Vergüenza ajena. Así puedo definir mi sentimiento cuando la semana pasada vi el vídeo presentado por el PSOE reivindicando la escuela pública frente a los colegios privados o de elite (etimológicamente mejor que élite, aunque lo digan los posmosdernos). Imagino que a estas alturas todos ustedes habrán visto el vídeo. Se trata de un niño engominado con un aspecto semejante a Monchito como dijo el gran Carlos Herrera, que va al colegio acompañado de su cuidadora. El niño le pregunta a la señora si ella tiene hijos y cuando ella le contesta que sí, el niño se alegra porque así sus hijas podrán ser las futuras cuidadoras de sus hijos. Una vez que el niño se queda en su colegio privado ella deja a su hija en el colegio público mientras dice "Corre hija... corre". Tras criticar al PP por favorecer la enseñanza privada frente a lo público, termina con el lema "Pelea por lo que quieres". El vídeo se puede ver en http://www.psoetv.es/ por si hay algún interesado.
Imagino que el vídeo se ha realizado aprovechando el tirón de las protestas de los docentes tras los últimos enfrentamientos con la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid principalmente. Me resulta curioso que los hijos de dirigentes socialistas, hablo de Bono, Blanco, Montilla... acudan a colegios privados y posteriormente critiquen este tipo de educación. Hasta el propio Rubalcaba acudió a un colegio privado. ¿Qué tiene de malo la enseñanza privada? Que yo sepa nada. Además los padres podemos optar por la enseñanza que creamos mejor o podamos permitirnos para nuestros hijos. Sin polémicas.
Creo que hay un error importante de concepto. No es una batalla entre PSOE y PP, y tampoco es una guerra entre enseñanza pública y privada. A mí eso no me preocupa en absoluto. Para mí lo realmente importante no es si una enseñanza es mejor o peor que la otra, sino utilizar todos los medios humanos, técnicos y materiales a nuestro alcance para conseguir que la enseñanza pública sea por lo menos de la misma calidad que la privada, y que ambas sean sobresalientes. Así conseguiremos que las siguientes generaciones tengan un nivel académico excelente, que es lo que todos deseamos. Ya dijo Pitágoras: "Educad a los niños y no será necesario castigar a los hombres".
Piensen.
Sean buenos.