Quienes me conocen bien saben que soy un delantero centro temido. Así lo demostraba partido tras partido horadando inmisericorde la portería rival. Era el terror de las defensas rivales. Los porteros temían mis remates que acababan irremediablemente en gol. Pero eso era antaño. Hasta aquel fatídico 27 de mayo de este año. Ese día, el expeditivo central N. Butcher me golpeó con aviesa intención la rodilla. Ya saben, solo hay una forma de parar a los goleadores insaciables... Y hasta aquí el sentido del humor. Ahora llega lo serio.
Uno de los mejores delanteros de España, y a su lado, don Emilio Butragueño |
Ese día fui a urgencias y me diagnosticaron esguince del ligamento lateral externo de la rodilla derecha con posible meniscopatía. La traumatóloga, muy profesional, me citó pasados quince días para conocer el estado exacto de mi lesión. Temía que pudiera tener afectado el menisco, por lo que me solicitó una resonancia magnética. Cuando solicité la prueba, pensaba que me estaban gastando una broma. Tenía la cita en enero de 2019 a la una menos cuarto de la madrugada. No podía ser cierto. ¡Ocho meses más tarde! Como continuaba con dolores, decidí acudir a una clínica privada para realizarme la prueba diagnóstica, pagándolo de mi bolsillo por supuesto. Los temores de la traumatóloga se confirmaron. Tenía roto el menisco. Debía operarme esa rodilla. Entré en lista de espera de manera preferente... Y hasta hoy. Sigo esperando esa operación. He interpuesto una reclamación al Servicio de Salud, puesto que la Ley de Garantías asegura que tienen la obligación de operarme antes de los tres meses. Su respuesta es que estoy incluido correctamente en la lista de espera y que lamentan la demora, pero hay exceso de demanda...
Quiero agradecer públicamente al Servicio de Salud por garantizar lo que no puede cumplir. Han pasado casi siete meses y sigo con fuertes dolores y sin poder hacer vida normal. ¿Qué solución tengo? ¿Acudir a una clínica privada y operarme? Es evidente que esa es la intención del Servicio de Salud. Que los pacientes, hartos de aguantar dolores, terminen desistiendo y pagando de su bolsillo la sanidad. Otra posibilidad es esperar a que los pacientes fallezcan y así reducir las listas de espera. Es una vergüenza. Mientras tanto, nuestros políticos discuten sobre si hay que exhumar o no a Franco de su tumba, o de si hay que eliminar el lenguaje ofensivo hacia los animales pues tienen sentimientos, o la final de un torneo de fútbol... Payasadas como estas son las que ocupan los minutos en los telediarios. Mientras, los ciudadanos debemos aguantar interminables listas de espera, o vemos como la educación empeora cada día, o los servicios sociales no pueden dar respuestas. Es gravísimo que no vislumbremos ningún atisbo de mejora en lo importante. Estoy harto de esta gentuza.
Piensen.
Sean buenos.
Permítanme que la canción regalo de hoy sea God part II, aunque no la versión que aparece en el álbum original Rattle and Hum, sino la Hard Metal Dance Mix... Siempre me ha gustado más. Es una respuesta a la canción God de John Lennon, incluso tiene la misma estructura lírica. Asegura la canción, muy sabiamente, que los ricos se curan mientras los pobres siguen enfermos. Con todos ustedes: ¡U2!
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