No soy muy aficionado a ver la tele. De hecho, salvo algún noticiero, solo la enciendo para ver alguna serie en alguna plataforma de vídeo en directo. Aborrezco la telebasura, la cual abunda, por lo que he desinstalado de mi tele varios canales. Casi todos del mismo grupo empresarial. Admito que jamás he visto ningún concurso de talentos. Me da igual que sea de aspirantes a cantantes, artistas, modistas, cocineros, o lo que fuere. Pero esta semana, mis hijos me contaron lo que ocurrió en Masterchef, en la televisión pública. Una concursante se enfrentó a los jueces por no aceptar su veredicto. En un principio le achacaron su falta de esfuerzo e interés en realizar lo encomendado y ella respondió de forma chulesca. Incluso los desprecia como jurado. Posteriormente se niega a hacer la siguiente prueba, presentando una perdiz muerta sin cocinar, por lo que es expulsada del programa de forma inmediata. Aquí les dejo el enlace por si hay algún despistado o interesado.
https://www.rtve.es/television/20200505/saray-cuelga-delantal-cocinas-masterchef/2013328.shtml
Los propios jueces admitieron su error al seleccionarla por encima de otros 28 000 aspirantes. Hay quien insinúa que su inclusión en el programa es para dar visibilidad al colectivo trans. Por supuesto Comisiones Obreras RTVE ha solicitado que se cuide y se proteja a la concursante dadas las especiales circunstancias que la conforman como persona. Imaginen cómo deben sentirse aquellos que siendo mejores que ella, no fueron seleccionados para el concurso por decisiones tan injustas como esta. Luego vemos que la concursante en cuestión es educadora social y nos preguntamos aterrados qué enseña a sus educandos. Pensaba que aceptar las decisiones de los jueces era de primero de educación...
Aunque todos sabemos que es un concurso televisivo y, por tanto, todo o casi todo es impostado en pro del espectáculo, la situación refleja perfectamente la situación actual. Es la sensación confusa de que todos somos iguales. Por tanto, la opinión del alumno o del aprendiz tiene la misma consideración que la del maestro. O, lo que es lo mismo, la opinión del necio que la del sabio. Es agotador aguantar estos comportamientos ególatras y pueriles.
Estamos destruyendo a varias generaciones dándoles la razón permanentemente, temiendo ofenderles o herirles. Hemos convertido a nuestros hijos en unos auténticos memos y consentidos. Quizá ganaríamos mucho si les explicamos que la vida es dura, que hay decisiones que les van a disgustar y que deben luchar por conseguir sus sueños. Nadie se lo va a regalar. Jamás se ha hablado del valor del esfuerzo, de la cooperación... Están acostumbrados a ver famosos en la tele o en YouTube, y excepto dos o tres casos muy puntuales, detrás del éxito está el trabajo y el sacrificio. Estas generaciones actuales piensan que el mundo les pertenece y de manera gratuita. Pobres ilusos.
Piensen.
Sean buenos.
Permítanme que la canción regalo de hoy sea La actitud correcta. Aunque parece que la canción se refiere a los concursantes de un programa musical, es perfectamente aplicable a cualesquiera de estos concursos. No es cuestión de credibilidad, ni tampoco de autenticidad, es el resultado final el que me parece insuficiente. Con todos ustedes: ¡Bunbury!
https://www.youtube.com/watch?v=E3zxvWvxDjQ
https://www.rtve.es/television/20200505/saray-cuelga-delantal-cocinas-masterchef/2013328.shtml
Los propios jueces admitieron su error al seleccionarla por encima de otros 28 000 aspirantes. Hay quien insinúa que su inclusión en el programa es para dar visibilidad al colectivo trans. Por supuesto Comisiones Obreras RTVE ha solicitado que se cuide y se proteja a la concursante dadas las especiales circunstancias que la conforman como persona. Imaginen cómo deben sentirse aquellos que siendo mejores que ella, no fueron seleccionados para el concurso por decisiones tan injustas como esta. Luego vemos que la concursante en cuestión es educadora social y nos preguntamos aterrados qué enseña a sus educandos. Pensaba que aceptar las decisiones de los jueces era de primero de educación...
Aunque todos sabemos que es un concurso televisivo y, por tanto, todo o casi todo es impostado en pro del espectáculo, la situación refleja perfectamente la situación actual. Es la sensación confusa de que todos somos iguales. Por tanto, la opinión del alumno o del aprendiz tiene la misma consideración que la del maestro. O, lo que es lo mismo, la opinión del necio que la del sabio. Es agotador aguantar estos comportamientos ególatras y pueriles.
Estamos destruyendo a varias generaciones dándoles la razón permanentemente, temiendo ofenderles o herirles. Hemos convertido a nuestros hijos en unos auténticos memos y consentidos. Quizá ganaríamos mucho si les explicamos que la vida es dura, que hay decisiones que les van a disgustar y que deben luchar por conseguir sus sueños. Nadie se lo va a regalar. Jamás se ha hablado del valor del esfuerzo, de la cooperación... Están acostumbrados a ver famosos en la tele o en YouTube, y excepto dos o tres casos muy puntuales, detrás del éxito está el trabajo y el sacrificio. Estas generaciones actuales piensan que el mundo les pertenece y de manera gratuita. Pobres ilusos.
Piensen.
Sean buenos.
Permítanme que la canción regalo de hoy sea La actitud correcta. Aunque parece que la canción se refiere a los concursantes de un programa musical, es perfectamente aplicable a cualesquiera de estos concursos. No es cuestión de credibilidad, ni tampoco de autenticidad, es el resultado final el que me parece insuficiente. Con todos ustedes: ¡Bunbury!
https://www.youtube.com/watch?v=E3zxvWvxDjQ
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