domingo, 16 de junio de 2019

Menores y pornografía

Según un estudio dirigido por Lluis Ballester y Carmen Orte y publicado por la Universitat de les Illes Baleares y la red  Jóvenes e Iclusión, los jóvenes se inician cada día antes en el consumo de la pornografía. Los chicos empiezan a los 14 años, mientras que las chicas a los 16. Es llamativo que uno de cada cuatro ya haya visitado páginas pornográficas antes de los 13. Incluso hay niños de 8 años que ya han tenido su primer contacto con páginas pornográficas. La mayoría de los usuarios de estas páginas son hombres. El 87% reconoce haber visto pornografía alguna vez. Asusta saber que el 30% de los hombres se consideran un poco adictos o posiblemente adictos a la pornografía.
No creo que sea necesario explicar que los contenidos de este tipo de publicaciones muestran a la mujer como mero objeto. Su único fin es ser penetrada y humillada por el macho alfa de turno. Es cosificada y es vejada con escenas de sumisión, golpeada, maltratada... Según PornHub, un canal de pornografía gratuito, hay tres millones de visitas a sus páginas ¡cada hora! Tiene ocho vez más volumen que gigantes como Facebook. Por supuesto, al igual que aumenta el consumo de pornografía, aumentan las prácticas sexuales de riesgo. Luego, estos jóvenes desarrollan conductas como las de La Manada y nos llevamos las manos a la cabeza, preguntándonos cómo hemos llegado a esto.

No creo que ninguno de los presentes sea tan iluso de creer que el acceso a estas páginas las realizan solo los hijos de los demás, mientras que nuestros pequeños retoños son unos hijos modélicos. En muchos casos, ese primer acercamiento a la pornografía es casual, pero en otros, no. Es evidente que el acceso a este tipo de páginas es a través de un simple clic en sus teléfonos o tabletas. ¿O realmente usted piensa que sus hijos solo los utilizan para jugar o, como mucho, para hablar con sus amigos a través de las aplicaciones de mensajería instantánea? ¿Cuántos de ustedes tienen algún tipo de control parental sobre los terminales de sus hijos? Es incomprensible que seamos tan ingenuos de conceder a nuestros hijos el universo completo de internet sin ningún control. ¿No será que muchas veces miramos para otro lado, ante la idea de provocar un enfrentamiento familiar, dado que al fin y al cabo van a terminar por descubrir el porno? Siempre es más cómodo hacernos los tontos. Es nuestra labor, la de los padres, enseñar a nuestros hijos el valor de aquello tan obsoleto ya. El respeto, el compromiso, la responsabilidad, la ternura. Es decir, el amor. A mí, personalmente, me aterra pensar que nuestros hijos pueden considerar la pornografía como su referente en educación sexual

Piensen.
Sean buenos.

Hoy, la canción regalo la trae doña @Paulisalcocer. Se trata de The living years. Con todos ustedes: ¡Mike & The Mechanics!
https://www.youtube.com/watch?v=5hr64MxYpgk

No hay comentarios:

Publicar un comentario