domingo, 16 de diciembre de 2018

La arrogancia de los necios

Un bebé ha fallecido después de que sus padres decidieran que naciera en el domicilio familiar sin atención sanitaria. Ya habían tenido así a su primer hijo y la experiencia había sido satisfactoria. Pero esta vez, el bebé estaba en posición podálica (de nalgas), por lo que los profesionales les advirtieron del elevadísimo riesgo. Los padres, de hecho, ya rehusaron el seguimiento ginecológico durante el último mes de gestación, y estaban siendo asesorados por una persona sin conocimientos sanitarios. Cuando surgieron las complicaciones lógicas, los padres avisaron al servicio de urgencias, aunque ya era demasiado tarde. Los médicos no pudieron hacer nada por salvar su vida. El juzgado ha decidido investigar lo sucedido, puesto que si la madre era conocedora de la posición podálica del neonato podría incurrir en un delito de imprudencia con resultado de muerte
Aseguran los expertos que cuando un bebé está en posición podálica solo hay dos opciones. O emplear una técnica llamada versión, consistente en que un ginecólogo gire el cuerpo del bebé, o una cesárea. Un parto en posición podálica es considero de riesgo y debe hacerse en un hospital con el personal sanitario. Aún a sabiendas, la pareja decidió seguir adelante con su propósito. Y la consecuencia fue el trágico desenlace. 

Somos una sociedad estúpida. Ignoro quién fue el gurú de estas modas naturalistas, pero a la vista está que es un error de proporciones descomunales. Algunos dirán que las mujeres han parido toda la vida en casa... Precisamente por eso, antes, la tasa de mortalidad infantil era elevadísima y hoy, en España, la tasa está en torno a 3 niños por cada 1000 nacimientos. Por supuesto, siempre aparecen los posmodernos trasnochados arguyendo el respeto a la decisión de los padres, puesto que están en su derecho. Malditos derechos individuales que traen aparejados la muerte de un bebé inocente. Imagino que quienes proponen estas ideas descabelladas son los mismos que están en contra de las vacunas, o quienes piensan curar enfermedades terribles con homeopatía. Recuerdo otros tiempos, cuando se sabía reconocer —y se respetaba— a los expertos. Hoy, somos unos arrogantes y despreciamos el saber de los sabios. ¿Alguien puede explicarme por qué nos empeñamos en ser tan necios?

Piensen.
Sean buenos.

Y hablando de arrogancia, doña @BeatrizBagatela nos propone un temazo, Bajo el volcán. Estamos tan henchidos de arrogancia hasta arrasarlo todo. Con todos ustedes: ¡Love of Lesbian!
https://www.youtube.com/watch?v=dHOjkk2d3tY

CADA UNO TIENE DERECHO A DECIDIR Y HACER LO QUE QUIERA,BASTANTE TIENEN SI LO PIERDE ,LO QUE NO TIENES TU DERECHO A INSULTAR POR QUE TIENEN DIFERENTE MANERA DE PENSAR.

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