domingo, 22 de febrero de 2015

Mea culpa

No creo que haya nadie que se muestre indiferente ante las imágenes casi hollywoodienses de los asesinatos de los bastardos del Estado Islámico. Sus cuidadas producciones recuerdan a las mejores películas de acción. Es evidente que precisamente ése es su cometido: Atemorizar. Al principio lo veíamos como algo lejano. Allá por Irak, Siria, países que no todos saben colocar en el mapa. Pero ya se van acercando: Egipto, Libia, Túnez... incluso ya han amenazado a la cercana Italia. ¡Cuidado! Estamos a las puertas de vuestras casas parece que quieren decirnos.

El problema es que los infravaloramos. Pensamos que son cuatro fanáticos. Cuatro pelagatos. Quizá no nos damos cuenta de que están muy bien financiados y mientras, nosotros miramos hacia otro lado. Es evidente que países como Arabia Saudí, Qatar o Kuwait están aportando importantes cantidades de dinero a estos terroristas. Y ¿qué hacemos nosotros? Pues seguimos sin preocuparnos, y seguimos comprando petróleo, haciendo negocios y asistiendo a funerales de Estado de esta gentuza. 

Es evidente que todos somos culpables de las muertes, violaciones, vejaciones y demás barrabasadas de estos malnacidos asesinos. Mientras sigamos siendo cómplices de estos países, mientra sigamos rindiendo pleitesía a los petrodólares, todos somos culpables. Por no hablar del pago de los rescates de los secuestros. Para más inri, se los premia con la celebración de eventos deportivos como el Mundial de Fútbol 2022, y no solo eso. Nuestros mejores equipos de fútbol lucen ¿orgullosos? en sus camisetas publicidad de estos países. O en su defecto eliminan la cruz de la corona para no herir susceptibilidades y seguir haciendo negocio. Parte de nuestro dinero se destina a financiar a asesinos. Se calcula que cada día el Estado Islámico gana un millón de dólares por la explotación del petróleo iraquí. Aquí hay que tomar decisiones. O seguir aceptando la situación actual o entonar el mea culpa y tomar decisiones drásticas —que no serán fáciles ni económicas—. Usted decide.

Piensen.
Sean buenos.

La canción regalo de hoy es Better way. Dice la canción que la realidad es aguda, me corta como un cuchillo, todos los que conozco están en la lucha por su vida. Temazo recomendado por @beatrizbagatela. Con todos ustedes: ¡Ben Harper!
https://www.youtube.com/watch?v=XOZj1Xyx354







domingo, 15 de febrero de 2015

Políticos ni ni

Reconozco que vivo con miedo. Cada día, cuando me levanto, me entero de un nuevo escándalo de nuestros políticos. Da igual el medio de comunicación: Radio, tele, internet, prensa escrita... En primera página siempre aparece algún político implicado en un sucio asunto. Lo triste es que también da igual el partido político. Todos son unos sinvergüenzas que han demostrado con creces que están en política para enriquecerse. Esta semana, sin ir más lejos, han caído varios.

Una vez que el político en cuestión cesa, yo me pregunto —reconozco que muy preocupado—¿qué va a ser de él ahora? ¿Volverá a su antiguo trabajo? Ah no. Calle, que no tiene. Qué despistado soy. Desde su más tierna juventud todos estos políticos han militado en el partido sin más preocupaciones. No han trabajado nunca. Y si alguno ha trabajado ha sido enchufado por un amiguete —o amigote— como profesor en alguna universidad o tiene un cargo de representación por el que se llevan un dineral. Son políticos ni ni. No tienen ni oficio ni beneficio. Bueno, beneficio sí... desgraciadamente para todos nosotros.

Repugna ver en los noticieros la cara de satisfacción de Rodrigo Rato tocando la campana cuando salió a bolsa Bankia. Asquea ver que los juzgados llevan años con la instrucción de casos de corrupción. Repele ver que el único interés de los partidos es solo el poder. Hastía ver que son capaces de hacer grandes pactos por la lucha antiyihadista, pero no hay un solo pacto de Estado por la Educación, por la Sanidad, por los más desfavorecidos... y que sean instituciones como Cáritas quienes socorran a las personas, porque el dinero del Estado se ha ido en el rescate a los bancos. Yo ya estoy harto de ellos. Conmigo que no cuenten, ¿y con usted? ¿Seguirá participando de esta burla?

Piensen.
Sean buenos.

La canción regalo de hoy viene de la mano de Nacho Carni. Su título es Standards: Hacemos las normas, hacemos las reglas, y si no las cumples debes ser tonto... La letra no tiene desperdicio. Con todos ustedes: The Jam.
https://www.youtube.com/watch?v=A1AQaXUCboQ





domingo, 8 de febrero de 2015

Niños mimados

Según el Ministerio de Interior, la criminalidad ha descendido en España un 3,6%. Hay quienes afirman —ignoro si jocosamente o en serio— que este descenso se debe fundamentalmente a la crisis. Se han llevado todo el dinero y ya no queda nada que robar. Ahora el mayor número de delitos se realizan en parlamentos y demás instituciones públicas, pero eso es otra historia.

