domingo, 4 de septiembre de 2016

Había una vez... un circo

Lo siento. Tenía pensado no escribir ni una palabra sobre los payasos de la tele. Consideraba que ya estaba todo dicho y que no podía aportar mucho más. Pero han sido varios amigos, familiares y conocidos quienes me han pedido mi opinión sobre este circo. Así que habrá que darle al pueblo lo que quiere. Aunque, desgraciadamente no. No hablaré de los grandes Payasos de la Tele. Aquellos que tantas y tan divertidas tardes acompañaron a más de una generación años ha. Me refiero a los otros payasos. A esos cuatro que llevan más de un año sin hacer reír a ningún español de bien. A esos cuatro que son incapaces de formar un gobierno en España.



La historia es bien sencilla. A finales de diciembre de 2015 hubo unas Elecciones Generales con el siguiente resultado: Partido Popular, 123 escaños; Partido Socialista Obrero Español, 90; Podemos, 42; Ciudadanos, 40... Estos cuatro payasos fueron incapaces de formar gobierno. Así que hubo que repetir las elecciones, con el despilfarro que eso supone. De esta forma, en junio de 2016 se celebraron los nuevos comicios, obteniendo 137, 85, 45 y 32 escaños respectivamente. Aseguran que un Parlamento así formado es ingobernable. Desprecian pues, incluso por dos veces, la decisión del pueblo. Ahora proponen que se celebren unas terceras elecciones en ¡¡Navidad!! Debe ser por eso que dicen que somos un país de pandereta. Aunque ahora nuestros payasos quieran cambiar la fecha, es tarde. El ridículo es, y será, mayúsculo. Si tras las primeras elecciones hubiéramos encerrado a estos payasos en el circo, a pan y agua y sin cobrar hasta que formen gobierno, les aseguro que antes de la hora de comer —y si me apuran antes del aperitivo— ya tendríamos un gobierno constituido...

Es evidente, que ninguno de estos payasos vendepatrias tiene el más mínimo interés en solucionar los problemas que acucian a los ciudadanos. Ha quedado demostrado que su único interés es la poltrona. Nuestro trabajo era votar y lo hicimos. El suyo es formar gobierno y legislar. Y no saben. O lo que es más peligroso, no quieren. Que no nos tomen más el pelo. Lo interesante de un parlamento es el diálogo entre varios grupos, no aplicar el rodillo para elaborar leyes que solo benefician a sus esbirros. O a enchufarlos en el Banco Mundial, que es lo mismo. Aunque reconozco que el mayor problema es nuestro. De los ciudadanos. Que seguimos pagando nuestros impuestos y consintiéndoles todos sus caprichitos de nuevos ricos. Y lo que es peor, justificando a los nuestros, como si la culpa de este circo fuera solo de los otros tres payasos. Lamento informarles que todos son culpables. Todos.

Piensen.
Sean buenos.

La canción regalo de hoy viene de la mano de Arjunayi. The final countdown. El final de la cuenta atrás ha comenzado para que estos payasos dejen sus tristes chistes y comiencen a trabajar por el país. Con todos ustedes: ¡Europe!

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