domingo, 23 de julio de 2017

Padres e hijos

Permítanme presentarles a Donato. Es un señor mayor, de 83 años, que apareció hace unos días en el albergue de personas sin hogar donde trabajo. Era evidente que padece algún tipo de trastorno mental, aunque no sabemos precisar más, puesto que llegó sin ningún informe médico. Se mostraba muy desorientado y era sencillo deducir que llevaba varios días sin tomarse la medicación. Había estado en una residencia de mayores, pero decidió abandonarla voluntariamente e irse a vivir con una de sus hijas. Tras pasar un mes con ésta, se escapó y así llegó a nuestro albergue.
Anciano (Ulpiano Checa)
Tras mucho trabajo, conseguimos el teléfono de uno de sus nietos. Hablé con él y me contó que no sabía nada de su abuelo puesto que apenas había tenido contacto con él, pero me facilitó varios números de teléfono de sus hijos. En total tenía nueve. Fui llamándolos uno a uno y todos me contestaron lo mismo. No querían saber nada de él. Al haber abandonado voluntariamente la residencia no podía reingresar en un periodo de un año, así que trataba de hacerles entender que el albergue no era el mejor recurso para su padre, pero no hubo forma. Aseguraban que era ingobernable y se gastaba toda su pensión en prostitutas y en vino tinto. Actualmente, se toma su medicación y les aseguro que no es ingobernable. Es muy pesado y con fuerte carácter, pero es un anciano encantador.

No quiero juzgar a nadie. Dios me libre. Pero estamos creando monstruos. Estamos convirtiendo a nuestros hijos en el ombligo del mundo, en el que solo se preocupan de sí mismos. Un padre puede criar a nueve hijos, pero nueve hijos no pueden ayudar a su padre porque chochea. Estoy convencido de que el bueno de Donato jamás dejó a sus hijos sin comer un día porque eran pesados, o les dejó sin cambiar el pañal porque estaba cansado... Esta sociedad egocéntrica es repugnante. Vive para sí misma. Y volvemos a lo de siempre. No tenemos una crisis económica, tenemos una crisis de valores en la que solo buscamos nuestra propia satisfacción.

Piensen.
Sean buenos.

La canción regalo de hoy es Kite. Es el fracaso de un padre porque no puede volar una cometa con sus hijas. También es bueno saber dejar atrás algo. Doña @BeatrizBagatela sabe bien qué quiero decir. Con todos ustedes: ¡U2!

3 comentarios:

  1. A aplicarnos el cuento !!! Te voy a echar de menos este mes, Don Diego , felices vacaciones en la tierra de tus mayores........

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  2. Estando de acuerdo en todo lo que dices, sobre todo en aquello de la crisis de valores, yo sólo añadiría que posiblemente Donato tenga algo que ver en el abandono por parte de tus hijos. No puedo imaginarme a ti o a cualquiera de tus hermanos abandonar a vuestros padres cuando lo hubieran necesitado, como yo tampoco lo haría, y muchísima gente de nuestro entorno. Y ello principalmente por la educación en valores que hemos recibido.
    De nueve hijos es posible que alguno te salga "rana" y llegado el momento no esté a la altura. Pero, ¿que los nueve pasen de ti?. Algo ha fallado antes.
    La crisis de valores que estamos sufriendo, y la que nos queda por sufrir, es en gran parte culpa nuestra. Ya que no somos capaces de transmitírselos a las nuevas generaciones. "Que nadie toque a mi hijo, ni intente corregirlo". Pero claro, yo tampoco lo haré...
    También me chirría el pretexto de los hijos. Que el padre es adicto al vino y a las mujeres de la vida alegre. ¿Y es capaz de las dos cosas a sus 83 años?.
    Mi admiración por llegar tan lozano a esa edad.
    Disfruta esas vacaciones. Un abrazo!!!

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    1. De acuerdo con lo que dice este tal Chechu... que de nueve hijos no te quiera ni ver ninguno... si algo tiene el agua cuando la bendicen, lo mismo podemos decir de este Donato en sentido contrario.

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