lunes, 8 de abril de 2013

Infanta imputada

Es evidente que la noticia más importante de la semana ha sido la imputación, por parte del juez de instrucción, José Castro, en el "caso Urdangarín" a la Infanta Cristina. No voy a entrar si finalmente testifica o no, me quedo con el hecho en sí. Nuevo varapalo a la, cada vez peor valorada, institución monárquica. El Rey debe tener pavor a abrir los periódicos por las mañanas por si aparece alguna nueva noticia que menoscabe aún más la opinión que tenemos los españoles de la monarquía. Si en 1992 la reina de Inglaterra, Isabel  II, consideró aquel año como annus horribilis, don Juan Carlos debería considerar que estamos en una década terrible, por la cantidad de escándalos que han asolado la Casa Real.

Empero, lo que más me ha llamado la atención ha sido la respuesta de la clase política ante tal hecho. El Presidente del Gobierno, con su tibieza habitual, ha manifestado su total respeto a la Justicia, a la vez que respeta la presunción de inocencia. El ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, José Manuel García-Margallo, se desmarcó diciendo que la imputación no beneficia a la marca España. El PSOE por su parte pide que se deje actuar a la Justicia y pide a la Casa Real que sea neutral. Desde IU se congratulan con la noticia, pues afirman, que más vale tarde que nunca. Y así podríamos seguir repasando las distintas formaciones políticas.

Es llamativo que nadie, absolutamente nadie ha apoyado a la Casa Real, o lo que es lo mismo, a la Monarquía. Es evidente que nadie se ha querido implicar en un caso que puede salpicar a su partido político por mostrar su apoyo. No hablo de apoyar a la Infanta, puesto que de eso se ocupan sus abogados, sino de apoyar a la Monarquía, es decir, a nuestra forma de gobierno. Se puede estar a favor o en contra de la Monarquía, eso es lícito, pero no se puede estar en contra del concepto de país. Si no queremos una monarquía, que sea una república. Si queremos un estado autonómico o federal que así sea, pero todos unidos. Todos luchando por lo mismo. Otro camino nos lleva al caos. Decía Azaña nada más conocer la sublevación militar del 18 de julio de 1936: "Os permito, tolero, admito, que no os importe la República, pero no que no os importe España. El sentido de la Patria no es un mito".

Piensen.
Sean buenos.

La canción regalo de hoy es "A sort of homecoming" que muestra la alegría de volver a casa. A su casa. Disfruten. Es U2.

6 comentarios:

  1. Pero que manía con la Marca España. Margallo y cía, marcharos de una vez que habéis hundido a España...

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  2. Yo estoy muy espeso esta mañana o no está bien hilado este artículo. ¿Qué tiene que ver no apoyar a la Casa Real con estar en contra del concepto de país? si tú mismo das la solución, no es lo mismo el país que su forma de gobierno. Se puede estar en contra de la monarquía y a favor del país.

    Y por otra parte, aún estando a favor de la monarquía ¿en qué debería según tú traducirse ese apoyo?

    Si yo fuera monárquico, que no es el caso y para apoyar a la institución, pediría la abdicación inmediata de su titular que ha quedado totalmente desacreditado, no por los actos de su hija, sino por los suyos propios. El rey, conociendo las andanzas de su hija y su yerno, lejos de denunciar, consintió, pidiendo a lo sumo, disimulo.

    Otro día nos hablas de su dinero en Suiza y las pobres excusas para no repatriarlo... evasión de impuestos en toda regla. Eso sí es obrar contra el país.

    En resumen, lo sorprendente sería encontrar defensores de lo indefendible.

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    1. Estoy de acuerdo con este comentario. Me parece el artículo más confuso de los que te he leído hasta ahora. El patriotismo es un sentimiento genial pero lo que hay que buscar con él es lo mejor para todo el pais (es decir, los ladrones ajusticiados) seamos monárquicos, de izquierdas, de derechas, republicanos, Juancarlistas o anárquicos. JUSTICIA IGUAL PARA TODOS ¿Una utopía????





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  3. A mí me parece una buena reflexión de lo que está sucediendo en nuestro país! Y, ciertamente es un bache muy grande para la monarquía y por ende, a España..

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  4. Aquí con tal de que no respondan los verdaderos culpables de la crisis que nos asola, somos capaces de cuestionar a una institución como la Monarquía. Estoy de acuerdo con el primer "comentarista": marcharos o mejor callaros de una vez que habéis hundido a España...(los socialistas, claro)
    Monsieur.

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