Se acabó el Mundial de Brasil 2014. De las 32 selecciones que iniciaron su andadura hace apenas un mes, solo quedó una, la campeona: Alemania. Justo campeón, que demostró ser el que mejor juega al fútbol y que tuvo que lidiar contra los mejores. En la fase inicial se deshizo, con goleada, de la Portugal de Ronaldo; después de EE.UU. y de Ghana. En octavos sufrió, pero logró doblegar a Argelia; en cuartos ganó a Francia —otra posible candidata al título—; en semis machacó a la anfitriona Brasil con un partido para la historia (1-7), y finalmente se alzó con el título tras derrotar a Argentina en la prórroga con gol de Mario Götze.
Y tras el partido, la polémica. La FIFA decidió entregar el premio al mejor jugador, el Balón de Oro del Mundial a... Messi. Un jugador que ha pasado sin pena ni gloria por la competición. Su selección, Argentina, tuvo una fase inicial sencilla: Bosnia Herzegovina, Irán y Nigeria. En octavos derrotó a Suiza, en cuartos a Bélgica, y su partido más difícil fue en semis contra Holanda, en el calificado, como peor partido del Mundial, y acabó en empate sin goles decidiéndose en los penaltis... En total cuatro goles: Ante Bosnia, Irán y dos ante Nigeria... Escaso bagaje para alguien considerado el mejor del mundo.
Que Messi reciba el galardón al mejor jugador del Mundial desprestigia, tanto a la FIFA, como al premio, como al propio jugador. Ha habido jugadores, incluso en su propia selección, más determinantes que Messi: Mascherano y Romero son dos ejemplos sencillos, pero en el resto de selecciones ha habido mejores jugadores: Klose, que ha batido el récord de goles en la fase final de un Mundial; Müller, el propio Götze en Alemania, James Rodríguez, Robben... A lo mejor tiene que ver que la marca deportiva que viste a Messi, que fabrica el balón del Mundial, y es patrocinador de la FIFA haya podido influir... Y lo más grave ¿quién valorará ahora los balones de oro conseguidos por Messi estos años atrás?
Piensen.
Sean buenos.
La canción regalo de hoy es "Mofo". Puro rocanrol del siglo XXI. Elijo la versión del directo en México. Disfruten. Es U2.
Completamente de acuerdo en tu última afirmación: "¿quién valorará ahora los balones de oro conseguidos por Messi estos años atrás? ".
ResponderEliminarCompruebo con pasmo estos últimos días en las tertulias deportivas de la tele, al más puro estilo "Sálvame", el debate que existe al respecto, estando a favor de la polémica decisión tan sólo los periodistas y culés acérrimos. No lo están los barcelonistas más moderados, y aficionados del resto de equipos.
Entregar el balón de Oro del mundial a un Messi que en el mundial sólo ha aportado el nombre y goles ante selecciones menores, y no ha resultado el jugador desequilibrante de años atrás, es insultante para el resto de jugadores que han tenido un rendimiento superior, e incluso para el propio Messi. Han puesto el listón demasiado bajo, tan bajo que cualquier partido medio decente del argentino será considerado como la actuación estelar del siglo.
Luego están aquellos que afirman que "Cristiano Ronaldo ha hecho menos...". ¿Y?. ¿Messi compite sólo contra Cristiano Ronaldo?. ¿No existen más jugadores en el planeta?. Reducirlo a una batalla entre dos individualidades no deja de ser de acomplejados.
Lo de tratar de convertir a Messi en el mejor jugador actual del mundo, y de la historia, es algo a lo que ya nos tiene acostumbrados el F.C. Barcelona, un equipo que en estos últimos años ha hecho historia gracias también a la aportación de Iniesta, Xavi, Valdés y compañía, y no necesita de ello. Esta situación ya se dio también con Ronaldo (el gordito), Rivaldo, Ronaldinho... jugadores que cuando tenían el balón infundían más terror en los rivales que el propio Messi, y que hoy en día nadie los incluye entre los cuatro mejores del mundo. Claro que no contaban con la campaña argentina de promoción. Campaña que incluso en esta ocasión no puede realizarse, ya que para los argentinos hasta un descomunal Mascherano ha sido el jugador más brillante del mundial, y del que se habla en todo el mundo en los últimos días.
A partir de ahora, y ante el tongazo descarado, no se valorará todo lo que Messi pueda conseguir, aunque fuera merecidamente.