La familia Corleone —nombre ficticio— formada por los padres y dos hijos decidió el viernes ir a ver una película al cine. Se gastaron casi 40 euros en las entradas. Si a esta cantidad le suman las palomitas, refrescos de cola y demás, la suma ascendió a casi 60 euros. Finalmente, tras la película tomaron una hamburguesa con los niños, lo que llevó la cuenta final hasta los 100 euros. Una cantidad inasumible para una familia media, cuyo sueldo supera escasamente los 1 000 euros. Parodiando a una de mis películas favoritas podría decirse que asistieron a un "Atraco a las tres".
Esta semana, coincidiendo con la tercera edición de Madrid Premiere Week, las dos principales empresas de cine de España —Yelmo Cineples y Cinesa— a través de diferentes promociones, han decidido bajar el precio de las entradas a 3,50 €, pero solo el lunes, el martes y el miércoles. Para ello hay que hacerse fan de su página de Facebook (Yelmo Cineples) o descargar un cupón de la página web (Cinesa). Así se recupera la idea de la Fiesta del Cine por la que se podía acceder a la salas por 2,90 €, un tercio de su precio habitual y que llevó al cine hace escasas fechas a más de un millón y medio de personas, con esperas interminables.
Si tantas personas son capaces de hacer colas kilométricas para adquirir una entrada, lo único que les impide hacerlo de manera habitual es el precio. Ya basta de criminalizar a internet y a las descargas ilegales. Parece que los responsables de las salas de cine han descubierto que lo que impide ir al cine a la gente no es la piratería, sino que los precios por acudir al cine son un auténtico atraco. Eso sin hablar de la escasa calidad de las películas actuales empeñadas en hacer versiones de grandes éxitos de antaño o recuperar superhéroes de nuestra niñez para llevar a las salas a los nostálgicos. Es evidente la falta de ideas. Estos días ir al cine es ir a ver una sucesión de efectos especiales realizados por ordenador que dejan al espectador asombrado con la tecnología... pero vacío, porque no le han contado una historia, verdadera razón de ir al cine. Y encima con la sensación de que lo han robado.
Piensen.
Sean buenos.
Piensen.
Sean buenos.
La canción regalo de hoy es indudablemente una canción que aparece en una película. En este caso "Gangs of New York". La canción se titula "The hands that built America", y he elegido la representada durante la celebración de gala de los Oscars para darle mayor efecto cinematrográfico. No aparece en ningún disco de la banda, solo en la citada banda sonora de la película y en su disco de grandes éxitos The best of 1990-2000. Disfruten. Es U2.
Vaya tontería que cuentas hoy... según te levantas, te podría haber dado perfectamente que la familia Telerín -nombre ficticio- induce al delito por descargar ilegalmente de internet, o por decir que han caído en el consumismo por tener que llevar aparejadas las palomitas y las hamburguesas a un acto cultural como es el cine... ya te digo, que según te da.
ResponderEliminarNo tiene sentido lo que dices. El ocio es caro. Lo es el fútbol, las vacaciones, los viajes, los restaurantes y SUPONGO que las putas, a poco que estén medianamente potables. A propósito: si pagan por una rusa, cuidado que no les cuelen una ucraniana.
Personalmente no veo especialmente cara una entrada de cine a 7 u 8 euros. Sí que una entrada al fútbol te cueste como mínimo 60. Habrá que adecuarse a lo que nos podamos permitir, y si hay que descargar, pues se descarga. Sí estoy de acuerdo en que no hay que criminalizar ese acto. Más me jode que los actores mediocres que tenemos en este país vivan como viven con el dinero de las subvenciones.
Qué poco respetuoso, cada uno escribe de lo que le da la gana, digo yo. Y nada de lo que escribe una persona es una tontería, estés o no de acuerdo, cada persona es libre de expresar lo que quiera y mucho más en su propio blog.
EliminarRespecto a tu opinión sobre que todo el ocio es caro, nadie dice lo contrario, pero el artículo de Diego habla sobre el cine, sin compararlo con otro tipo de ocio. Independientemente de que el fútbol o viajar sea caro, el cine también lo es, que es de lo que va el artículo.
Perdona, pero el artículo lo que dice es que le ha salido cara la tarde, y de ello, un treinta por ciento es el precio del cine, aunque sea a éste al que únicamente califica como atraco.
EliminarComo dice el comentario siguiente, si con mil euros de ingresos familiares te gastas 100 en una tarde, por ir al cine y hamburguesas y demás, lo mismo hay que pensárselo. Y no digo que no sea una putada tener que recortar de dar a los hijos lo mejor. Pero lo mismo lo que sobra es la hamburguesa y las palomitas. Con lo que se gastó en lo accesorio, había tenido para ir otras dos veces al cine, y con las palomitas y la cena de casa.
Y, efectivamente, cada uno escribe lo que le da la gana, pero si lo haces en un lugar propicio para el debate y la opinión, la crítica es una posibilidad que va en ello.
Una cosa es criticar y otra muy distinta decir a alguien que escribe tonterías. Las críticas se aceptan sean buenas o malas y sirven para mejorar, pero hay formas y formas de decir las cosas.
EliminarVale... Pues ni ha estado afortunado ni coherente con el punto de vista de otros temas tratados
EliminarTiene razón el comentario anterior. Si no se puede ir al cine porque lamentablemente apenas ingresan mil euros, pues no se va. Y si encima se meten al MacDonalds después ya es casi un despilfarro. Al final de esos cien euros, el cine solo son 30. El resto es prescindible
ResponderEliminarEs evidente que este blog lo leen auténticos analfabetos.
ResponderEliminarDe verdad lo habéis leído?
Dice que se gastan casi 40 euros, es decir, de 100 euros, equivale a casi un 40%, no un 30%. No distorsionéis.
En cuanto al de las putas, no merece ni respuesta. Es un bobo solemne.
GILIPOLLAS... El cine no cuesta diez euros. Por eso digo 30 de
Eliminaresos cien. Mira un poco el fondo y no te quedes en la anécdota,si tan listo eres.