domingo, 31 de agosto de 2014

La maté porque era mía

Según datos del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, y hasta el día 29 de agosto, han fallecido en España 40 mujeres víctimas de la violencia de género. Desgraciadamente, parece que vamos a superar las 54 mujeres asesinadas del año pasado... Haciendo una simple operación matemática observamos que, de media, una mujer es asesinada por un animal de estos cada semana. Es llamativo que de las 40 mujeres asesinadas este año, solo habían presentado denuncia 11, y que 2 habían retirado la denuncia. Lo malo, o lo peligroso —o ambas cosas— es que ya no hemos acostumbrado a esto. Y vemos como algo normal que un malnacido mate a su mujer o a su compañera, como dirían los posmodernos trasnochados.

Parece un tema serio, y como tal debe ser tratado por nuestros políticos... Pero no, no es así. Siempre aparece algún alcalde que hace gracietas insinuando que no sube en ascensores con mujeres por si se quitan el sujetador y lo acusan de abusar sexualmente de ellas. Otro alcalde gracioso es aquel que opina que no tiene claro que su oponente política sepa pasar el aspirador... Evidentemente, nadie pone en su sitio a estos catetos con bastón de mando. Los altos mandos políticos se dedican únicamente a atizar al otro... y así ad nauseam. ¿Qué se puede esperar de un Gobierno que para prevenir las violaciones culpa a la mujer y la anima a llevar un silbato?

El problema no es legal ni jurídico. El problema es de educación. Y la única solución es enseñar a las nuevas generaciones —y a las viejas— el significado del respeto. Algo incompatible con la imagen que ofrece la sociedad actual, donde se presenta a la mujer como un objeto. Al final, la frase "la maté porque era mía" toma un sentido literal en pleno siglo XXI. Quizá si todos pusiéramos de nuestra parte, comenzando por los mandamases y pasando por los medios de comunicación, la realidad cambie...

Piensen.
Sean buenos.

Permítanme esta temporada incorporar vídeos de otros artistas. En esta ocasión quiero incluir la canción "Rape me" (Viólame) de Nirvana. Creo que puede explicar mejor este artículo. Disfruten.
https://www.youtube.com/watch?v=wt0qhMEg-Xk



3 comentarios:

  1. No se habla de los hombres que mueren a manos de sus esposas, que los hay, en menor cantidad, pero los hay. ¡Ah, claro! Eso no interesa.
    La igualdad brilla por su ausencia. Se ha pasado del machismo al feminismo más absurdo. En el que todo es una ofensa si no esta de acuerdo con el modo de pensar feminista.
    Yo si fuese hombre también tendría miedo de subirme en un ascensor con una mujer… la gente esta muy mal. Y si te buscan las cosquillas te las encuentran. Más en los tiempos que corren.

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  2. Buenas Diego.

    Creo que es, también, un problema de cultura. España ha sido tradicionalmente un país atrasado (y no me cabe duda de que lo sigue siendo). El problema, que debería ser arrancado de raiz por parte de la sociedad, es venerado por los políticos más tradicionales, que se encuentran en uno y otro partido.

    Buena prueba del problema cultural que conlleva la violencia de género es la ignorancia que el Sr. Anónimo ha plasmado en su comentario. Una retahíla de estupideces que, aunque nos parezcan poco normales, son habituales en nuestra sociedad.

    La igualdad debe primar por encima de la violencia de género, siendo considerada como tal tanto aquella perpetrada desde el hombre hacia la mujer o desde la mujer hacia el hombre. Es cierto. Pero de ahí a decir tales sandeces, hay un buen trecho.


    Un saludo,

    Adrián Calvo
    Escritor en www.thespeedynews.blogspot.com

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  3. Seré igualmente anónimo, pero no soy el del primer comentario, el cual, teniendo algo de razón -ya en alguna ocasión creo recordar que en este mismo foro se ha hablado de los abusos que, guste o no, ocasionalmente se producen, y que perversan las leyes que pretenden proteger a colectivos realmente vulnerables- desde luego no ha estado acertado en su exposición.

    Menos acertados los catetos con bastón, como dice el autor, haciendo gracietas. No creo que a ellos les gustase que, en ese mismo tono, alguien bromease públicamente sobre algún aspecto que les moleste a ellos, que alguno tendrán. Seguro.

    Ahora bien... estando de acuerdo en la cuestión cultural. Estando de acuerdo en lo asqueroso del tema... imaginemos que tenemos en nuestra mano la potestad para hacer unas leyes y unas medidas adecuadas... imaginemos que somos el Poder... ¿qué ponemos en ese papel, que ahora está en blanco? venga, redactemos... el Preámbulo, con la finalidad perseguida, etc, lo tenemos fácil.

    Artículo 1: Ámbito de aplicación... coño, me atasco. Si resulta que apenas el 20% de las asesinadas había denunciado, me resulta complicado, ya de entrada, hasta determinar a quién meto en el saco... me temo que esto va a ser complicado ¿verdad?

    Podríamos extendernos, pero únicamente quería reflejar que situaciones como esta son muy, muy complicadas de atajar por parte de los Poderes Públicos. En primer lugar, porque en buena medida se quedan dentro del ámbito doméstico, y en segundo lugar, porque hay que hilar muy fino a la hora de redactar la norma, para evitar el abuso y su uso para otros fines (por ejemplo, custodia de hijos... ojo, que hay veces que todo vale)

    En definitiva, que el papel de la Administración debe ser, a mi entender, el de poner a disposición de las personas (hombres y mujeres, por supuesto) potencialmente maltratadas los medios para su denuncia y protección. No se puede condenar a una persona (hombre o mujer, por supuesto) potencialmente agresora, a no pasar por una calle o a alejarse de sus hijos, sin tener muy, muy buen fundamento. Esto no puede ser como en Minority Report.

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