lunes, 13 de diciembre de 2010

¿Crisis? ¿Qué crisis?

En 1975, un año después de nacer yo, salió a la venta un disco de la banda británica Supertramp llamado Crisis? What crisis? (¿Crisis? ¿Qué crisis? para los no angloparlantes). En la portada del mencionado LP (antes de la existencia de los Compact Disc, los MP3, Spotify y demás inventos, se llamaban así a los discos, un Long Play, que terminó por abreviarse en LP y aquí los llamábamos elepé) aparecía una imagen en color de un señor sentado tranquilamente bajo una sombrilla, mientras a su alrededor, en blanco y negro se ve un paisaje desolador, con fábricas, gris, triste.




Personalmente veo la portada del disco como una metáfora de quien no es consciente de lo que pasa a su alrededor. Puede estar desmoronándose el mundo, que él vive feliz en su pequeño reducto. Hoy, 35 años después de aquello, parece que hay una enorme crisis mundial. Dicen los expertos que es una crisis económica muy importante. Yo pienso que no  es una mera crisis económica, sino en todos los aspectos, sociales, morales, éticos... pero eso sería otro cantar. Seguramente en otro artículo podamos hablar de ello.

¿Ustedes se han fijado a su alrededor? ¿No ven a señores en color en un mundo en blanco y negro? Mi sensación es que existe mucha gente que lo está pasando realmente mal. Ayer precisamente hablaba con un gran amigo que nos invitó a comer en su casa, y me contaba que a las 11 de la mañana había visto ya a cuatro personas rebuscando en la basura, posiblemente algo que echarse a la boca. Según las cifras oficiales de paro, hay más de cuatro millones y medio de parados. Sorprendente. Son cuatro millones y medio de historias, de vidas, de sufrimientos... Pero también me llama poderosamente la atención el ritmo de vida de la sociedad española. Por un lado tenemos la tasa de desempleo más elevada de la Unión Europea y por otro lado, si intenta usted ir a cenar algún día, o al cine, o simplemente a tomar una caña con sus amigos, descubrirá asombrado, que a pesar de la crisis, los cines están llenos, los restaurantes también, el precio de las consumiciones es elevadísimo, hay fiestas por doquier...

¿No ven aquí algo extraño? Por un lado, la crisis azota a todos, pero solo la sufren los mismos. A lo mejor es momento de replantearnos la situación, ¿no les parece?

Piensen.
Sean buenos.

3 comentarios:

  1. Pues amigo Diegvs:
    A mi la crisis me parece gigante y temo que el 2011 va a traer muchos mas problemas que están latentes y a punto de reventar. Yo conozco a un padre de familia que hace un mes ingresó en prisión en Madrid. Te aseguro que es un hombre bueno que fue despedido hace unos meses de su empresa.Te aseguro también que los motivos de su ingreso no alarmarían a nadie pues no es un delincuente . Únicamente es un padre de familia que necesitaba llevar a casa comida para sus hijos y se buscó la vida de mala forma... Este año muchos están aguantando con lo poquito que les queda pero para el año que entra ya no hay mas y se enfrentan a problemas graves que pueden derivar en barbaridades. Miguel Angel es un ejemplo de lo que nos puede pasar a los padres angustiados y desesperados .... Los valores a los que haces mención se han perdido paulatinamente y lo peor es que están dejando de importar esas pérdidas... No se cual es el destino que tenemos pero no me gusta nada de nada... Espero que de alguna forma la sociedad reaccione y de igualforma que ,según un periodico de ayer, los vinilos vuelven ha hacer aparición , volvamos a rescatar lo que quede de ellos...

    Un abrazo

    El vecino de enfrente

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  2. Sr Gafo:

    Hace usted una reflexión paradójica de la situación económica y social en la que estamos inmersos:
    Por un lado la crisis galopante que llevamos viviendo un largo periodo de tiempo, por otro el consumo al que hace referencia en bares, comercios y otros establecimientos. Quizá funcione más de lo que nos creemos la economía sumergida?.
    No obstante en la cotidianidad en la que estoy inmerso, soy conocedor de que la situación actual de numerosas familias está caracterizada por su precariedad económica y me temo que con la retirada de los 426 euros de ayuda por familia y subsidio la misma se acrecentará, para desgracia y sufrimiento de muchos.
    Desde su brillante blog pido que la administración y la clase política reaccione, porque sino fuera por la ayuda familiar, vecinal y de entidades como Cáritas u otras, me temo que las consecuencias serían mas devastadoras de lo que ya de por si están siendo.

    Un abrazo, Rodro

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  3. Menos mal que los cines están llenos, y los restaurantes....!
    Por lo menos se mueve algo de dinero, que es lo importante. Si nos quedamos todos en casa, sin que la economía circule, entonces si que se hunde el barco.

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