lunes, 2 de septiembre de 2013

¿Bale lo vale?

Ya es oficial. Tras un verano en el que hemos oído mil veces que el fichaje del jugador del Tottenham, Gareth Bale estaba en su recta final (qué hartazgo de periodistas por cierto), finalmente se ha confirmado. El Real Madrid ha fichado al jugador galés por una cantidad que oscila entre los 91 y 101 millones de euros, según aseguran el Madrid y el Tottenham respectivamente. Esa es la noticia que se habrá encontrado usted en su periódico, en su programa de radio o en su noticiero televisivo. Regocíjese. Hoy no aparece la corrupción, ni el paro, ni guerras, ni ningún desastre en primera plana.

A partir de aquí llega la disyuntiva. ¿Es mucho dinero? La respuesta es dispar. Los aficionados —fundamentalmente merengues— aseguran que es mucho dinero, pero lo justifican aduciendo que es un dinero fácilmente recuperable por la mercadotecnia —marketing les gusta llamarlo a los posmodernos trasnochados— y por los títulos que va a lograr. Eso mismo dijeron de Kaká a quien ahora han regalado al A.C. Milan, ante la imposibilidad de mantenerlo más tiempo en la plantilla y tras demostrar que ha sido una auténtica ruina, tanto deportiva como económicamente. Por el contrario, los aficionados no madridistas —¿o debería decir antimadridistas?— afirman que es un dispendio inmoral. Por ese dinero se podría construir, por ejemplo, un gran hospital... ¿Quién tiene razón?

Como casi siempre en estos casos, todos y ninguno tienen razón. O por lo menos toda la razón. Yo, me reconozco muy futbolero, y fiel seguidor del Racing de Santander —equipo llamado a volver a la elite del fútbol internacional y escribir con letras de oro la historia del fútbol mundial—, pero hay que poner límites inmediatamente. El Madrid como entidad privada puede hacer lo que le venga en gana con su dinero, pero la sociedad no puede permitir que se paguen esas cantidades por un jugador de fútbol. Ya sé que el precio lo pone el mercado y que solo el necio confunde valor y precio, pero consentir estos disparates es una barbaridad intolerable. Con la actual situación social del país, plantar estas operaciones es, sencillamente, vergonzoso. 

Piensen.
Sean buenos.

La canción regalo de hoy es Gone. Trata del sentimiento de culpabilidad por el éxito por ser una estrella del rock. Aplíquenlo al caso que no ocupa. Disfruten. Es U2.




1 comentario:

  1. Pues sí: yo estoy de acuerdo en que es una vergüenza. El Madrid será una entidad privada, pero si yo fuese socio exigiría una rebaja en mi cuota y renunciar a un fichaje innecesario -dicho por Ancelotti-

    Lo que han pagado por este hombre es lo que cuesta un estadio nuevo. Llevo sin ir al Bernabéu desde el año que llegó Figo, porque el precio de las poquísimas entradas es disparatado.

    Ahora los sabios del marketing me contarán que es un fichaje rentable por el tema de camisetas, imagen, etc. Pues yo, como socio, exigiría a Florentino que con ese dinero construyese un estadio para 140.000 espectadores que, con precios razonables, tendría lleno seguro en un alto porcentaje de partidos. Seguro que lo amortiza igual de bien y además generaría afición, que desde luego es mucho mayor con la posibilidad de ir al estadio que por televisión.

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