lunes, 5 de noviembre de 2012

Tragedia en el Madrid Arena

En realidad, este semana tenía pensado escribir sobre otro asunto, pero mis buenos amigos Óscar y Joan —y de haber estado Maxi, seguro que lo habría secundado— me insistieron en que hablara de la tragedia del Madrid Arena. Así haré. Los amigos mandan. Imagino que todos están al corriente de los hechos, pero por si hubiera algún despistado les resumo que el pasado día 1 de noviembre fallecieron cuatro jóvenes debido a una avalancha en una macrofiesta realizada en el Madrid Arena (me gustaría conocer al hortera que puso el nombre).

Una vez ocurrida la tragedia, se comprueba que se habían vendido más del doble de las entradas permitidas (exceso de aforo lo llamarán los posmodernos trasnochados, ignorando que el aforo es el número de localidades y no puede estirarse ni encogerse como un chicle); había hasta siete vomitorios cerrados de nueve disponibles lo que impidió el desalojo; se introdujo droga en el recinto; había muchos menores... En fin, una catástrofe. ¿Y saben qué han dicho desde el Ayuntamiento de Madrid, titular del pabellón? Sencillo. Que a partir de la fecha se prohibirán todas las macrofiestas en recintos públicos.

¡Qué manía tienen algunos políticos, incapaces de reconocer su incompetencia, de prohibir lo que no son capaces de realizar correctamente! Lo lógico, en cualquier sitio civilizado, sería buscar las causas y depurar responsabilidades, enchironar a los culpables y si se demuestra que alguien no es válido para el cargo que desempeña, que dimita. Es un verbo que existe. Muchos políticos deberían tener dignidad.

Piensen.
Sean buenos.

5 comentarios:


  1. Esta misma mañana he escuchado al señor Miguel Angel Rodríguez (antiguo portavoz del PP) decir en un debate que la gente quiere que NO ocurran estas cosas, pero sin prohibir nada ni hacer normas más restrictivas.
    Su propuesta es la misma que la de la señora alcaldesa añadiendo un cese de todos los espectáculos y fiestas y vida nocturna en general, a partir de las 12 de la noche.
    Alude que no es un mojigato, pero que no hay forma por parte de las autoridades "competentes" de controlar el número de asistentes a esta fiesta.
    ¿Cómo se vá a enviar policias municipales a todas las fiestas de Halloween de Madrid?- se pregunta el político insultando nuestra inteligencia.
    Pues muy fácil Don Miguel Angel; no creo que hubiera muchas macro-fiestas de esta envergadura celebrándose en locales cedidos por el ayuntamiento. Pero, aunque así fuera, enviando a ésta, la más importante, un efectivo municipal por puerta de acceso que contabilizara con los clickers las personas que entraban aprox. y "cortaran el chorro" cuando se llegara al máximo permitido le aseguro a usted que la voz se correría de tal manera entre los empresarios de la noche (los sinvergüenzas, porque también los hay responsables)que ninguno volvería a vender más entradas de las permitidas.
    Pero ¡Claro! Es mucho trabajo que un concejal de festejos esté pendiente de ello, envíe las órdenes a los efectivos, se preocupe que les devuelvan el dinero a los que se quedan fuera...
    ¡ES MUCHO TRABAJO! Ahora toca echar balones fuera. Saludos.

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  2. Pues yo no veo mal que se prohíba aquello que no se tiene la certeza de poder controlar. Estando de acuerdo en que la labor de los políticos es pensar soluciones, si estas no llegan o son capaces de encontrarlas, desde luego la vida de las personas no es algo con lo que experimentar hasta que salga bien.

    Por mi parte, desde luego, prefiero que lo prohíban a que pueda morir más gente joven.

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  3. Las negligencias médicas causan unas cuantas muertes al año, prohibamos las interevenciones quirúrjicas, o mejor, prohibamos el ejercicio de la medicina.

    Los accidentes de tráfico, de aviación... prohibamos todo tipo de desplazamientos.

    Seamos más imaginativos, en último término la gente acaba muriendo porque está viva, prohibamos la vida. Fin de todos los problemas.

    Todo lo que acabo de decir son gilipolleces, no me lo digan, soy consciente, ojalá la señora alcaldesa fuese igual de consciente de las que salen de su boca.

    La incompetencia se debería pagar con la dimisión, no culpando al empedrado.

    El bueno de Ángel Martín se refería a Belén Esteban como "la mujer que se hizo famosa por tocarle la chorra a un torero", el PP ha ido más lejos y ha hecho alcaldesa sin presentarla como número uno de la lista electoral a "la mujer que... a un presidente de gobierno". Así nos va.

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  4. No me gusta entrar en polémica con otras opiniones en la red,pero le diría al anónimo que las muertes se producen precisamente por no hacer nada, por no intentar nada o como él lo llama "no experimentar". Estoy deacuerdo con que se apoye la iniciativa empresarial (puesto que yo lo soy), que no se pongan zancadillas a los empresarios desconocidos por parte de los cargos responsables y se escoja para los concursos públicos siempre a los mismos, pero eso no quita para hacer cumplir A TODOS las normas y leyes y no mirar hacia otro lado a cambio de DINERO u otros FAVORES. Porque todo esto al final es por dinero."TÚ NO ME CONTROLAS Y YO YÁ SABRÉ COMPENSARTE"

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  5. Soy el anónimo de antes. El balance que deja el ejercicio de la medicina, la cirugía, la aviación, el tráfico... es netamente positivo para todos, siendo asumibles esos errores.

    En cambio, estas macrofiestas únicamente dejan el beneficio al que las organiza -normalmente, gente que no suele ser deseable para la mayoría- y centenares de adolescentes con comas etílicos, accidentes de tráfico... una sociedad de ninis, que son la mayoría de los que pierden el culo por ir a estas macro tonterías.

    SÍ: LO PROHIBIRÍA. No compensa.

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