Según las Naciones Unidas, mil millones de personas pasan hambre. Es decir, una de cada siete personas en el mundo. Son datos aterradores, sobre todo porque a pesar de los esfuerzos realizados, parece que la situación no va a cambiar, por lo menos a corto o medio plazo.
En el otro lado de la moneda nos encontramos con que la mitad de la comida que se produce en el mundo se desperdicia. Según un estudio del IME (Instituto británico de Ingenieros Mecánicos) de los 4000 millones de toneladas de alimentos que se generan diariamente en el mundo, la mitad acaba en la basura. Espeluznante. Las causas son múltiples. Desde la venta de lo estéticamente apetecible a las malas prácticas agrícolas. Por supuesto, también hay que incluir las toneladas de agua empleadas, el trabajo de las personas que han generado estos alimentos, su preparación... Un auténtico desastre.
En el otro lado de la moneda nos encontramos con que la mitad de la comida que se produce en el mundo se desperdicia. Según un estudio del IME (Instituto británico de Ingenieros Mecánicos) de los 4000 millones de toneladas de alimentos que se generan diariamente en el mundo, la mitad acaba en la basura. Espeluznante. Las causas son múltiples. Desde la venta de lo estéticamente apetecible a las malas prácticas agrícolas. Por supuesto, también hay que incluir las toneladas de agua empleadas, el trabajo de las personas que han generado estos alimentos, su preparación... Un auténtico desastre.
Soy bastante pesimista con este asunto. Soy consciente de que el ansia de poder del ser humano es superior a la generosidad. Basta que haya un egoísta para tirar por tierra el trabajo y la generosidad de muchos. Es muy común oir hoy que alguien no quiere tener más hijos porque "no es posible alimentarlo". Es una falacia. Hay alimentos para todos, y lo que hay que hacer es distribuirlos con conocimiento. Es importante concienciar a los consumidores, es decir, a todos, y acostumbrarnos a comprar lo que no es estéticamente apetecible sino lo que necesitamos. Somos los consumidores los culpables. Basta de culpar a los productores, a los distribuidores, y a las grandes empresas. Piensen que a lo mejor no es comida atractiva a la vista, pero el precio de los mil millones de personas que pasan hambre debería conmovernos a todos. Si no, poco queda por hacer.
Piensen.
Sean buenos.
El regalo de hoy es la joya de la corona. Para mí de las mejores canciones de U2, "Where the streets have no name", compuesta por Bono durante un un viaje a Etiopía.
El regalo de hoy es la joya de la corona. Para mí de las mejores canciones de U2, "Where the streets have no name", compuesta por Bono durante un un viaje a Etiopía.
Estando de acuerdo en que resulta una falacia que, habiendo gente que pasa Y MUERE de hambre, se desperdicie comida en cantidad ingente, no puedo estar de acuerdo en culpar al consumidor porque compre lo que le entre por los ojos.
ResponderEliminarPosíblemente, así ha sido mayoritariamente años atrás. Pero con la crisis han ido apareciendo cada vez más tiendas en las que los productos menos aparentes tienen salida a un precio inferior. Una especie de outlets de fruta, etc. Eso sí, lo habitual es que tanto quienes lo regentan como lo frecuentan sean inmigrantes, lo cual ya no gusta a todo el mundo -no es mi caso, y no me importa admitir que compro habitualmente en este tipo de establecimientos, tanto alimentos como ropa, etc. Pero no todo el mundo piensa igual-
En cuanto a lo de tener o no más hijos porque no sea posible alimentarlos, es clara la metáfora de que no es porque no haya comida (no hace falta explicarlo ¿no?) pero no sólo de pan vive el hombre. En cualquier caso, es una cuestión plenamente personal e íntima y respetable, tanto tener como no hacerlo, por la razón que sea.
Y sobre el tema en cuestión: el desperdicio de alimentos habiendo gente que, como digo, muere de hambre. Completamente de acuerdo en que deberían articularse vías para que esos excedentes lleguen a quienes lo necesitan. De hecho, se está haciendo, tipo banco de alimentos y similares. Pero hay zonas del país donde, por mucho que se haga, va a resultar imposible ni siquiera mitigarlo, al menos en 20-30 años. Y me explico: en zonas donde no sirve ni dar peces, porque no hay para todos, y tampoco enseñar a pescar, porque no hay peces... lo siento, pero es así de crudo y asqueroso: hasta que esa población no disminuya y lo poco que haya para repartir posibilite generaciones sanas y medianamente bien nutridas, es imposible sacarlo adelante, por muy buena voluntad que llegase a ponerse.
A partir de ahí... como dice el Director: piensen al respecto.
PD: Símplemente como curiosidad, pero... ¿qué hace el Instituto de Ingenieros Mecánicos estudiando sobre este tema?¿lo suyo no es diseñar e inventar? que yo sepa, ingeniero viene de ingenio.
Corrijo mi comentario anterior: cuando hablaba de que hay zonas del país donde no podría darse solución, me refiero a zonas del Mundo (del llamado Tercer Mundo). Afortunadamente, en España no llegamos a esa situación, por el momento.
EliminarGran entrada. Un abrazo.
ResponderEliminar"4000 millones de toneladas de alimentos que se generan diariamente en el mundo, la mitad acaba en la basura"
ResponderEliminarSupone casi media tonelada/dia x habitante, parece algo exagerado, sobraría mucho más de la mitad, quizás.
Pero sí, hay un desequilibrio y un reparto desigual, que con buena voluntad y trabajo se podría conseguir mucho.