lunes, 28 de marzo de 2011

Obsolescencia programada

Como bien sabrá, Edison inventó la bombilla en 1881. Consiguó que la duración media de esta primera bombilla fuera de unas 1500 horas aproximadamente. Posteriormente, en 1911, la duración llegaba ya a las 2500 horas. Algunas compañías productoras de bombillas, las más poderosas, temerosas de que se les acabara el negocio, se aliaron en 1924 creando el Cártel Phoebus y acordaron que la duración de las bombillas fuese de 1000 horas, con el objetivo de poder vender más, es decir, de que la rueda del consumo no se detuviera. Este fue el inicio de la Obsolescencia Programada o Planificada. Las empresas programan sus productos con una vida útil determinada, así se quedará obsoleto, o se estropeará tras un periodo de tiempo determinado con el fin de que usted siga consumiendo.

¿No se ha preguntado cómo es posible que su flamante teléfono móvil dure tan poco tiempo? ¿O que haya cambiado su viejo televisor que funcionaba perfectamente por otro de pantalla plana? ¿Y que después de haberlo cambiado, no le han entrado ganas de cambiarlo por uno con tecnología LED? ¿Por qué su impresora deja de imprimir de repente? Lamento informarle que todo esto no es casualidad, sino que está perfectamente programado por las empresas.

Ahora le toca a usted tomar decisiones. Debe decidir si quiere seguir con este ritmo de vida, con este consumismo, o si por el contrario, piensa que los consumidores tenemos unos derechos y una dignidad y que no merecemos que nos traten como si fuéramos tontos (que lo somos). Y esta vez no hablo de ecologismo, pero la fabricación de tantos artículos, conlleva un explotación del planeta. ¿No ha oido usted hablar de la Guerra de la República Democrática del Congo por conseguir el control del coltán, un material que sirve para la fabricación de baterías más modernas, más efectivas y más pequeñas? Pues de momento lleva más de cinco millones y medio de víctimas...

Piensen.
Sean buenos.

lunes, 21 de marzo de 2011

¿Ecologistas o Ecolojetas?

En relación con mi anterior artículo "¿Nuclear? ¡Sí, gracias!" y tras los acontecimientos ocurridos en las centrales nucleares japonesas, especialmente en la de Fukushima, a raíz del impresionante tsunami que ha sacudido el archipiélago nipón, muchas han sido las voces que se han levantado para pedir el fin de las plantas nucleares, especialmente en Alemania (craso error de Merkel, que ha dado un paso atrás en su política energética, seguramente empujada por la proximidad de las elecciones en el país teutón y de la presión de Los Verdes), y cómo no, en España, donde somos más papistas que el Papa, ya que a pesar de ser un país dependiente energéticamente del exterior, nos empeñamos (se empeñan, diría yo) en cerrar las centrales nucleares por si un terremoto o un tsunami provocan daños irreparables en la central nuclear de Garoña, que no olvidemos, está en la provincia de Burgos. Ya saben, en una zona muy conflictiva geológicamente y con un riesgo elevadísimo de sufrir movimientos sísmicos (nótese el tono irónico).

Lo mismo ocurre con las antenas de telefonía móvil. Las comunidades de vecinos ponen el grito en el cielo si se instalan en sus azoteas, pero todo el mundo quiere tener cobertura hasta en el rincón más recóndito del país, y si no, su enfado es mayúsculo. Alegan que provoca cáncer, pero en realidad esto no está demostrado. Las autopistas y autovías también son objeto de polémica, puesto que según los ecologistas o ecolojetas aseguran que hay que defender la fauna y flora. La ropa debe ser realizada con tejidos ecológicos porque los tintes contaminan. Nos cobran las bolsas de los supermercados aún llevando propaganda para que la gente se las lleve de casa. Todo debe ser biodegradable. Estamos llegando a una situación hierática. No sé porqué tiene tanto poder el lobby ecologista. A mí me da que alguien se está enriqueciendo a costa de tanto ecologismo.

Que quede claro que estoy a favor de cuidar el medio ambiente. Si hay que hacer una autopista, que sea por donde el daño medioambiental sea menor. No se va a implantar un central nuclear en la madrileña Puerta del Sol. Intentemos instalar las antenas de telefonía móvil en lugares estratégicos donde su impacto sea menor, es decir, usando el demandado "Sentido Común" del que hablé en otro artículo. Pero de aquí a hacer de la ecología un dios me parece exagerado. No creo haya que sacrificar en el ara de la ecología el progreso. Si lo desean, podemos volver a las cavernas, vestirnos con pieles de los animales que usemos para alimentarnos y beber el agua cristalina de los arroyos vecinos, pero a mí me parece exagerado.

Piensen.
Sean buenos.

lunes, 14 de marzo de 2011

¿Nuclear? ¡Sí, gracias!

