Supongo que todos ustedes han visto la divertida película "Atrapado en el tiempo". A pesar de ser este el título original en español, casi todo el mundo la conoce como "El día de la marmota". En ella, el protagonista, Bill Murray, vive una y otra vez el mismo día, en un bucle infinito, hasta que finalmente logra enamorar a la protagonista de la película, Andy MacDowell. No tiene mal gusto el bueno de Bill, no. La película en sí parece una macabra representación de la situación actual. Cada día, vemos las mismas noticias: Corrupción, fraude, políticos sinvergüenzas, mujeres asesinadas, escándalos de la Casa Real, el IBEX 35, la Prima de Riesgo...
La situación es caótica. Apenas queda pan pero al menos hay circo. O fútbol, lo mismo da. Mientras el populacho se embelesa con el fútbol no piensa. El plan es perfecto. Pero ya no se puede confiar ni en el fútbol. La Fiscalía de Barcelona se ha querellado contra la rutilante estrella del F.C. Barcelona, Lionel Messi, por presunta evasión fiscal. En total, se le acusa de haber defraudado algo más de 4 millones de euros. Peccata minuta para alguien que gana una barbaridad.
Es bochornoso que la gente defraude a Hacienda, pero aún es más sonrojante si eres multimillonario, querido y admirado por millones de personas. Desde el momento que alguien busca fórmulas estrambóticas para no pagar a Hacienda lo que le corresponde, está defraudando. Aunque quizá lo más repugnante es la imagen que proyecta el jugador de alguien concienciado con el sufrimiento ajeno. Existe incluso una Fundación Leo Messi para ayudar a los niños en situación de riesgo. ¡Hasta es embajador de UNICEF! No creo que sea el último futbolista que evada impuestos y espero que, de confirmarse la noticia, la justicia sea implacable, aunque no creo ni que se le multe... Nadie se atreve con el fútbol. Nadie. Y no se confundan, no es un ataque a su equipo, ni al fútbol. Hubiera escrito exactamente lo mismo si hubiera sido cualquier jugador de mi querido Racing de Santander. Es un ataque a la evasión fiscal. Indiferentemente de cómo se llame el sujeto. Lo malo que tiene el fútbol es que muchos de los miles de seguidores de su equipo lo defenderán, aduciendo mil y una excusas. Quizá ignoren que con el dinero que él debería haber declarado se podrían haber ayudado a muchos más niños en su Fundación, pero claro, esto es demagogia... ¿o no?
Piensen.
Sean buenos.
La canción regalo de hoy es una auténtica maravilla. Una vez oí que era la canción favorita de Bono. Con todos ustedes, Love is blindness. El amor es una ceguera, como le ocurre a muchos aficionados de Messi. La parte final de guitarra es impresionante. Se rumorea que Edge rompió varias guitarras durante la grabación evocando la separación traumática de su esposa. Es una catarsis. Disfruten. Es U2.
La situación es caótica. Apenas queda pan pero al menos hay circo. O fútbol, lo mismo da. Mientras el populacho se embelesa con el fútbol no piensa. El plan es perfecto. Pero ya no se puede confiar ni en el fútbol. La Fiscalía de Barcelona se ha querellado contra la rutilante estrella del F.C. Barcelona, Lionel Messi, por presunta evasión fiscal. En total, se le acusa de haber defraudado algo más de 4 millones de euros. Peccata minuta para alguien que gana una barbaridad.
Es bochornoso que la gente defraude a Hacienda, pero aún es más sonrojante si eres multimillonario, querido y admirado por millones de personas. Desde el momento que alguien busca fórmulas estrambóticas para no pagar a Hacienda lo que le corresponde, está defraudando. Aunque quizá lo más repugnante es la imagen que proyecta el jugador de alguien concienciado con el sufrimiento ajeno. Existe incluso una Fundación Leo Messi para ayudar a los niños en situación de riesgo. ¡Hasta es embajador de UNICEF! No creo que sea el último futbolista que evada impuestos y espero que, de confirmarse la noticia, la justicia sea implacable, aunque no creo ni que se le multe... Nadie se atreve con el fútbol. Nadie. Y no se confundan, no es un ataque a su equipo, ni al fútbol. Hubiera escrito exactamente lo mismo si hubiera sido cualquier jugador de mi querido Racing de Santander. Es un ataque a la evasión fiscal. Indiferentemente de cómo se llame el sujeto. Lo malo que tiene el fútbol es que muchos de los miles de seguidores de su equipo lo defenderán, aduciendo mil y una excusas. Quizá ignoren que con el dinero que él debería haber declarado se podrían haber ayudado a muchos más niños en su Fundación, pero claro, esto es demagogia... ¿o no?
Piensen.
Sean buenos.
La canción regalo de hoy es una auténtica maravilla. Una vez oí que era la canción favorita de Bono. Con todos ustedes, Love is blindness. El amor es una ceguera, como le ocurre a muchos aficionados de Messi. La parte final de guitarra es impresionante. Se rumorea que Edge rompió varias guitarras durante la grabación evocando la separación traumática de su esposa. Es una catarsis. Disfruten. Es U2.
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