Leo con asombro que el otro día, en un partido de fútbol clasificatorio para la Eurocopa de 2o12 entre Italia y Serbia disputado en Génova se suspendió por los graves incidentes protagonizados por la hinchada serbia, que antes del partido ya habían organizado una batalla campal en el centro de la ciudad enfrentándose incluso a la policía italiana (carabinieri que dirían los pseudointelectuales que disfrutan destrozando la lengua, pero eso será en otro capítulo). Fueron tan graves los incidentes que por lo visto, llegaron a agredir al portero de Serbia. Imagínense la magnitud de la batalla.
No es la primera vez que los serbios se comportan asi, ya protagonizaron una espectacular pelea en agosto días antes de la celebración del Mundial de Baloncesto de tan infausto recuerdo para España. En el fragor de la batalla, un jugador serbio llegó a golpear con una silla a un rival. Quiero decir con esto que no fue una simple riña colegial. Fue una locura, una batalla. Esa vez, el castigo fue bastante benévolo, unos partidos sin jugar a los protagonistas de los altercados.
Supongo que ahora, debido a la reiteración, el castigo será mayor, pero me pregunto: ¿Por qué no descalifican durante unos años a este país como se hizo con Inglaterra tras la tragedia de Heysel?
Otro punto importante que quiero resaltarles. Resulta que el cabecilla de los ultras serbios, un tal Bogdanov se ha justificado diciendo que había bebido. ¿Esto es un atenuante? ¿O un agravante? Si no sabe beber que se quede en casa y permita que la gente pueda pasar un buen rato con sus amigos y su familia viendo un partido de fútbol. Por cierto, durante el partido iba con un pasamontañas, ¿también se justificará por ser tímido?
Piensen.
Sed buenos.
"Si no sabe beber que se quede en casa"
ResponderEliminarHombre Diegvs, es que sin cerveza los partidos resultan coñazo, coñazo. :)