domingo, 1 de octubre de 2017

Vida sin valor

Permítanme compartir nuevamente una historia que ha ocurrido en el albergue de personas sin hogar donde trabajo. Filomena es una mujer que acude con cierta frecuencia al centro a solicitar bocadillos. Percibe una pensión por violencia de género, pero muchas veces le cuesta llegar a fin de mes. Vive en un piso de alquiler que, en alguna ocasión, ofrece a algún chico del albergue. De esta forma comparten gastos. Muchas veces inician una relación de pareja que siempre termina de la misma manera. Ella los denuncia por maltrato. Durante este 2017, ha denunciado a siete personas. Que cada uno saque sus propias conclusiones.
Como es lógico, cuando denuncia a un chico, el juez le impone una orden de alejamiento. Es el protocolo. Hasta aquí nada que objetar. El problema llega cuando ambos vienen al centro y sus horarios se solapan. Por supuesto que mediamos y ofrecemos un horario a cada uno, pero alguna vez coinciden... y la cosa se complica. Esta semana llegaron a la misma hora ella y él. Se acusaron mutuamente de denuncias falsas y se insultaron. No ocurrió más. Al día siguiente, el chico vino a hablar conmigo. Tenía miedo. Varias personas, sin relación entre ellas, le habían avisado de que Filomena está ofreciendo uno gramo de cocaína para que lo maten. Y lo más grave. Parece que hay alguien dispuesto a hacerlo. Por supuesto que la Policía está al corriente, pero su respuesta es que como no ha ocurrido nada, no pueden intervenir. Dantesco.

Por supuesto, no verá estas noticias en la tele, ni en las radios. Si finalmente ocurre una desgracia, los medios dirán que fue un ajuste de cuentas entre yonquis. No sé a ustedes, pero a mí esta situación me revuelve. Mientras estamos tan confortablemente en nuestras casas, ajenos a todo lo que nos perturba, encerrados en nuestras jaulas, en nuestras vidas, hay alguien capaz de matar a un hombre por un gramo de coca. Por 50 euros. Y no lo vemos porque en el fondo esta situación nos denuncia. Nos molesta saber que hay gente que pasa hambre hoy, o que tiene frío, que no tiene un sitio donde dormir. Hay gente desesperada ahí fuera, cuyas vidas no valen nada. Que no tiene nada que perder... ni que ganar. Por eso rezamos. No para que Dios los consuele, sino para que desaparezca el problema y así no tener que verlo. 

Piensen.
Sean buenos.

Ante tanta miseria, me apetecía incluir un tema rebosante de alegría. Y hoy, aprovechando la canción nueva de mi grupo favorito, es el día idóneo. You're the best thing about me. Además, aprovechando que esta semana he celebrado que hace 15 años cometí la bendita locura de casarme, se la dedico a mi maravillosa mujer, a quien venero. Eres lo mejor de mí. Con todos ustedes: ¡U2!
https://www.youtube.com/watch?v=nd_EYo96lmo

2 comentarios:

  1. bueno , aquí hay 2 temas: la violencia de genero viceversa que no es tan popular pero si sucede.Cuando una mujer agrede a un hombre también es violencia...hay muchísimos hombres que son abusados por sus parejas...lo que pasa es que cuando dejan de ser caballeros y le contestan un guantazo pues ya sabemos lo que pasa. Y otra es que por poco dinero o en " especie" se puede pagar por quitarle la vida a alguien... es tanto el vicio que el cerebro y el corazón ya no sienten, ya no piensas... te vuelves sociopata . Te recomiendo la película No country for old men ... de Javier Bardem...un vivo ejemplo de cuando no existe el alma en el cuerpo.

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