domingo, 20 de noviembre de 2016

Criogenización

Los medios británicos llevan unos días sorprendidos ante una noticia. Una niña de 14 años que sufría un extraño tipo de cáncer y a quien los médicos le habían determinado poco tiempo de vida, tomó una decisión controvertida. Decidió criogenizarse, es decir, congelar su cuerpo tras su muerte durante un tiempo indeterminado, a fin de que dentro de unos años, la ciencia encuentre un remedio a su enfermedad. Cuando esto ocurra, se le despertará —resucitar, decíamos antes los clásicos— para que pueda vivir con dignidad. La madre estaba de acuerdo con la petición de la hija, mas no así el padre. Por lo que comenzaron una batalla legal para tomar la terrible decisión. Finalmente, un juez decidió conceder los deseos de la niña. Tras el fallecimiento de la menor su cuerpo ha sido enviado a Estados Unidos, a un centro especializado en estos menesteres, por el módico precio de 43 000 euros.

Es evidente que el hecho es un auténtico brindis al sol. Hoy, no sabemos si será posible cumplir el sueño de esta niña. La ciencia no ha avanzado lo suficiente y no sabemos a ciencia cierta si logrará curar todas las enfermedades. Es una posibilidad, y como tal hay que tomarla. Hay quienes, en la cima de lo absurdo, aseguran que llegaremos a ser inmortalesAún así, los partidarios de la acción de la niña hacen hincapié en su valentía. En su determinación ante un hecho tan trascendental como es la muerte a su corta edad. El miedo es libre y cada uno puede hacer lo que quiera. No estamos aquí para juzgar a nadie. Es duro perder un ser querido, máxime cuando es tan joven. Pero no parece muy descabellado pensar que estas empresas son un timo en toda regla. Nadie le asegura que vayan a cumplir su parte contratada. Eso sí, el dinero, por adelantado. Y no es una bagatela. Que se mueran los pobres.

Yo me pregunto para qué se le resucitará dentro de, digamos, 200 años. Sus padres, hermanos, y demás familiares habrán muerto y, se encontrará sola en un mundo que no conoce y en una época que no es la suya. Estaría tan perdida como Leonardo da Vinci en nuestro mundo. Lamento informarles a los optimistas que la muerte es real. Existe. Aunque cerremos los ojos e inventemos mil inventos, vamos a seguir muriendo. Es la consecuencia lógica de nuestra sociedad. Nos negamos a aceptar el sufrimiento. Es algo que hemos desterrado de nuestro vocabulario y de nuestras mentes. Nos hemos empeñado en vivir en sociedades hermosas, pero ficticias. Donde todo lo que no nos guste lo eliminamos. ¿Ve usted los millones de muertos de hambre en el mundo? ¿O incluso las personas sin hogar de su barrio? Seguimos queriendo jugar a ser Dios. Cuanto más alto, más dura será la caída.

Piensen.
Sean buenos.

Tratándose de inmortalidad. Mi musa @BeatrizBagatela propone como canción regalo Who wants to live forever de la banda sonora original de la película Los Inmortales. ¿Quién quiere vivir para siempre? Ante situaciones como esta, solo una canción épica como esta puede  acompañarnos. Con todos ustedes: ¡Queen!

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