jueves, 7 de octubre de 2010

Democracia

Imagine que un día, Dios no lo quiera, sufre una grave enfermedad, y necesita ser operado para sanar. Le propongo dos alternativas. Por un lado, hay un consejo profesional de médicos, que en el momento previo de la operación, hace un estudio, y valora realizar la intervención quirúrgica de una determinada manera, basándose en sus estudios, en su conocimiento, en su aptitud, etc. La otra opción es preguntar a las personas que hay en una sala, independientemente de su preparación, de sus conocimientos y de sus aptitudes, cómo creen ellos que debe realizarse la citada intervención. Ante estas dos opciones, ¿por cuál se decanta usted?
Otro ejemplo. Viaja en un avión para disfrutar de sus "merecidas vacaciones" (no sé porqué las vacaciones siempre son merecidas, pero bueno, eso es otro tema que ya abordaremos) y, para desgracia del pasaje, tanto el piloto como el copiloto se muestran indispuestos y no son capaces de pilotar la aeronave. Entre los pasajeros se encuentra un piloto profesional. Ante esta situación, ¿usted qué haría? Se fiaría de las capacidades del pasajero piloto o por el contrario haría caso al resto de los pasajeros? Como estos, podemos poner infinidad de ejemplos, siempre que requieran unos conocimientos y tengan una responsabilidad: Construir una casa, dirigir una empresa...
Ahora planteo una pregunta por si alguien es capaz de ayudarme. Por qué para la elección de un presidente, es válida la opinión de cualquiera. ¿No sería más apropiado que sean los que saben los que lo eligieran? ¿No es una pretensión arrogante pensar que todos somos expertos en un tema de vital importancia para un país como para poder opinar del tema? No conozco a mucha gente profana que se atreva a discutir si el by-pass coronario debe realizarse de tal o cual forma. ¿Es una osadía por mi parte pedir que hable el que sepa y que calle el que no sabe? No sé porqué ocurre al revés y, parafraseando a Enrique Ortiz de Landázuri, el que sabe no habla y el que habla no sabe.

Piensen.
Sean buenos.

4 comentarios:

  1. Y quien elige a los que pueden elegir? Quien decide quien puede y quien no puede opinar? Probablemente, los elegidos para opinar..no serían precisamente los expertos en el tema..

    Asi que..virgencita, virgencita, que me quede como estoy..
    (MARY GAF)

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  2. Diegus Diegus no rematamos.... En mi opinion los dos ejemplos estan mal planteados, en el primero en la situación me decantaria por el medico profesional pero si no tengo ganas de vivir preguntaria en la sala de espera ¿quien le apetece jugar a medicos?, En el segundo me decantaria por el piloto profesional pero si me apetece revivir "aterriza como puedas" le diria a la azafata que piloto yo, y si la gente esta deacuerdo, pues nada que no se me olvide desplegar flaps!!. Tanto en el primero como en el segundo ejemplo decido libremente, decido yo, soy LIBRE en mi decision no estoy coartado por la decision de los demas. Esa es la clave LIBERTAD, te has planteado quitar el voto a quien el mas listo decida pero ¿te has planteado que les quitas la libertad? y la tuya ¿quien te la garantiza? respuesta: Esos a los que planteas que quiten el voto son los que garantizan tu libertad

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  3. Pues yo creo que necesitamos tecnocratas y no politicuchos demagogos, con lo que estoy totalmente de acuerdo con Diegvs.

    Saludos blodel

    Pablo

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  4. Y yo te pregunto ¿Quién decide quién es el capacitado para decidir?
    Lo que tú propones acabaría siendo una dictadura, de hecho lo es. Los ciudadanos no idoneos para decidir quién nos gobierna, el 99% según parece, seriamos solo borregos al matadero.
    Me niego en rotundo. Dejame equivocarme pero líbre.

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