domingo, 24 de mayo de 2015

Nueva España

Lo primero de todo es felicitar a todos los partidos políticos. Lo digo anticipándome a los comicios que se van a celebrar hoy en España. Mi padre siempre decía que la noche electoral es como la noche de Reyes. Todos los niños (políticos) están muy contentos porque los Reyes (votantes) les han traído casi todo lo que habían pedido. Es conmovedor ver las caras de satisfacción —algunas impostadas— de nuestros políticos. Aunque miren el lado positivo, una vez terminadas las elecciones ya no tenemos que aguantar besos, abrazos y fingidas cercanías de los candidatos. Cada mochuelo a su olivo.

La campaña electoral ha sido deplorable. Solo ha habido descalificaciones, tanto de sus protagonistas como de sus voceros —prensa y usuarios de redes sociales afines—. Lamentable. Ya lo dijo BismarckNunca se miente tanto como antes de las elecciones, durante la guerra y después de la cacería. Pero lo peor viene ahora. Cuando los ciudadanos observemos que, a pesar de las promesas, nada cambiará. Y no cambiará porque nosotros no queremos que nada cambie. Somos un pueblo empeñado en autodestruirnos. Seguimos batallando una mitad del país contra la otra mitad. No creo que a estas alturas usted piense que todos son malos menos a los que usted votó... No me creo tanta ingenuidad. La primera vez que me engañaron fue culpa suya, pero la segunda vez fue culpa mía, dice un proverbio. ¿Todavía no se ha dado cuenta de que son todos iguales?  Evidentemente mientras el pueblo pelea, el político se recrea.

Les propongo una utopía. Crear un nuevo país. Una nueva EspañaLes planteo empezar de cero. Cambiar todo. Incluso el nombre se podría elegir en una nueva Constitución. De esta forma, podríamos decidir qué tipo de país queremos, qué bandera usar, en qué nos fundamentamos... También elegiríamos quiénes estarían en él. Si algunas regiones no quieren estar que no estén, y si alguien se quiere incorporar, que sean bienvenidas; pero los que decidan quedarse, que luchen a una por tener un país mejor, más próspero, sin divisiones fútiles. Si de algo estoy seguro es de que si luchamos juntos por acabar con las injusticias, y tener una sanidad, una educación, una justicia o unos servicios sociales magníficos tenemos que hacerlo entre todos.

Piensen.
Sean buenos.

Permítanme que la canción regalo de hoy sea Iberia sumergida. La caótica situación que vivimos, donde la corrupción campa a sus anchas me han llevado a traerla hoy. Con todos ustedes: ¡Héroes del Silencio!
https://www.youtube.com/watch?v=N64UGolliPw




2 comentarios:

  1. yo pensaba igual, borrar todo y unirnos y hacer una revolución...hasta ESO esta pactado. Hasta que empece el cambio por mi misma y por los que me rodean, hacer círculos virtuosos , con ideas, ayuda y acciones... poco a poco se llega... no he llegado pero nos falta menos de un largo camino, no hoy ...solo por mis nietos... así de terrible....

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  2. Parece que los hechos no le dan la razón en esta ocasión: ver las caras de Cospedal, Esperanza Aguirre, Rita Barberá (la cual viene a decir "que se jodan los valencianos con lo que han elegido") es, como alguien ha puesto en twitter, porno duro. Estas elecciones han provocado erecciones, porque más de uno está aún empalmado con lo sucedido.

    Si serán todos igual o no, lo vamos a ver. Desde luego, en mi opinión, lo que era insostenible es lo que había, por lo que recibo con agrado el revolcón. Por el momento, no soy de los empalmados por ello. Otros revolcones, quizás sí me provoquen tal efecto.

    Por lo demás, olvídese de esa nueva y utópica realidad. No está el rebaño preparado para decisiones tan relevantes. Por empezar con el ejemplo del nombre, seríamos, sin duda, el país con el nombre más hortera del planeta. No se iban a molestar ni en traducirlo los demás. Seguro que le ponen algo así como Convicencia, Tolerancia, Amistad... o incluso Bobespongia... claro que, viniendo de Cospedalia... oiga, adelante con la propuesta, que firmo.

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