Por si no lo sabe, aunque imagino que a estas alturas ya se ha percatado, le recordaré que el recibo de la luz ha subido este año casi un 10%. Una subida considerable si tenemos en cuenta que el IPC ha subido un 2,9%. Sinceramente pienso que el precio de la luz es abusivo. Cuando oigo o leo a expertos hablar acerca de este asunto, explican que es para compensar el llamado déficit tarifario. Para que se haga una idea, pagamos el megavatio hora a 120€ pero no cuesta lo mismo producirlo, ya que depende de donde proceda. Así por ejemplo, la energía hidráulica cuesta 0€, la energia nuclear 36€, la procedente del carbón 52€, la procedente del gas 60€, la energía eólica 84€, y la fotovoltaica ¡430€!

Como podemos observar, las llamadas energías renovables, son carísimas y claramente deficitarias, por lo que se ha decidido que sea el usuario quien se haga cargo de esta factura. Me gustaría saber quién es el visionario que fomenta este tipo de energía. Yo estoy a favor de la energía nuclear. Es barata y segura. Sí. Segura. El último gran accidente nuclear fue el de Chernóbil en el año 1989, es decir, que han pasado 22 años. Según estudios recientes, se asegura que la probabilidad de sufrir un accidente semejante en Europa es del 0,0009%. Es decir, casi nula. Cuando escribo estas líneas estamos en plena vorágine del terremoto que ha asolado Japón y a pesar de ser un terremoto de una magnitud enorme, no ha ocurrido nada. Evidentemente hay un riesgo, pero es mínimo. Por tanto, abogo por no dramatizar.

España es un país deficitario en cuestión de energía y debemos comprarla al extranjero. Adquirimos el 77% de la energía que consumimos. Petróleo de Rusia, Arabia Saudí, México, Nigeria... Gas de Libia. Esta política energética es insostenible. Francia nos vende energía procedente de sus plantas nucleares, por lo que me parece bastante hipócrita no implantar centrales en España alegando que nosotros estamos más comprometidos con el medio ambiente, o que son peligrosas. ¿Nos pensamos que somos más ecologistas por no tener centrales nucleares y luego compramos energía al país vecino? ¿Creemos que estamos a salvo de un posible accidente nuclear porque nos separan los Pirineos? Señores, hay que progresar y dejar atrás mitos pseudoprogresistas que nos conducen a la bancarrota. A todo esto hay que sumar que España tiene dos centrales nucleares que no están siendo explotadas y que están construidas, es decir que está hecha la inversión (elevadísima) y no estamos disfrutando de ellas. Ustedes deciden.

Piensen.
Sean buenos.

lunes, 7 de marzo de 2011

Bienvenidos a Reduzca

¿Recuerdan ustedes aquel chiste de Eugenio que decía que iba un conductor por la carretera y se encontró un cartel con la inscripción "Reduzca a 90", al cabo de un tiempo, "Reduzca a 50", un rato más tarde "Reduzca a 20". El sufrido conductor iba reduciendo su velocidad obedeciendo las señales, hasta que finalmente se encuentra con un cartel que decía "Bienvenidos a Reduzca"? Creo que a eso estamos llamados los conductores españoles tras el último invento de este Gobierno que ha impuesto desde hoy, 7 de marzo, la limitación de velocidad en las autopistas y autovías a 110 km/h para ahorrar combustible. Sí, si, ha leido bien, es una medida para ahorrar combustible.

Vayamos por partes. El precio del barril de petróleo se encuentra aproximadamente a 119 dólares, y el precio del combustible se encuentra en su máximo histórico. ¿Por qué en el verano de 2008, cuando el precio del barril de petróleo estaba en su máximo histórico la gasolina era más barata? ¿No es esto incongruente? También pregunto, si es para ahorrar combustible, el Gobierno se habrá dado cuenta de que la mayoría de los transportes por carretera son realizados por transportistas y por autobuses, y que esta medida no les afecta ya que ellos circulan por debajo de este límite. También se habrán percatado de que hay un elevadísimo número de trayectos urbanos e interurbanos en los que no se puede superar tampoco esa velocidad al ser por carreteras secundarias. Es por tanto, una medida ineficaz. Los expertos calculan que se trata de un ahorro de un escaso 2%. Muy lejos del 16% que anuncia el Gobierno.

¿Por qué no se baja la velocidad de los aviones, barcos y otros medios de transporte? ¿No consumen petróleo? Pienso que consume mucho más un avión en un único viaje transoceánico que mi coche en toda su vida. ¿No será esta una nueva medida recaudatoria? Todo parece indicar que sí. ¿Usted qué piensa? Para acabar quiero recordarles que tenemos unos límites de velocidad implantados desde los años 70 con unas carreteras y un parque móvil infinitamente más moderno. En resumen, creo que vivimos en un país de catetos y catetas  (para que no se enfade nadie) que hace leyes "Cortina de Humo" para ocultar la situación real del país. En fin, bienvenidos a Reduzca.

Piensen.
Sean buenos.