie!
https://www.youtube.com/watch?v=qJ-Ty_WNmE4