Esta semana, el Gobierno ha rebajado el IVA cultural del 21 al 10%. Una reivindicación del mundo de la cultura desde que en 2012 el gobierno del Partido Popular, subiera el IVA del 8 al 21%. De todos es sabido que el número de espectadores a las salas decaía año tras año. El cine se desangraba clamaban los creadores. Así que esperan, a través de estas medidas, volver a llenar las salas. La Federación de Cines de España (FEDE) ya ha anunciado su satisfacción y las principales cadenas cinematográficas han comunicado a bombo y platillo que aplicarán esa bajada en el precio de las entradas. En cualquier caso, el precio de la entrada se reduciría menos de un euro. Aproximadamente 66 céntimos de euro.
Aunque no es oro todo lo que reluce. La asociación de defensa de los consumidores FACUA ha denunciado subidas encubiertas y solo un 30% de los cines han aplicado la bajada de precios. Incluso, en este primer fin de semana, la afluencia de público ha sido semejante a las anteriores. Parece, como todos esperábamos, que serán las salas quienes se embolsen el dinero. ¿Casualidad? No lo creo. Es la clásica medida populista para que en las galas del cine —tan mediáticas— el ministro de turno no sea abucheado o abochornado. Al final, las personas a quienes les gusta el cine seguirán acudiendo cueste lo que cueste. Que no le cuenten milongas de piratas. Quien ve una película pirateada de internet no va a pisar una sala de cine.
Es un problema, no de precio, sino de calidad. La gente no va al cine, sencillamente, porque la calidad ha caído significativamente. Estamos hartos de ver secuelas y precuelas de exitosas cintas de nuestra juventud. ¿Seguiremos estirando el chicle de Star Wars hasta el infinito? Por supuesto que hay auténticas obras de arte. Negarlo sería estúpido, pero es evidente que vivimos una etapa de decadencia cinematográfica donde un elevadísimo número de cintas son, sencillamente, basura. No sé quién fue el iluminado que llamó cultura a cualquier cosa que sea proyectado en un cine. Se puede afirmar que el cine ha muerto de éxito. El público ha descubierto que hay más calidad en las series que en los largometrajes. Y por eso, la mayoría paga encantado las plataformas de series online tipo Netflix o HBO... donde el IVA sigue siendo del 21%.
Piensen.
Sean buenos.
Ya que hablamos de cine, pongamos una canción que fue compuesta para la película ¡Tan lejos, tan cerca! de Wim Wenders. Stay (faraway, so close!). Bono llegó a asegurar en 2005 que era la mejor canción de su discografía. Con todos ustedes:¡U2!
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