domingo, 26 de marzo de 2017

De tal palo...

Todos hemos sido testigos de la violencia en los campos de fútbol. En esta ocasión ha sido durante un partido de categoría infantil, es decir, en un partido de niños de entre 12 y 13 años. Lo que comenzó como un lance del partido acabó con una multitudinaria pelea entre los padres de ambos equipos, dejando varios heridos y que solo concluyó cuando intervino la Policía Local. Uno de los clubes ha decidido retirar al equipo de la competición, mientras que el otro ha expulsado a los padres y a los hijos que protagonizaron la tangana. Por si alguno no ha visto las imágenes y desea sentir vergüenza ajena, les dejo el enlace. 
Pasado el bochorno inicial, llega el momento de rasgarse las vestiduras. Pero no se engañe. Es algo muy habitual. Bastante más de lo que aparece en los medios. Solo tiene que pasar por un pabellón o un campo de fútbol durante el fin de semana. Si esto le fatiga, no tiene más que teclear en su buscador peleas padres fútbol o algo similar, y disfrutará de un muestrario casi infinito de imbéciles. Todos los padres piensan dos cosas básicas. Que a su hijo no le pueden hacer falta durante los partidos y que su tierno retoño es Pelé. Queridos padres, si no quieren que a sus hijos les toquen durante los partidos, apúntenlos al parchís. El fútbol es un deporte de contacto. Y lo más importante. Dejen que sus hijos vayan al fútbol a divertirse, a hacer deporte y a jugar con sus amigos. Si consiguen eso, el objetivo está más que cumplido. No busquen más. Y si aprovechan ese tiempo para enseñar a sus hijos valores, alcanzará usted la excelencia. Edúqueles en el esfuerzo, en la deportividad, en el compañerismo...

Es curioso que la mayoría de estos actos ocurran durante partidos de fútbol. No es así en la mayoría de los deportes. Y lo que es más escandaloso, que sea a tan temprana edad. Me imagino cómo reaccionarán estos niños cuando sean adultos y alguien cometa una injusticia contra ellos. Porque no se engañen. Algún día, un compañero de trabajo, un jefe, un vecino, un amigo será injusto con sus pequeñines. ¿Su respuesta será usando la violencia? Es lo que han aprendido. Los problemas se arreglan a puñetazos. Luego nos sorprendemos porque un niñato de 15 años haya denunciado a su madre por quitarle el móvil para que estudiara. Estamos convirtiendo a nuestros hijos en unos memos. Les hacemos creer que son el centro del universo. Que son intocables. Que siempre tienen razón. Les estamos convirtiendo en unos monstruos. El famoso juez de menores Emilio Calatayud asegura que si quiere que sus hijos piensen que el mundo les pertenece, deles todo lo que deseen. Muchos padres se han convertido en unos seres sobreprotectores y frustrados. Proyectan en sus hijos sus sueños inconclusos de futbolistas de éxito. Los exigen ser Messi, Ronaldo, Maradona, o incluso mi admirado Pedro Munitis. Insisto queridos padres. Sus hijos  son niños. Déjenlos seguir siéndolo. Si usted quiere tener una Copa del Mundo en casa, póngase a entrenar y deje a su hijo seguir disfrutando.

Piensen.
Sean buenos.

Hoy, la canción regalo viene de la mano del Carnicero del Soul, Mr. Soulbutcher (aka Carni): Daddy Rolling Stone. Canción escrita por el prolífico Otis Blackwell, aunque popularizada por nuestro grupo de hoy. Llamen a sus papis... Temazo de las que ya no se hacen. Con todos ustedes: ¡The Who!

2 comentarios:

  1. totalmente de acuerdo....una intolerancia a lo que se llama " partido amistoso"

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  2. En mi caso, el problema lo tiene mi hijo conmmigo.

    Saludos.

    Jorge Messi

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