No todo son buenas noticias. Un delito que ha subido es la violencia de hijos hacia los padres. Según Emilio Calatayud, el famoso juez de menores de Granada, debido a que esta generación se ha criado en un ambiente en el que todo eran derechos y ninguna obligación. Todo el mundo ha oído hablar de la Declaración de los Derechos del Niño, pero pocos conocen que el artículo 155 del Código Civil señala que los niños tienen que obedecer a sus padres y respetarlos. También indica que deben contribuir equitativamente al levantamiento de las cargas familiares mientras convivan en casa de los padres. Sí señores, los hijos tienen que obedecer a los padres, y si son mayores de edad y no lo hacen, ¡a la calle!

De todos es sabido que el mal se presenta siempre bajo la apariencia del bien. Nadie hace el mal por el mal. Siempre lo hace pensando que está haciendo lo correcto. Lo hizo Eva al comer la manzana del árbol prohibido, y así ha sido hasta nuestros días. Y bajo esa buena intención, estamos haciendo un enorme mal. Ofreciendo a nuestros hijos todo lo que quieren estamos convirtiéndolos en unos monstruos que terminarán por fagocitarnos. Dejemos de comprar su cariño con los mejores móviles, y esforcémonos por enseñarles el valor del esfuerzo, de la responsabilidad, de la cooperación. No pretendan que en las escuelas les enseñen educación. Allí, con algo de suerte debido a los múltiples cambios de planes de estudios, les enseñaran conocimientos. Esto es tarea nuestra, de los padres. ¿O realmente piensa que su hijo no puede ser un delincuente mañana? ¿Nunca ha pensado que su hijo puede ser el verdugo y no la víctima?

Piensen.
Sean buenos.

La canción regalo de hoy es La cartaEl propio Bunbury la titula como la incomprensión generacional. Quiero dedicársela a mi buen amigo Iñaki. Fue él quien me prestó aquel disco de vinilo de Senderos de traición, allá por el lejano 1990. Hoy como compensación se la dedico esperando que me invite a una cerveza.  He elegido la versión del concierto de Cheste de 2007, la última vez que la banda zaragozana se subió a un escenario. Con todos ustedes: Héroes del Silencio.


domingo, 1 de febrero de 2015

Sin mujeres no hay democracia

He de mostrar mi más absoluto reconocimiento a la labor periodística tras las elecciones griegas. El despliegue ha sido, sencillamente, espectacular. No ha habido noticiero que no haya cubierto la noticia calificando los comicios como históricos. Y no menos espectacular ha sido la cantidad de expertos que tenemos en nuestro país sobre la democracia helena. Todos, absolutamente todos, conocen al dedillo los entresijos de la política del país. Y lo más sorprendente aún ha sido que estos mismos expertos también lo son de trazados ferroviarios cuando hay un accidente, de lucha antiterrorista, de hipotecas, de facturas de luz, e incluso de cualquier deporte: fútbol, baloncesto, chapas... No se les escapa nada. ¡Y con qué solvencia oiga!

Tras las elecciones llegó lo que se ha considerado el gran fiasco —de momento— del gobierno de Tsipras. En su gobierno no había ninguna mujer. Los medios volvían a poner los focos en Grecia. Todo el mundo consideraba escandaloso que no hubiera ninguna mujer en el gobierno. Quienes se regocijaban del éxito de Syriza hablaban de traición, desilusión... Incluso se creó un hashtag en Twitter #SinMujeresNoHayDemocracia. Estoy convencido de que si hubiera sido al revés y en el gobierno no hubiera habido hombres los comentarios serían completamente opuestos y se hablaría de progreso... En fin.

No he estado nunca a favor de las cuotas femeninas por obligación. La discriminación positiva es una chapuza. Es un parche que no favorece a nadie, ni a mujeres ni a hombres. Para mi país yo prefiero que estén al frente los mejores, independientemente de su sexo. Imagine por un instante que hay que incluir a una mujer con más seguidores en Twitter que Mariano Rajoy, Pedro Sánchez o Pablo Iglesias y la elegida es Belén Esteban. Les aseguro que ahora mismo cojo las maletas y me marcho del país. Lo triste es que estas cuotas sigan siendo necesarias para incluir a la mujer. La pregunta entonces es ¿qué es lo que realmente impide a la mujer participar de la vida con las mismas condiciones que los hombres? Resuelta la duda, actúe en consecuencia.

Piensen.
Sean buenos.

La canción regalo de hoy viene de la mano de @MarisolGaldón. Es un tema de la ONU Mujeres. Su título es One woman. Es una canción comprensiva, igualitaria y molona. ¡Disfruten!