No creo que haya nadie que no sepa que el próximo 20 de diciembre hay elecciones generales en España. Parece ser, que tras décadas de bipartidismo, estamos ante una situación histórica y hay cuatro candidatos que se disputan la Presidencia del Gobierno: Mariano Rajoy, del PP y actual presidente del Gobierno; Pedro Sánchez, secretario general del PSOE; Pablo Iglesias, secretario general de Podemos; y Albert Rivera, presidente de Ciudadanos. Dada la trascendencia, el grupo Atresmedia ha organizado un debate televisado entre los cuatro candidatos el próximo 7 de diciembre, que moderarán los periodistas Ana Pastor y Vicente Vallés.
Y aquí salta la sorpresa. Mariano Rajoy ha declinado la invitación y en su lugar, acudirá la actual vicepresiente, Soraya Sáenz de Santamaría. No todo son malas noticias, podía haber enviado a su hijo. Rajoy sí quería un cara a cara con el candidato socialista Pedro Sánchez, pero no un debate a cuatro. Alegan desde el PP problemas de agenda del presidente y que incluso ha recibido más de treinta propuestas para participar en diferentes debates. Parece que estos problemas de agenda no han impedido al señor Rajoy acudir al programa de Televisión Española presentado por Bertín Osborne En tu casa o en la mía, mucho más insustancial. O lo más llamativo. Ha acudido a comentar un partido de fútbol del Real Madrid en la COPE. Donde esté el fútbol que se quite lo demás.
Nada que objetar a que realice estas actividades, está en su derecho. Quiere participar en otros formatos televisivos y es un gran aficionado al balompié. Pero es incomprensible como desprecia a todos los españoles negándose a ir a un debate en el que puede explicar sus ideas y su programa. Sinceramente no me sorprende. Aún recuerdo su rueda de prensa a través de una pantalla. La única palabra —decente— que se me ocurre para definir la actitud del señor Rajoy es miedo. Está aterrado. Sabe que tiene poco que hacer ante los demás candidatos. Ignoro quién ganará el debate, lo que sí seguro es quién lo ha perdido de antemano: el señor Rajoy, y por extensión el Partido Popular. Han despreciado a sus votantes y lo van a pagar en las urnas. Es evidente que algún indeciso votará al candidato que haya explicado su programa y que se ha enfrentado a sus contendientes. Señor Rajoy, si esta es su forma de hacer política, le auguro una salida inminente del Palacio de la Moncloa.
Piensen.
Sean buenos.
La canción regalo de hoy es Love is in the air y viene de la mano de mi amiga @Jcregales. Canción del año 1977 y que seguramente nos ha hecho mover el esqueleto a más de uno, y eso que el que escribe es insultantemente joven. Con todos ustedes: ¡John Paul Young!
Amigo Diego. Solo voy a escribir una reflexión:
ResponderEliminarMariano Rajoy demuestra que es un verdadero hombre de Estado.
¿no?
Un abrazo
Triste es pensar que un debate televisivo pudiera influir en la decisión de voto. Luego vendrán cuatro años en los que nos pastorearán a placer. Yo creo que, poco a poco, vamos dejando a un lado los dibujos animados y los cuentos. Tengo la esperanza de un voto meditado y no entrañable (de entraña).
ResponderEliminarTriste es pensar que un debate televisivo pudiera influir en la decisión de voto. Luego vendrán cuatro años en los que nos pastorearán a placer. Yo creo que, poco a poco, vamos dejando a un lado los dibujos animados y los cuentos. Tengo la esperanza de un voto meditado y no entrañable (de entraña).
ResponderEliminarEstimado Javier Marcos: me temo que no comprendo su expresión; con el mayor respeto le pido que me explique el significado de su reflexión. Me he quedado pensando en lo siguiente: ¿eludir un debate democrático es muestra de ser un hombre de Estado...? de ahí mi perplejidad ante su comentario. Me permito aclarar que vivo fuera de España y quizás debido a ello no estoy enterado de muchos detalles. He leído mucho -toda mi vida- sobre vuestro hermoso país, pero obviamente no le puedo tomar el pulso tan de primera mano como quien vive la cotidaniedad política dentro de vuestras fronteras. Le anticipo agradecimientos, saludos cordiales desde Nueva York, Antonio.
ResponderEliminarApreciado Diego, coincido en el análisis plenamente. Has dado en el clavo. El presidente de Gobierno tiene miedo y en el debate se siente inferior al resto de contendientes (dicho vulgarmente si fuera le darían por todos los lados). Existen muchos episodios en su partido que son indefendibles (véase los numerosos casos de corrupción). Curioso y triste fue ver el otro día en un conocido programa televisivo, como preguntaban por la calle a votantes populares y justificaban de forma generalizada la ausencia del debate como si estuviera por encima del común de los mortales.
ResponderEliminarlos debates debilitan ...decia alguien: pero creo que el quedarse callado o declinar la invitación es exactamente eso: miedo. En mi país los debates nos han abierto los ojos de muchas cosas. Aun así, teniendo un gobierno tan corrupto ( el de mi país, Mexico) por lo menos sabemos de que pie cojean cada uno de nuestros candidatos. Creo que debería ser obligatorio ese debate por el bien del país. En fin: hay otro dicho : calladito te ves mas bonito...no siempre. Saludos
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