Por fin se deshojó la margarita. El "magnate" Sheldon Adelson ha elegido Madrid para instalar su macroproyecto EuroVegas. Promete una inversión de entre 17 000 y 30 000 millones de dólares y la creación de más de 200 000 puestos de trabajo. Caras de satisfacción en los políticos madrileños mientras que los catalanes aseguraron, resignados, que su oferta había expirado días antes de la elección final del enclave. Me recuerda un poco a la fábula de la zorra y las uvas...
No están nada claras las condiciones fiscales, laborales y medioambientales que el ricachón Adelson impondrá, aunque imagino que no serán una bicoca. Hay demasido secretismo en este asunto y no me gusta. Por otra parte, parece que hemos aprendido poco de la crisis. Somos un pueblo de dura cerviz. Aún no nos hemos recuperado de esta situación financiera y ya estamos pensando en construir un macroproyecto inmobiliario, imaginando que la construcción es la única solución a la crisis. Craso error.
He hablado con mucha gente al respecto y no he conocido a nadie que esté a favor de este macroproyecto, a excepción claro está, de políticos a quien veo sonreir—aún a sabiendas que EuroVegas se convertirá en un foco de prostitución y juego—, y a las empresas inmobiliarias, quienes han visto subir su valor en bolsa como la espuma ante la posible elección de sus terrenos como sede definitiva. Si el pueblo se manifiesta abiertamente en contra, ¿por qué nuestros políticos se empeñan a llevar a cabo el proyecto? ¿Hay algo detrás de todo esto? Yo pensaba que la soberanía nacional emanaba del pueblo y no de los intereses políticos y empresariales... pero claro, puedo estar equivocado. ¿O no?
Piensen.
Sean buenos.
Que no conozcas a nadie que esté de acuerdo con el proyecto no significa que no existan ni que sean los menos.
ResponderEliminarEs verdad que no se sabe todo del proyecto, pero lo que yo veo es que se habla mucho más de esto que de ningún proyecto público, cuando tantos hablan, y sobre todo especulan, sea o no turbio, lo parecerá. Unos te dan una información porque están a favor, y otros la contraría porque quieren que lo rechaces, y al final no sabes nada porque tienes la cabeza hecha un lío.
Y el problema no lo veo en que se apueste por la construcción y el sector ocio, más bien en que debería crecerse en varios sentidos paralelamente, si falla algo no se cae todo porque hay más pilares. No es que esto sea malo, es que no debe ser lo único en que se invierta.
Sobre que sea un foco de prostitución y juego (curioso que no hayas mencionado drogas) pues que quieres que te diga, que otra cosa no pero de eso en Madrid hay bastante.
Obviamente un casino es un lugar de juego, pero eso no es un problema en si mismo, aquel que tiene un problema de ludopatía jugará sea legal o sea ilegal. Que las timbas ilegales son el pan nuestro de cada día.
En un país donde la lotería nacional (juego) es un evento social que nos asustemos del juego es bastante hipócrita. No hay bar sin su tragaperra, ni barrio sin su estanco y su vendedor de la ONCE, y la gente se gasta auténticas fortunas.
Y la obsesión con la prostitución no sé de dónde viene pero que si no es ilegal la culpa no la tendrá el casino, y como digo de esto haber hay y mucho por todo Madrid. Y en cualquier caso será mejor que los señores que buscan esos servicios se las suban a la habitación del hotel a que las muchachas estén ejerciendo en una plaza junto a los columpios de los niños, mejor donde juegan los adultos que donde juegan los niños.
Y el proyecto no es sólo un casino (como los que ya hay) sino espectáculos, cabaret, teatro, música, tiendas, hoteles, restaurantes... simplificarlo al juego (que es el reclamo pero no toda la oferta) es como decir que España es flamenco y toros.
Un saludo =)
Yo también tengo mis dudas de qué esto vaya a ser más beneficioso qué perjudicial para España...
ResponderEliminarSiempre me extrañaron las ganas de apostar dinero de los Españoles, pero eso es porque los Holandeses somos sosos, en general, zomos mas de ahorar y perderlo asi en impuestos. Me temo que Sheldon Adelsen se aprovecha de las ganas de la gente de salir de la miseria y ganar por fin el bote. Va a ser miseria en el cuadrado. Y el que se gana los millones se rie de los poco afortunados, siempre!
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