Hay mentiras que de tanto repetirlas, nos creemos que son ciertas, pero no lo son. Siguen siendo mentiras. El ejemplo más fácil es: El sol sale de día y la luna de noche. Es evidente que el sol sale de día, pero es falso que la luna salga de noche. Sale de noche y de día. Otra de las mentiras que se están extendiendo como una plaga es la de confundir lectura con cultura, o lo que es lo mismo, cualquier disciplina con el arte.
Para que algo que leamos sea cultura, debería cultivar algo, debe aportar algo. Usted puede leer por simple divertimento, por placer, porque lo que lee le entretiene... pero esa lectura puede no ser cultura. No le está aportando nada a usted salvo ese esparcimiento, lo cual es perfectamente lícito. No estoy en contra de estos libros, —y de ninguno, Dios me libre— yo también los leo. El ejemplo típico es la trilogía pseudosexual que está haciendo furor (¿uterino?) entre millones de mujeres en todo el mundo. O las novelas sobre supuestas teorías de conspiración inspiradas por da Vinci. O las biografías de mozalbetes estrellas del pop de dieciséis años. Pueden ser un éxito comercial, pero no aportan nada. No es literatura. Son... otra cosa.
También se confunde el arte con cualquier mamarrachada que nos presentan. El otro día se vendió un lienzo de Andy Warhol por más de 90 000 dólares pintado ¡con orina! El artista conceptual Piero Manzoni ya realizó una crítica excelente al envasar heces en diversas latas y venderlas a precio de oro. Hoy esas latas se han revalorizado una barbaridad. Seguro que los posmodernos trasnochados piensan que es una obra única. Para que una obra de arte sea considerada tal hace falta algo más que juntar tres hierros y hacer un adefesio. Una obra de arte puede ser El Juicio Final de La Capilla Sixtina de Miguel Ángel, o El Pensador de Rodin... Obras que han perdurado en el tiempo y que son admiradas. No cualquier idiotez.
Piensen.
Piensen.
Sean buenos.
La canción regalo de hoy es "Hold me, thrill me, kiss me, kill me" de la banda sonora de la película "Batman Forever". Ya lo dice Bono: No saben lo que están haciendo, así que debe ser arte. Disfruten, es U2.
Diego, cualquier lectura es cultura. ¿Entonces los cómics, artículos de opinión, foros, blogs...?. Estoy contigo en la valoración qué se le da a cierto arte moderno. Para mi, una mierda en un bote no dejará de ser mierda y valdrá una mierda, aunque sea la de Scarlett Johansson
ResponderEliminarSi Miguel Ángel levantase la cabeza...
ResponderEliminarSiento no estar de acuerdo. Pero si Andy Warhol no ha aportado nada al arte, porque un gran porcentaje de la población copia sus obras, reproduciendo el cuadro de las cuatro fotos de Marilyn o Elvis,..creo que es una crítica facilona.
ResponderEliminarNo se puede generalizar,..no todas las canciones de U2 son buenas,...algunas son facilonas,..y se han compuesto bajo las mismas sustancias que se han creado algunas obras de Warhol,...pero por ello no es arte su música...
Al Papa Julio II, pintado en el infierno en la Capilla Sixtina tampoco le pareció maravillosa la obra de Miguel Ángel en su momento,...no por ello deja de ser arte.
Respecto al precio es como todo,...también hay quien paga sumas astronómicas por ver un partido de fútbol, una corrida de toros,..o cualquier otra cosa,...pero sólo decir no hay que confundir VALOR con PRECIO....
Un saludo
Pues a mi me importa un bledo que me llamen ignorante, ese arte moderno no me dice nada.
ResponderEliminarEl arte es algo muy personal y a la vez universal. Te llega o no te llega, me da lo mismo la Capilla Sixtina que Barceló, pero cuando te llega lo sabes. No discutan lo que ES o NO ES, vivan lo que encuentren y busquen siempre.
ResponderEliminarEl arte contemporáneo muchas veces peca de conceptual, eso es cierto. No hay que confudir arte con mercado del arte. Son dos cosas muy distintas, y porque la primera se vea envuelta en la segunda, eso no le quita su calidad. Por favor, dejemos ya atrás la idea de que un cuadro es mejor cuantas más horas se inviertan en hacerlo.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo a medias con el artículo.
ResponderEliminarEn el caso de la lectura, va por gustos. Si a la gente le da por un autor o por un tema, pues qué vamos a hacer, pero al fin y al cabo un libro son 30 euros, a lo sumo, por regla general.
En cuanto al precio por obras como las cagadas en lata o similares, más que aprecio por el arte es una cuestión de coleccionismo, o incluso fetichismo. Pagar 5.000 euros por una botella de vino de 150 años, que ni siquiera sabes en qué estado está es un ejemplo de lo mismo... para mi, fetichismo, no aprecio por el arte.
Y, finalmente, está el hecho de tomar el arte como inversión. Se habla de la burbuja inmobiliaria, pero ojo con la burbuja que supone el arte, como vía de blanqueo de dinero. En efecto ¿cuánto cuesta o vale un cuadro, sea el que sea? Pues si me reporta la posibilidad de blanquear dinero de procedencia ilegal, desde luego tiene un valor muy grande para el que le saque este provecho.
En definitiva, que lo menos malo son los libros. La trilogía a la que haces referencia ha animado mucho las camas. En serio. Piense. Sea bueno... pero no tanto.
A mi me pone estar al lado de mi novia mientras se le mojan las bragas leyendo esos libros.
EliminarAl autor o autora del blog:
ResponderEliminar"De lo que no se puede hablar, hay que callar".
El documental de Bansky 'Exit Through the Gift Shop' muestra cómo funciona hoy en día el mundo del arte. No hacen falta más explicaciones.
ResponderEliminarPrimero: es Banksy y no Bansky. Segundo: Exit Through the Gift Shop solo explica UNA historia, no es un documental que trata de explicar el arte moderno en sí. De hecho - el mismísimo Banksy es un artista como dios manda. O sea un Artista. Con mayúscula.
EliminarBanksy, no Bansky!
EliminarPor cierto, nadie sabe si se trata de un artista o varios
EliminarMe parece que todos vosotros teneis un problema con la palabra Arte. Esa palabra era una idea, romántica por cierto, que hoy carece de su misma simbologia. Hoy nadie piensa que el Arte vaya a cambiarle la vida, hoy el arte, ya sin mayusculas es simple y llanamente mercado, para bien o para mal.
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