Un estudio del Barómetro de ProyectoScopio 2017 elaborado por el Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud de la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD) ha entrevistado a más de 1200 jóvenes de entre 15 y 29 años. Sus resultados son concluyentes. A un 40% les compensa emborracharse y perder el control; el 25% asume las consecuencias de fumar porros y conducir a gran velocidad, y el 15% asegura que merece la pena mantener relaciones sexuales sin control. Es decir, la media de los jóvenes que conocen y asumen los riesgos es del 26%. Una cifra escalofriante. Un verdadero desastre.
Nuestros jóvenes. Nuestros hijos o nietos, para centrar el tema, se sienten seguros cuando consumen drogas. Esto se traduce en que no consideran peligroso conducir tras embriagarse o consumir estupefacientes. Aterra observar que un elevado número de adolescentes no ven con malos ojos subir fotos íntimas a las redes sociales. Ni que decir tiene que practicar deportes de riesgo lo encuentran perfectamente asumible. No piensen que desconocen los peligros. No. Al contrario. Simplemente, les compensa socialmente. Necesitan sentirse aceptados por el grupo. Y para conseguirlo, son capaces de poner en peligro sus vidas. En el estudio se observa claramente que son más los hombres quienes asumen esas prácticas de riesgo que las mujeres. Imagino que la famosa frase haciendo referencia a la ausencia testicular ha matado a más jóvenes en la historia que la Primera Guerra Mundial. Un verdadero desastre.
Nuestros jóvenes. Nuestros hijos o nietos, para centrar el tema, se sienten seguros cuando consumen drogas. Esto se traduce en que no consideran peligroso conducir tras embriagarse o consumir estupefacientes. Aterra observar que un elevado número de adolescentes no ven con malos ojos subir fotos íntimas a las redes sociales. Ni que decir tiene que practicar deportes de riesgo lo encuentran perfectamente asumible. No piensen que desconocen los peligros. No. Al contrario. Simplemente, les compensa socialmente. Necesitan sentirse aceptados por el grupo. Y para conseguirlo, son capaces de poner en peligro sus vidas. En el estudio se observa claramente que son más los hombres quienes asumen esas prácticas de riesgo que las mujeres. Imagino que la famosa frase haciendo referencia a la ausencia testicular ha matado a más jóvenes en la historia que la Primera Guerra Mundial. Un verdadero desastre.
Es evidente que algo estamos haciendo mal. Gastamos millones de euros en campañas de concienciación contra el consumo de drogas, alcohol, conducción... Y nuestros jóvenes siguen pensando que ese mensaje no van con ellos. A ellos nunca les va a pasar nada. Una consecuencia lógica a todo esto es que si un joven no es capaz de valorar su propia vida, normal que no valore la de los demás. Luego nos sorprendemos de los elevados casos de violencia machista. Todos hemos hecho tonterías cuando éramos jóvenes. Es lo normal. Lo que caracteriza a un joven es explorar nuevos límites. Uno deja de ser joven cuando es consciente de que no es inmortal. Y yo añadiría que se abandona la adolescencia cuando se es capaz de bajar la basura en pantuflas... Hay veces que pienso que nuestra sociedad está facilitando que nuestros hijos se conviertan en idiotas, eliminando toda responsabilidad y toda consecuencia a sus actos. Los hemos convertido en impunes a todo. Y por tanto, coquetean con los peligros. A lo mejor me estoy haciendo mayor, pero ¿y si nos ahorramos todo ese dinero de campañas e invertimos en valores? ¿No les parece un verdadero desastre?
Piensen.
Sean buenos.
La canción de hoy viene nuevamente de la mano de doña @BeatrizBagatela. La elegida es True disaster. Algo fresco, ligero, acorde con la edad de los protagonistas del artículo. Hay que reconocer que los resultados del estudio son un verdadero desastre. Con todos ustedes: ¡Tove Lo!
https://www.youtube.com/watch?v=GMsok5m5yD4
cuando el lema de la juventud es " vivir la experiencia" te das cuenta que no les importan las consecuencias. Lo vemos en todos lados y sin querer los alentamos. la adrenalina es otra droga...y están ávidos de adrenalina.
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