domingo, 12 de febrero de 2017

Tetaurantes

La historia es bien sencilla. Seis tiparracos sin experiencia previa en hostelería, e imagino bastante garrulos, cansados de que los echaran de los restaurantes, decidieron crear un local a su imagen y semejanza. Al ser más primitivos que un neandertal, no se les ocurrió otra cosa más que abrir un restaurante basado en grandes jarras de cerveza, comer con las manos y en tías buenas. Como no podía ser de otra forma, decidieron bautizar a su engendro como Hooters. Es decir, Tetazas. En la cima de su ingenio, en el logo incluyeron unos ojos de búho asemejando unos pechos. Imagino sus risas simiescas. Seguro que ahora comprenden porqué los echaban de los restaurantes ¿verdad?
Por supuesto, las trabajadoras que atienden al público son todas mujeres. El uniforme de trabajo es una minicamiseta en la que se lee el nombre del restaurante y unos pantaloncitos cortos, que no dejan nada a la imaginación. Por supuesto, las chicas deben hacer bailecitos provocativos y calentar al personal. Imagino que para que los orangutanes que visitan el antro beban más. Como ven, todo muy digno. Los responsables de la cadena aseguran —sin sonrojo— que su filosofía es la deportividad, un espíritu sano y agradable. No piensen que el negocio se ha ido al garete como cabría esperar. Al contrario. Actualmente cuenta con más de 425 restaurantes, tanto en Estados Unidos como en otros 19 países. Y ahora quieren desembarcar en España. Primero en Barcelona, pero con intención de abrir otros 15 en siete años. Como era de esperar, aquí hemos bautizado a estos tugurios como Tetaurantes. ¡Qué gracejo tenemos!
Lo más triste, quizá, es que el motivo de la apertura de estos antros es que ¡hay competencia! Están abriendo otros locales con la misma filosofía y los están robando nicho de mercado. Siempre habrá quien vea estos locales como un movimiento de liberación femenina, o como una oportunidad, ya que nadie está obligado a trabajar aquí. Evidentemente, opinan que los que estamos en contra es porque estamos cargados de prejuicios... Otros, entre los que me incluyo, pensamos que si no podemos imaginarlo al revés, es decir, un restaurante donde todos los camareros fueran en tanga marcando paquete, es que es sexista. Y lo es por la sencilla razón que utiliza el cuerpo de la mujer como mero objeto. Entiendo a los paletos macacos que crearon el producto, pero que haya gente interesada en acudir a estos lugares es aberrante. ¿Habrá alguien —que tenga aprobada la ESO— que se le ocurra celebrar San Valentín junto a su novia en este garito? ¿O realice una comida familiar inculcando estos valores a sus hijos? No olvide una máxima: Si una marca debe emplear un reclamo externo a su producto es que el producto es una basura. En una sociedad opulenta, donde tenemos cualquier cosa a nuestro alcance, todavía hay algunos que acuden a tugurios para ver mujeres semidesnudas. Lo dicho, somos unos gañanes.

Piensen.
Sean buenos.

Hacía tiempo que doña @BeatrizBagatela no nos agasajaba con su canción regalo. Hoy, su elección es Fahrenheit 451. Casi todas las personas buenas que me rodeaban eran la peor basura que puedas tirar, cerdos ignorantes, sois unos hijos de puta... lo siento. No puedo evitarlo, de verdad que no puedo evitarlo. Con todos ustedes: ¡Iván Ferreiro!


3 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  2. este restaurante llevaba años en Mexico pero hasta en EEUU es maliiiiiisimo!!!!! Creo que en mi país ya no existe aunque hubo un tiempo en los 80 s que había varios del tipo. Un asco verdadero!!

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  3. No has puesto el enlace, por ver el menú, precios, dirección... Vamos a ver dos cosas:

    Primero: imagino que a las camareras no las enviarán forzadas a trabajar alli ¿no? Hay multitud de eventos donde marcas como Red Bull o similares visten a las nenas de manera que lo único que se pretende es que se vea lo buenas que están. No nos engañemos, es así, y puedo asegurar que ellas lo hacen encantadas, porque eso les abre puertas, nos guste o no. Los tíos se quedarán o nos quedaremos bizcos, pero también a ellas les encanta ser objeto de esas miradas llenas de lujuria, en las que la mayor parte no recordaremos lo que anuncian, a base de neutralizarlo con la mente para imaginar lo que hay debajo. Y mira que suele ser bonito lo que hay debajo.

    Peor me parece lo que hay día tras día de explotación sexual y similar. Al final, el restaurante es una opción. Para garrulos, de acuerdo, pero ya está. No lo veo mucho mejor que los bares ingleses de la costa y de Mallorca en los que acaban tirados borrachos con el fútbol puesto en las pantallas. Garrulos al fin y al cabo. Y también ahí suele haber chicas vestidas de modo provocador. Es lo que hay. Al menos en estos sabes lo que hay y lo que va.

    Para terminar... no es muy acertada la foto que has puesto. Si la cosa va de tetas grandes, la de la foto no va muy sobrada ¿no? No es mi tipo. Alfinal me veo con los ingleses viendo la Premier.

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